Capítulo 8: ¡Nadie toca a mi Rey!

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¡Aquí la patrullera Ima reportándose durante la pelea contra el pitufo con esteroides! Y aunque parece que estoy narrando esto cual reportera neurótica, en realidad me estoy dejando la vida en protegernos a Trunks y a mí de los ataques de ese maniaco.

Me mantengo cerca de Trunks quién está cruzando puños con Miira, en cuanto encuentro un hueco en su defensa logro envestirlo con mi escudos y aturdirlo momentáneamente para que mi compañero le enceste un golpe.

—Ya veo, eres un Trunks de una línea de tiempo distinta—Towa era la única que estaba en tierra, su gesto pensativo me trae mala espina—¡Miira, me iré por un momento! Tú encárgate de ellos ¿Puedes cierto?

Sin esperar respuesta alguna de su compañero se retira del campo volando rápidamente, intento seguirla más de la nada Miira aparece delante de mí y me encesta un golpe que logro bloquear con mi escudo pero me logra apartar unos metros.

—Yo seré su oponente—Anunció desprendiendo su intimidante poder.

—¿Crees que puedes contra ambos?—Trunks emana su propia aura de súper saiyajin, Miira nos sonríe con superioridad.

—No me decepciones.

Cuando Miira despega hacia nosotros me puse delante de Trunks y lo bloqueo con mi escudo. A diferencia de nuestro primer encuentro, esta vez sí que logro resistir su golpe. Bajo su mirada de asombro le sonrío ¿No esperabas que fuera tan fuerte verdad pitufito? Eso no es todo, mi mano libre emana energía acumulada la cual dirijo rápidamente a su abdomen y expulso en una onda de choque.

El golpe directo a su estómago lo hace quejarse ahogadamente, Trunks entonces aprovecha para rematarlo con su propio ataque de ki el cual lo empuja contra el suelo levantando una nube de polvo.

¡¿Qué tal eso?! ¡Es el poder del amor soquete! Oh bueno mi amor, Trunks ya es fuerte por sí mismo.

Aunque me pone nerviosa he logrado hacer buen equipo con mi solecito. Ya nos hemos enfrentado un par de veces y gracias a mi buen ojo me he logrado familiarizar con sus movimientos, aunque todavía es mucho más poderoso que yo por lo que no es tan fácil como puede sonar.

La nube de polvo se disipa, y vemos a Miira más que intacto dándonos una sonrisa psicópata.

—¡Maravilloso, su energía!—Gritó divirtiéndose.

¡Eek! ¡Se está volviendo salvaje!

Como si estuviéramos en sincronía, empezamos a lanzarle más de nuestros ataques, no obstante, incluso recibiéndolo directamente, Miira no luce muy dañado y su sonrisa se ensanchaba mientras que mi compañero y yo nos sentimos cada vez más cansados.

—¡¿Nuestros ataques le afectan?! ¡Estoy seguro de que le estamos dando directamente!

¡No me preguntes, no sé qué está pasando!

Incluso uniéndonos para atacar a Miira cuerpo a cuerpo no logramos encestarles daños graves. Además, por algún motivo me estoy sintiendo cada vez más agotada, mirando de reojo a Trunks el parece estar igual.

¡Ok, esto es suficiente! A este paso vamos a perder y probablemente morir a manos de ese pitufo psicópata, así que es hora de jugármela.

Junto el valor suficiente para tomar el brazo de Trunks y así éste volteara a verme con sorpresa.

—Ataquemos al mismo tiempo—Trunks me ve sin entender del todo, junto mis manos haciendo un triángulo con ellas y las estiro hacia el frente apuntando hacia Miira, el saiyajin me mira todavía un poco confuso pero parece entender lo suficiente porque empieza cargar su propia técnica.

Xenoverse: La bruja CarmesíWhere stories live. Discover now