Capítulo 21: Vulnerable

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Alzo su mano a la altura de su frente para luego salir de la oficina de Monograma y respirar aliviado. Ni él sabía como lo había hecho, pero de alguna había logrado terminar el informe de evaluación de Harry la Hiena. Sabía que Harry era un buen agente y lo había visto pelear con anterioridad, por lo que supuso que, lo que escribió no era del todo falso.

Una vez dado por terminado ese tema, podía enfocarse en lo que ha tenido en mente todo el día. No podía negar sus sentimientos -y a diferencia de lo que aprendió en sus entrenamientos- concluyo que lo más sano era expresarlos. Tenía guardada bajo su sombrero la carta que le escribió a Doof y pensaba entregársela.

Todo a lo que se enfrentaba solía resolverlo sin mucho esfuerzo, y al igual que en ese momento pensaba que sería más fácil. Solo ir darle la carta.

Estaba a punto de extraer la carta de su sombrero, cuando lo vio a lo lejos rodeado de otros agentes. Simplemente, todo en él se detuvo. Su cuerpo no respondía, no respiraba, ni pensaba con normalidad.

¿Cómo fue que le ocurrió hacer eso?

Tras unos segundos logro tragar con gran dificultad.-"No puedo hacerlo..."-se dijo a sí mismo. Aunque no era usual en él, esa pequeña señal de cobardía lo hizo reaccionar. Dejo la carta en su lugar y se dio media vuelta antes de que su ex enemigo lo viera.

Cada vez más caminaba más aprisa hasta que termino corriendo por los pasillos. No se atrevió. Era la primera vez que le ocurría algo así. Él no era así, no entendía porque Doofenshmirtz causaba todo esto en él. Se detuvo en seco frente a la puerta de su guarida. Espero que esta se abriera mientras intentaba controlar si respiración. Ingreso a paso lento sin creer lo que no había sido capaz de hacer.

Se sentía vulnerable. Él lo hacía sentir vulnerable. Siempre sentía todo en control cuando trabajaba, pero no cuando esta con Doof. Intentaba ser lo más profesional posible, pero no tenia caso. Tal vez en el fondo, Doof es el único que conoce al Perry de verdad. Solo puede ser el mismo cuando esta con el científico. En sus pensamientos, solo podía ver todas las locuras que hizo o a las que acompaño a su amigo. Siempre q se juntaban, Perry se sentía vulnerable al no tenerse a si mismo en control, y lo peor de todo, es q esa vulnerabilidad que tanto odiaba, era capaz de soportarla siempre y cuando estuviera con Doof y ambos terminaran fortaleciendo su amistad. Pero ahora esto lo estaba superando.

Era una especie de terreno no explorado. Era otra razón por la cual sentirse expuesto. Sin darse cuenta, actuó de una forma en la que jamás había actuado y todo por el científico. Sabía que no solo sentía un lazo amistoso por él sino algo más y eso era lo que más lo asustaba.

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Al día siguiente, a pesar de no tener una misión asignada, ni nada, Perry caminaba por los pasillos de la O.S.B.A con la esperanza de que esta vez se atreviera a entregarle la carta.

Lo estuvo pensando todo el tiempo en que estuvo en su hogar. Se decía a si mismo que esta vez se atrevería, podía superar su exposición a ese extraño y contradictorio sentimiento.

Lo único que tenía que hacer era encontrarlo solo-sin nadie a su alrededor- y entregarle la carta. Luego, supuso que esperar la respuesta de Doof.

Se detuvo pausadamente, mientras en su mente se acumulaban una gran cantidad de posibilidades, cada una más pesimista que la anterior. Quedo completamente detenido en medio del pasillo temiendo lo peor. ¿Y si lo rechaza? ¿Le había dicho que lo quería o no?

Como agente, siempre estaba alerta de cualquier riesgo, pros y contras de cualquier situación en la que estuviera. Sin embargo, esta vez omitió su entrenamiento y preparación como espía ¿Y por qué? Ni siquiera él lo sabía...

Inhalo aire profunda y lentamente mientras buscaba una explicación lógica para todo lo que le había pasado por la cabeza. Lo analizo de la manera más fría y calculadora de todas, tal como le habían enseñado.-"Solo lo mal interprete"- concluyo secamente sin hacer rodeos. Se logro convencer de que lo dicho en el ascensor no fue una confesión. Como agente lo más difícil era no crear conexiones emocionales, ya que eso podría contribuir a evitar una misión exitosa. Era imposible encontrar un agente así, ya que la mayoría tenían lazos emocionales con su familia anfitriona, pero dentro de la O.S.B.A. Perry era lo más cercano a un agente perfecto.

