Las rosas

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Ambos caminaron en silencio a la habitación de la joven a la cual Arthur se había comenzado a mudar de manera discreta

- ¿Eso no salio tan mal o si?- pregunto la joven de manera divertida

- Mi nombre es ____ Havisham, esposa de Arthur Havisham - imitó burlonamente

- Basta, eso fue vergonzoso, comienzo a pensar que fue un comentario fuera de lugar, además no salio como pensé, me gane un golpe-

- Para nada, fue una manera excelente de controlar la situación - mencionó el señor Havisham que se acercaba detrás de ellos

Ambos miraron en dirección a el, con una sonrisa en el rostro

- Lamento si la situación lo hizo sentir incómodo- menciono la joven

- No tienes porque disculparte, te estabas defendiendo - sonrió - Bueno muchachos los dejo, tengo que ir a la fábrica por unos pendientes

- Nos vemos, más tarde te alcanzo en la oficina, tengo unos pendientes que arreglar con mi esposa- menciono Arthur

- Espero esos asuntos incluyan un nieto - soltó el señor Havisham con una sonrisa pícara dibujandose en su rostro - cada día me hago más viejo, no quiero morir sin antes correr por el jardín con un pequeño o pequeña Havisham - mientras se daba la vuelta para tomar su camino, ignorando el rostro de los jóvenes que comenzaban a tornarse rojos por el comentario

- Ignora lo último - menciono nervioso

La joven solo guardo silencio y continúo su camino hacia su habitación, abrió la puerta con cuidado y observo un gran arreglo de flores en la mesa del recibidor, camino hacía ellas y tomo la pequeña nota que sobresalía de él

- Los mejores días fueron, son y seran perfectos si Tú estas junto a mi- con una sonrisa en el rostro dirigió la mirada hacia Arthur, quien se mantenía quieto a la entrada del lugar

- ¿Como llego esto aquí?- pregunto con una obvia expresión de enojo y desconcierto mientras caminaba a la chica para tomar la tarjeta que tenía entre las manos, la sonrisa de la joven desapareció al darse cuenta de que Arthur no fue el hombre que tuvo ese detalle con ella

Arthur observo con detalle la dedicatoria y busco indicios de quién podría ser el remitente, pero no encontró nada

- ¿No fuiste tú?- pregunto la joven

- No, ¿Porque debería?- menciono sin cuidado alguno

- Cierto, porque deberías- soltó la joven con un leve tono de decepción

- Mandaré a sacarlas ahora mismo- tomando el teléfono

- Arthur espera- tomando su mano - quiero conservarlas-

- ¿Conservarlas? ¿Estas loca?, Ni siquiera sabes de quien te las envío - con un evidente tono de enojo

- No, pero son lindas- tomando una de las rosas y acercándola a su nariz para sentir ese agradable aroma que parecía provenir de ellas

- son lindas, si como no - menciono Arthur entre dientes

- ¿Dijiste algo?-

- No, nada, arregla tus maletas, hoy mismo nos vamos de aquí- mientras se disponía a salir de la habitación

- ¿Nos vamos? ¿A donde?- pregunto confundida

- A nuestra casa, no podemos seguir aquí, ese hombre puede aparecer en cualquier momento no dudo que el haya enviado esas flores, además Joanne ya esta al tanto de la situación, no sería prudente si descubren que dormimos en cuartos separados

- ¿Nuestra casa?, ¿La que mencione por la mañana?-

- Amanecimos muy curiosos el día de hoy cariño ¿No te parece?- pregunto con un tono divertido- y no, no ocuparemos la tuya, compre una apta para un matrimonio joven y sin niños- guiñando el ojo, mientras salía del lugar

Arthur camino hacia su habitación para tomar las llaves de la casa que había comprado unos días antes, el sonido de su celular le hizo detener el paso

- Si, diga- respondió

- Hi baby ¿Como va todo con la chica? - pregunto la mujer al otro lado de la línea

- Oh, Ángela eres tu- respondió

- Obvio querido, quería pasar a visitarlos al hotel pero Mike me platico del pequeño altercado entre ____ y tu ahora ex prometida- mientras soltaba una carcajada

- No es gracioso- respondió tajante- aprovechando tu llamada necesito que me hagas un favor

- ¿Otra vez estan en problemas? - pregunto

- No, no, es eso

- ¿Entonces?-

- Paso por ti ¿En donde estas?

- En mi departamento-

- Bien, voy para allá- mientras colgaba la llamada

Arthur salio a toda prisa del hotel

Por otro lado Joanne corria a los brazos de la madre de Arthur en busca de consuelo por el semejante humillación que su hijo le había hecho pasar al cancelar su matrimonio

- ¿Que pasa querida? ¿Porque entras así?- pregunto la mujer mientras miraba a la chica hundida en lágrimas

- Arthur, eso paso- dijo en llanto

- ¿que pasa con el?- pregunto la mujer pretendiendo no saber que era lo que pasaba

-  Se atrevió a romper el compromiso-

- ¿Que estas diciendo?-

- Hay mujer no te hagas la sorprendida que bien sabías que esto iba a suceder, no me digas que pensabas que Arthur iba a seguir con esto después de presentarnos a su esposa ¿O si?- menciono el señor Havisham mientras entraba a la habitación

- Querido, pense que estabas en la fábrica- menciono sorprendida

- Estoy de salida, pero olvide mi portafolio con un par de documentos que necesito - dirigiéndose a su habitación

- ¿Usted sabía de esto? - pregunto Joanne con una evidente expresión de decepción

- Vamos mujer, dile- menciono nuevamente el señor Havisham, mientras se disponía a salir del lugar con el portafolio en mano

- Querida, eso es una tontería - dijo con un tono nervioso

- ¿Tontería?, Todos lo sabían, yo era la única estúpida que no estaba enterada de esto-

- Tranquila querida, por favor-

- No hay peor humillación que esta, no se da cuenta-

- La boda se realizará, si o si-

- ¿Que parte de que Arthur esta casado no entiendes?- menciono Joanne con un evidente tono de enojo

- Todo lo que inicia tiene que terminar - menciono la señora Havisham con un tono que dejo intrigada a la joven que se limpiaba las lágrimas

- ¿Que tienes en mente?- pregunto curiosa

- Es sencillo, si todo sale como lo he planeado, esa mujer estará fuera de la vida de Arthur, hoy mismo-

- ¿Si todo sale bien?, No querida, tiene que salir bien-

- Tranquila Joanne, deja todo en mis manos, esa mujer dejara de ser una molestia para todos-

La señora Havisham había planeado un movimiento de manera muy ágil para no levantar sospechas

Las rosas lucian perfectas en esa pequeña mesa ¿No es así?

Amor por Contrato || Arthur HavishamWhere stories live. Discover now