Amor por Contrato || Arthur Havisham

El fin de semana de los señores Havisham

La vista desde la ventana del avión era impresionante, un inmenso manto azul turquesa rodeaba unas pequeñas secciones de tierra

Era imposible evitar mi cara de asombro, solo había podido observar esto en videos o promocionales de las agencias de viajes y hoy estoy aquí, junto a mi... ¿Esposo?

De repente una voz interrumpió sus pensamientos y comenzó a sonar por los altavoces

- Señores pasajeros, favor de mantenerse en sus asientos, en unos momentos más comenzaremos con las maniobras de aterrizaje -

- Aterrizaje suele ser un poco más violento que el despegue - menciono Arthur, mientras trataba de tomar mi mano

- Lo se, no es mi primera vez en un avión, Havisham- respondí mientras retiraba mi mano del descansa brazos para evitar que Arthur la tomase

El simple rose de sus manos me hizo estremecer, estoy conciente de que Arthur provoca un sin fin de emociones en mi, pero quiero y necesito detener esto, sus actitudes han sido demasiado indiferentes, no puedo perder la cabeza por alguien como él, el es un Havisham, y yo, solo soy yo.

Mire disimuladamente su rostro, de perfil es aun mas atractivo de lo que pensé

- Se que me estas mirando-

Aparte mi vista de él inmediatamente, coloque mis manos sobre mi rostro que para ese entonces ardía por la vergüenza

- Lo.. lo siento, no era mi intención incomodarte -

- No lo haces- respondió - me gusta-

- ¿Te gusta?- pregunte un poco extrañada, mientras se inclinaba hacia mi

- Me gusta sentir tu mirada- mientras tomaba y acomodaba las pequeñas correas para asegurar mi cuerpo al asiento- es un poco intimidante, y me gusta- levantando el rostro y posando la mirada en mis labios

- Arthur- mencione con un evidente tono de nervioso

- ¿Tienes miedo de seguir con esto y enamorarte?- acariciando mis labios con delicadeza

- Es demasiado tarde- mientras tomaba su rostro entre mis manos y lo acercaba hacia mi

Inmediatamente entendió la situación y no me detuvo

Mis labios tomaron presos a los suyos, mientras sentí una lagrima caer por sus mejillas, ¿estaba llorando? ¿porque?, a pesar de que los pensamientos invadían mi mente no me detuve y el tampoco, hacia tiempo que no tenia a este Arthur frente a mi y para mi, sus manos comenzaron a pasearse por todo mi cuerpo sin decencia alguna, su respiración se oía cada vez mas acelerada

- Discúlpenme señores, pero estamos a punto de aterrizar-

La voz de la mujer freno en seco todo deseo existente en nosotros

- Lo lamento- se disculpo Arthur- gracias por la atención- mientras trataba de disimular su evidente enojo y vergüenza- la próxima vez procura seducirme en un lugar mas privado- soltó entre risas nerviosas

- Tomaré en cuenta tu consejo- mencione en toso nervioso, mientras trataba de acomodar mi cabello de la manera más decente posible

- Excelente- expresó, tomando nuevamente mi mano que posaba en el descansabrazos esta vez no lo evite

El avión comenzó a temblar un poco, el aterrizaje había sido un poco brusco a mi parecer, accidentalmente clave mis unas en la mano de Arthur, el solo asintió y la tomo más fuerte

- Señores pasajeros, hemos aterrizado con éxito muchas gracias por confiar en nosotros- expreso el capitán por los altavoces

- Bien, es hora- mientras se ponía de pie para tomar nuestro equipaje de los compartimientos

- Lamento lo de tu mano- dije entre titubeos

- No te preocupes, es normal, este aterrizaje estuvo un poco rudo- mientras me entregaba mi pequeño equipaje

- Señor- una voz femenina demasiado sugerente interrumpió nuestra burbuja de romance

Arthur giro la mirada en busca de la mujer

- Me informa el personal que hubo un incidente con su equipaje-

- No se preocupe- respondió de la manera más pasiva y amable posible

Cosa contraria a mi persona

- ¿Como puede ser posible?- levantándome enojada de mi asiento- todas mis cosas están ahí, no puede estar hablando enserió

- Lo lamento señorita, estamos haciendo todo lo posible por localizarlos-

- Mi amor- interrumpió Arthur- tranquila- rodeándome con sus brazos- no hay problema alguno, compraremos lo necesario al llegar al hotel

Su mirada cálida calmo mis ánimos, y me hizo pensar que tal vez estaba siendo un poco exagerada

- Lo... lo siento señorita- mirándola un poco avergonzada

- Entiendo su molestia señora, haremos todo lo que este en nuestras manos para que tengan sus pertenencias hoy mismo-

- Gracias - respondimos al unísonido

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- ¿Tienes lo que te encargue?- pregunto la mujer con un tono desesperado

- Tranquila, aquí lo traigo- entregando un pequeño empaque

- Ruega al santo de tu preferencia para que esto salga positivo-

- Lo has dicho tantas veces-

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¿COMO PUEDO CONTINUAR ESCRIBIENDO UNA HISTORIA DE AMOR TENIENDO EL CORAZÓN HECHO AÑICOS?