Prologo

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Vivir en Manhattan, la ciudad más concurrida y conocida del país dado a que habían varios héroes ahí, era algo positivo dentro de todo para Carol Danvers. Puesto que así con tantos héroes, ella podía pasar desapercibida en las calles. Corría como todas las mañanas en el Central Park puesto dado a que ya no era una Vengadora, había preferido tomarse un respiro, sobre todo después de lo sucedido en la división del equipo.

Deseaba poder olvidar todo lo malo que sucedió, pero a veces no podía puesto que cada noche recordaba como fue su vida con sus poderes, aquellos que ya no tenía más. Rogue se los había quitado y por ende no pudo ser más una Vengadora, ya no se sentía útil en el equipo, además de que muchas cosas cambiaron desde que ella era líder en un inicio.

– Debo de entrenar más – se regaña a ella misma inhalando y exhalando cansada, deteniéndose unos instantes en el parque

Sin poderes, su resistencia había bajado mucho, al igual que su velocidad. Solo le quedaba agradecer a su madre los genes kree por los cuales podía correr un poco más que el promedio humano.

Más parecía que fuera cosa del destino que se detuviera ahí ya que había un puesto de periódicos, el cual mostraba las portadas de todos estos, donde la mayoría tenía el anuncio del compromiso de Thor Odinson y Jane Foster, los dioses del trueno.

– Se salió con la suya – susurra Carol puesto que Jane había deseado eso desde hace mucho y bien claro le dejo a ella...

Que ni sus ilusiones ni el romance que pudo tener con Thor, cuando los dos se separaron un tiempo, iba a dejar que ambos terminarán su amor. Aun recordaba ese amargo episodio de su vida, cuando al fin creyó que podía ser feliz con alguien, pero todas sus ilusiones se terminaron destruyendo cuando Thor decidió volver con Jane. No es que él halla jugado con sus sentimientos, ella siempre supo que él amaba a Jane y que ella solo era su amante del momento, fue muy tonta al creer que iba a poder significar algo más.

Dolida, frunce el ceño para irse corriendo de ahí. Ya no deseaba hacer nada, solo quería encerrarse en su soledad ese día, la noticia de Thor y Jane le dejaba claro que ese era su destino, estar sola. Así que cuando llega a su departamento, cierra la puerta para dirigirse a su habitación y tirarse en su cama.

– ¿Por qué nunca puedo ser feliz, Maria? – cuestiona viendo la foto de su amiga difunta

– Miau – se hace presente Goose en la cama de ella

– Quizás deba ser paciente, Goose. Pero no soporto más... – no estaba pasando por un buen estado de ánimo – Si no fuera por los refugiados kree... – mira la foto que tenía al lado de la de Maria, un cuadro con la imagen de ella y todos los refugiados kree, siendo en su mayoría jóvenes y niños

Cuando el planeta Hala iba a ser eliminado, los kree decidieron poner en naves a sus hijos para que fueran llevados a un lugar mejor, luego el planeta exploto y estos quedaron a la deriva hasta que ella los encontró y no dudo en darles un hogar en la Tierra, en una de las tantas islas que había. Siendo en ese entonces la Capitana de los Vengadores tuvo el poder suficiente ante la ONU para poder aprobar ese proyecto, los campos de refugiados kree, su único motivo por el cual podía vivir alegre los fines de semana que iba a verlos.

– Quizás deba de ir a verlos – planea ya que eso le haría sentir mejor, útil, que tenía un propósito en la vida

Sin sus poderes no podía volar en el espacio, ni si quiera se sentía útil para pelear bien, por lo que ser una heroína ya no era una opción para ella. No obstante, hacer una ayuda social a las personas que eran de su misma raza, si la hacia sentir bien. Por lo que, con una leve sonrisa en sus labios se pone de pie para enviar un correo al campo principal de refugiados y así informar de su llegada en pocas horas.

Capitana Marvel: La Última VengadoraWhere stories live. Discover now