Capítulo 24.

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» Tres días antes del incidente.

Honey esbozó una sonrisa suave al verlo pasar por el pasillo de su instituto. Él era todo lo que Honey siempre había querido en un novio. Siendo un dulce adolescente que apenas conocía el mundo a su alrededor, los pensamientos de Honey eran inocentes e ingenuos. Siempre soñó con tener un novio así; alto, con hermoso cabello rubio y unos ojos tan azules que parecían causarle envidia al mar.

Honey le miró con una sonrisa. Él se veía increíble, muy guapo esa mañana. Tenía una chaqueta roja y zapatos deportivos que se veían increíbles sobre él. Honey iba a desmayarse por lo hermoso que se veía.

El castaño sintió sus mejillas calentarse cuando los bellos ojos de Callum Whitaker se fijaron sobre él. Intercambiaron miradas durante ese breve recorrido hasta que Callum desapareció en el interior del gimnasio. Honey suspiró y su corazón latió con fuerza. Callum era increíble.

El día del incidente.

Callum era muy gentil y amable. El castaño había reído demasiadas veces en las últimas horas mientras ambos hablaban sobre tonterías. Siempre le hacía reír. Era la única persona que alguna vez le había hecho cumplidos en lugar de insultarlo por su apariencia.

Honey suspiró, totalmente enamorado. De repente vio un mensaje extraño. Callum le estaba pidiendo fotos de su cuerpo. Honey no sabía si hacerlo o no, pero finalmente decidió que lo haría para que Callum lo quisiera más.

Después de que envió las fotos no hubo más mensajes.

Al otro día del incidente.

Honey sentía todas las miradas. Las risas, las burlas y los chistes que hacían a sus espaldas. No entendía por qué. Solo lo entendió cuando vió las fotos que colgaban de los casilleros. Se echó a llorar y salió corriendo a encerrarse en el baño mas cercano.

Poco después escuchó que empezaban a golpear el cubículo donde se encerró. Gritaban diciendo cosas horribles.

—Eres asqueroso.

—Maldito ofrecido.

—¿Quién diría que eras una zorra?

—Puto.

Honey no pudo salir hasta que acabaron las clases. Pasó todo el día encerrado allí.

Tuvo que cambiarse de escuela.

Todo por culpa de Callum Whitaker. «

—Vaya, ha pasado un tiempo ¿no, Honey?

Honey no podía pensar.

No podía respirar.

Todo su cuerpo estaba paralizado, su mente gritándole que huyera de allí lo más pronto posible. Sus piernas no se movían a pesar de que intentaba. Todo en él era controlado por el miedo. Tanto miedo que sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se las limpió con brusquedad.

Sus ojos estaban fijos en el rostro que deseó no ver jamás. El rostro que alguna vez le hizo sonreír como bobo.

—C-Callum…— susurró, su corazón latiendo tan rápido que sentía la presión en su cabeza.

—¿Me recuerdas?— preguntó el rubio.

Su pregunta era una burla. Cómo podría Honey olvidar al hombre que esparció sus fotos privadas en todo el instituto, a la vista de cualquiera.

Honey iba a llorar.

Callum estaba sonriendo de ese modo encantador en el que solía sonreírle a Honey cuándo ambos eran adolescentes. Era la sonrisa que fue dirigida hacia él mientras corría a través del pasillo en el que colgaban sus fotos, llorando y aferrándose a su mochila.

Chubby Boy.Where stories live. Discover now