En sus adentros se decía que no debería permitirse sentir tantas emociones, aunque su manera de ser junto con su ex enemigo era una sensación que no tan fácil de rechazar. Apretó ligeramente la carta que tenía en su mano. Sus pensamientos lo mantenían tan distraído, que apenas noto cuando Doofenshmirtz se acercaba a su lado, mientras lo saludaba. Rápidamente, Perry escondió su carta bajo su sombrero y le devolvió el saludo fingiendo la mayor normalidad.

- Pensé que hoy no vendrías. ¿No se suponía que no hay más supervisiones hasta la próxima semana? ¡¿O es una evaluación sorpresa?!- pregunto el científico un poco alterado, mientras se acomodaba el cabello y tomaba una postura recta. Basto con que el ornitorrinco negara con la cabeza para que el científico se calmara. - ooohh...bueno...Entonces ¿Solo viniste sin ninguna razón en especial?- Perry simplemente se encogió de hombros mientras caminaba junto a su amigo.

-Te entiendo...-empezó a decir Doof.-... a veces yo vengo aquí solo por el café.- dijo sirviéndose en poco en un vaso y tomando un sorbo.-lo que es extraño, porque es el mismo que tengo en mi casa, pero aquí sabe diferente ¿Tendrá relación con que el café lo suele preparar Herman?-en ese momento exacto, el recién nombrado erizo llego a su lado para hacer mas café.-Hola Herman, hablábamos de ti.- lo saludo normalmente, pero luego se volvió hacia Perry.- Míralo, no sé como lo hace...-le comentaba mientras observaba el procedimiento del inocente erizo.

El ornitorrinco solo rio por lo bajo por el comentario. Sin darse cuenta lo había hecho de nuevo, de alguna forma su antiguo némesis tenía la capacidad de hacerle olvidar su formación como agente. Ya había transcurrido todo el verano así y no pudo evitarlo. A ese paso, pensaba que jamás lo evitaría.

Mientras, Doofenshmirtz hablaba y hablaba, más y más agentes se unían a la conversación, o mejor dicho, solo se unían a escucharlo.

Perry escuchaba atentamente al científico y como los otros agentes le respondían, pero mientras más tiempo observaba a Doof mas pensaba en que hacer. ¿Se habrá adelantado a todo? O incluso, ¿habrá imaginado algo que nunca hubo?

Tal vez pudo aclarar sus sentimientos por lo que le dijo en el ascensor, pero ¿y si lo que dijo no era lo que quiso decir en realidad?

Hizo su mayor esfuerzo por no suspirar por enésima vez en el día y que los agentes no lo notaran.

Pensaba que lo conocía y que lo había comprendido cuando le dijo que lo quería, pero pudo haberse equivocado. Tal vez inconscientemente imagino algo que nunca estuvo ahí.

Exhalo aire lentamente, era casi un suspiro, pero aun así intento disimularlo lo más posible.

En ese caso, si los sentimientos de Doof no eran los que creía que eran, no significaba que los suyos cambiarían por la situación. Lo que sentía -y al parecer lo que siempre sintió- ya es un hecho y dudaba a que eso cambiase, por más que lo intentase.

Perry estuvo con los agentes durante el descanso del café hasta que este término. De hecho, fue Perry quien se los indico, ya que Doof tenía la costumbre de retener a los animales por más tiempo de lo indicado.

El ornitorrinco se disperso al igual que los otros agentes. Se dirigió a su guarida, y suspiro una vez que sintió la soledad de la habitación.

Extrajo la carta oculta en su sombrero, y observo atentamente las palabras "Para: Heinz Doofenshmirtz". Después de unos segundos la volteo para observar el sello de corazón. Perry medio sonrió al ver el sello que cerraba la carta. Curiosamente era el único sello tenia a la mano cuando hizo la carta.

Se acerco al panel de controles y activo unos comandos, provocando que se abriera una pequeña compuerta. Dejo cuidadosamente la carta en ese espacio vacío y procedió a cerrarla con unos códigos de seguridad.

No estaba seguro de poder expresar lo que siente, sin saber lo que piensa Doof de él. No se creía capaz de poder vivir en paz si el científico se enterara de sus sentimientos y él no sienta lo mismo. Solo amigos o algo más, decidirá si entregar u ocultar la carta para cuando se entere de ello.

El Agente OrnitorrincoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant