Capitulo 2: La vengadora más poderosa

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En medio de un campo verdoso y alejado de cualquier ciudad, cercana a una carretera, se encontraba una casa típica americana, de dos pisos y con su techo en triangulo. El lugar aparentaba estar lleno de alegría y cariño, las flores que estaban plantadas alrededor lo demostraban, y es que ahí vivía la mujer que alguna vez creyó que la felicidad no era para ella, la cual se equivoco ya que finalmente había conseguido ese final feliz tan anhelado en su vida.

Wanda Maximoff se encontraba preparando la merienda para cuando su esposo, Visión, llegara de su trabajo a las seis de la tarde. Claramente, solo ella comería, pero aun así amaba a su sintesoide. Sin embargo, para su extrañeza y siendo apenas las cuatro de la tarde, alguien toca la puerta de su hogar.

– ¿Quién es? – cuestiona curiosa, quería usar su magia para averiguarlo, pero solo lo haría si no le respondían

– Soy Carol Danvers, Wanda – responde la mujer detrás de la puerta

La pelinaranja camina hacia la puerta para tomar la perilla y abrirla, notando que no era una alucinación o una mentira, en verdad, ella estaba ahí.

– Capitana Marvel... – la nombra Wanda sorprendida de ver su ropa oscura, más dado a las últimas noticias creía el motivo de su luto

– Hola, Wanda – saluda la rubia con una leve sonrisa – ¿Puedo pasar?

– Por supuesto – se hace a un lado para que la Capitana ingrese a su hogar – Llegas justo para la hora del té

– Ya estás como Stephen – comenta Carol mientras se deja guiar por Wanda hacia la cocina donde estaba la mesa del comedor también

– No es que sea una hechicera. Lo hago más por Visión... – confiesa Wanda sonriendo al recordar las costumbres de su esposo – Él es tan educado

Carol mira todo a su alrededor, el hogar de Wanda y Visión parecía sacado de un programa de televisión donde había una familia perfecta, suponía que después de lo sucedido en Westview, la bruja se había quedado con algunos gustos típicos. Todo estaba perfectamente ordenado y decorado, inclusive había fotos con sus hijos de niños. Wanda había logrado el ansiado final feliz que cualquier heroína quisiera.

– ¿Y dónde está él? – pregunta Carol ganándose una mirada suspicaz por parte de Wanda – Me gustaría saludarlo

– Está trabajando – contesta la bruja mientras saca las tazas de te para colocarlas en la mesa

– Vaya, ya parecen una de esas parejas de la televisión que tienen una vida común – comenta la ojidorada a lo que Maximoff solo ríe

– Hacemos lo mejor que podemos – dice encogiéndose de los hombros para tomar la tetera caliente – Y dime ¿A que debo tu visita?

Carol al ver lo principiante que parecía Wanda en la cocina, sabe que es su oportunidad. Así que se pone de pie para ofrecerle las tazas de te para que sirva el agua.

– Te ayudo – comenta ella para también tomar la azúcar y colocarla en la mesa – Oh y mi visita... – las dos se sientan en las sillas junto a la mesa – Se debe a algo muy grave que ha sucedido hace poco – empieza a decir Carol notando como Wanda se gira a buscar la caja de te's que tenían, sonríe de lado para hacer lo suyo

– Aquí está el té, recién comprado – informa Wanda entregándole la caja de te's que había estado en la parte superior de la alacena

– Gracias – contesta Carol para abrirlo y colocar un sobre de te en el suyo, más no en el de Wanda, algo que no nota la pelinaranja

– De nada y continua, por favor – pide la bruja para echarse azúcar al ver como su taza ya tenía un sobre de te

– Supongo que sabrás que desde hace cinco años han existido campos de refugiados kree...

Capitana Marvel: La Última VengadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora