Impresiones 04: Trunks del pasado.

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En ese momento, más que la humillación, le carcomía el remordimiento.

Tenía a esos dos monstruos frente a él, y nada podía hacer contra ellos.

Con la mano de la androide ahorcando su cuello y alzándolo, mientras que con la otra amenazando con evaporarlo para siempre. Cuando veía al borde de la inconsciencia la sonrisa siniestra de la androide 18, no la veía realmente a ella, veía el cadáver de Gohan que no pudo vengar, las lágrimas de su madre al haberla dejado sola en ese mundo atroz, un sitio vacío carente de vida donde solo había miseria y sufrimiento que no pudo salvar.

Y se veía a sí mismo como un inútil que nada podía hacer.

—Fue bueno mientras duró, Trunks.

—M-Miserables...—Masculló y la luz del ki le dejó ciego por un momento.

En ese momento Trunks pensó que ese sería su fin, y esperó impotente el horrible final, una muerte segura, un dolor que nunca llegó.

En su lugar la energía que desprendía número 18 se fue apagando poco a poco.

Su gemelo parado junto a ella, se extrañó al verla de repente paralizada mirando hacia el frente.

—¿Qué pasa? ¿Cambiaste de idea de último momento?

Nro 18 no contestó, en su lugar bajó lentamente la cabeza y fue que ambos lo vieron. Algo transparente parecido a una espada la había atravesado.

La mujer escupió sangre, y Nro 17 no tuvo un momento para reaccionar cuando fue embestido a un lado llevándose a su hermana por delante. Ambos chocaron contra un edificio en derrumbe.

Trunks se había soltado cuando ocurrió, e iba a caer al suelo cuando algo suave amortiguó su caída. Desorientado vio como una especia de burbuja estaba debajo suyo y le hacía de colchón, cuando quiso tocarla reventó dejándolo en el suelo.

Fue entonces que escuchó unos pasos acercándose a él, en su línea de visión lo primero que ve son unas botas oscuras antes de subir la mirada y ver una silueta encapuchada con una capa roja.

No podía ver quien era esa persona, su rostro estaba de lado mirando hacia donde había lanzado a los androides y su mano sostenía un bastón de madera, pero lo que más le intrigaba era el hecho de que no sabía que tan fuerte era.

Alguien capaz de dañar así a los androides debería ser tan fuerte como Gohan, pero no tenía manera de saberlo porque no podía sentir su Ki. No sentía presencia alguna en esa persona, y aún así emana presión a su alrededor.

—¿Q-Quién eres?—Llamó atónito, entonces volteó a verlo. La capucha no le dejaba ver mucho, pero le pareció ver un mentón fino.

No recibe una respuesta a su pregunta y la persona vuelve a mirar en dirección a los androides cuando estos salen de entre los escombros.

Nro 18 está enfurecida con una mano en la herida de su abdomen, mientras Nro 17 observaba al recién llegado con detenimiento.

—Anda, veo que aún había alguien detrás de nosotros. Te felicito, has hecho enfadar a Nro 18—Nro 17 recuperó en seguida su sonrisa petulante, mientras su gemela ardía en odio.

—¡Necesitarás más que eso para acabar conmigo!

Pese a las amenazas de los androides y su preparación para pelear, la persona guardó silencio y se posicionó frente a él haciéndole de barrera ¿Le estaba protegiendo?

Ambos gemelos se abalanzaron contra el nuevo contrincante, para terminar ambos chocando contra una pared transparente justo en frente del encapuchado. Vio como éste palmeaba la superficie para luego ver como ambos androides se retiraban desorientados, entonces desapareció el escudo para acercar ambas manos a los abdómenes del los gemelos y golpearlos con aparentes ondas.

Nro 17 estaba consternado mientras su hermana sufría el doble por su herida.

—¡¿Qué clase de trucos baratos son esos?!

—¿No te parecen divertidos?—La voz que habló era femenina y estaba cargada de acidez como la de cualquiera que odiaba a los androides.

El androide pareció reaccionar al oír su voz haciendo que la vea de forma más fija.

—Tú... ¿Te he visto en alguna parte?—Interrogó Nro 17.

—Tú dime—Acto seguido les lanzó otra barrera a ambos gemelos aplastándolos contra el piso pese a sus intentos de empujar el objeto.

Su báculo les apuntaba y conforme avanzaba en sus pasos más se enterraban en el suelo, cuando colocó un pie en la barrera aplastándolos más, alzó su mano libre de donde empezó a emanar una esfera brillante rebosante de energía tan poderosa que hacía temblar la tierra.

Trunsk sintió la presión empujarle la cara, todavía sin creerse lo que estaba pasando.

¿Quién era ella? ¿Y por qué le protegía? Ya no importaba, parecía que esa desconocía iba por fin a aniquilar a esos androides y traer la paz al mundo.

No obstante, la encapuchada se quedó parada allí, sosteniendo su ataque a lo alto y quieta, solo mirando las expresiones de desesperación de los androides.

—¿Por qué...?

Masculló cuando vio que evaporó su ataque y retiró su pie de la barrera donde estaban los androides. Toda su expresión corporal decía que quería hacerlo, más sin embargo se contuvo.

Retrocede unos pasos y retira su barrera, Nro 17 logra recomponerse rápidamente y llevarse a su hermana consigo.

—¡Nos las pagarás!

—¡Alto!—Tunks quiso detenerlos, sin embargo aún se encontraba muy mal herido por lo que los movimientos solo le hicieron más daño, solo pudo ver como se escapaban de allí.

Ahora se hallaba muy confundido, porque la extraña le salvó pero dejó ir a los androides cuando los tenía por completo.

—No lo entiendo... ¿Por qué...?

Sus palabras quedaron en el aire en cuanto volteó a encararla, ella había desaparecido. Y de nuevo, incluso si la intentaba rastrear lo mejor que podía, no podía sentir su presencia de ninguna manera.

¿Qué acaba de pasar?

Continuará...

Xenoverse: La bruja CarmesíWhere stories live. Discover now