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Pov. Narrador

-Hija ¿Te vas? ¿Por qué tienes las maletas hechas?-la madre de Jennie miró de las maletas de su hija y viceversa cuando entró en el dormitorio de Jennie.

Un profundo ceño apareció entre sus cejas.

-Sí. Me voy. No te lo he dicho antes porque acabo de cambiar el billete.

-¿Pero, por qué?-su madre se revolvió en el acto-¿Te mandan ya a Singapur?

-No, ha surgido algo-Jennie se sentó en el borde de la cama de su infancia-Pero quiero que sepas que me esforzaré más por venir aquí en el futuro, si tú quieres.

-Por supuesto, Jen‐Jen. Sería maravilloso verte más ¿Por qué no querría eso?

Jennie se preparó para lo que iba a ser la conversación más difícil de su vida y dio una palmada en el colchón de al lado para que su madre se sentara.

Respiró profundamente.

-Estoy enamorada, Mamá y me temo que no estarás de acuerdo con mi elección de pareja.

Su madre negó con la cabeza.

-No lo entiendo, hija. Es estupendo que hayas conocido a alguien. Al final todas necesitamos un hombre que nos cuide, aunque no puedo decir que no me decepcione, que no te hayas quedado casada con Joong‐in.

Tomó la mano de Jennie en la suya y la apretó.

-Pero estoy tratando de asimilarlo, y como tú dices, es tu vida y eres lo suficientemente mayor para tomar tus propias decisiones.

-No es un hombre. Estoy enamorada de una mujer intersexual-decir esas palabras en voz alta a su madre le aterraba, pero lo había pensado mucho y tenía que decirlo-Ella vive en Francia. Allí es donde voy-señaló con la cabeza sus maletas.

-No-su madre le lanzó una mirada de desconcierto e inmediatamente le soltó la mano-¿Acabas de decir... una mujer intersexual?

-Sí, lo he dicho-Jennie se volvió hacia su madre, pero no logró establecer contacto visual.

-No. Eso no puede estar bien. Mi hija no es una pecadora. Ningún Kim, es un pecador y que me perdone Dios, si te conviertes en la primera.

Jennie trató de mantener la calma.

Era exactamente la reacción que esperaba, pero seguía siendo una bofetada en la cara.

-No soy una pecadora, Mamá. Sólo estoy enamorada y no hay nada malo en ser gay-respiró profundamente-El Señor Wang de enfrente es gay y no tienes ningún problema con eso.

-No, no lo es ¿Cómo puedes decir eso?-su madre resopló-El Sr. Wang es un miembro respetado de la comunidad de nuestra iglesia. Está casado y tiene dos hijos.

-Sigue siendo gay-Jennie se sintió mal por haber metido al Señor Wang en su lío, pero necesitaba cualquier munición que pudiera conseguir para intentar llegar a su madre.

-Deja de decir esa palabra, Jennie. Aunque lo fuera, que no lo es, no actuaría en consecuencia.

-Sí, lo haría y lo hace-dijo Jennie con naturalidad-Lleva teniendo una aventura con el cartero desde que tengo uso de razón. No es un secreto, mucha gente lo sabe. El domingo los vi hablando a la salida de la iglesia y créanme, siguen siendo muy amigos ¿Qué clase de vida es esa? No quiero vivir en secreto.

-Estás mintiendo-su madre giró la cabeza, evitando su mirada-El Sr. Wang, no es...-ella ni siquiera podía decir la palabra.

Jennie dejó escapar un profundo suspiro.

Un Verano en Francia/Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora