Capítulo 10.

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—Entonces te gusta el chiquillo —dice Jisung sonriendo

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—Entonces te gusta el chiquillo —dice Jisung sonriendo.

—¿Te estás escuchando?

Chris rueda los ojos y bebe la limonada que había ordenado al llegar.

Aún no lo lograba explicarse porqué siempre iba a aquel lugar en busca de ayuda de la persona más estúpida (o al menos eso era Jisung para él).

—Espera un segundo, debemos buscar una segunda opinión.

Ji se levantó y se fue en busca de Minho, nadie estaba detrás de la máquina registradora ya que el lugar estaba completamente vacío, como siempre.

—Buenas tardes Christopher, Jisung me dijo que tienes problemas.

—Bah, como siempre exagerando, no son problemas... solo pido consejos para un amigo.

—El cual te gusta —aclara Han.

Minho abre los ojos en demasía y aclara su garganta.

—¿Te gusta un chico?

Bang vuelve a rodar los ojos y niega.

—Que no es así, solo estoy preocupado por él.

—Háblame sobre el chico Chris, solo así podré entenderte.

—Bueno, él tenía un novio y rompió con él porque no quería que se distrajera ya que se iba al extranjero por estudios, al parecer no lo supera porque recientemente estuvo en Corea y se tuvo que volver a ir, lo vi deprimido y lo invité a mi casa...

Minho lo interrumpió.

—Sí, te gusta... al menos te atrae.

—¿Qué?, pero si...

—Christopher, solo escúchate... ¡Jamás invitas a nadie a tu casa!, ni siquiera a Jisung, ¡y es tu mejor amigo!

El mayor tenía razón en lo que decía, él jamás en la historia había llevado a nadie a su departamento... literalmente.

—Debo irme —dijo Chris confundido.

★★★

Seungmin tomó esa tarde en especial para estar junto a Joo-hyun, la cual le había insistido varias veces que fuera ver una película con ella porque usualmente ya no salían y se sentía excluida de su vida.

El entusiasmo que obtuvo la chica durante lo que quedaba de día alegraba a Seung, lo mantenía distraído de cualquier tipo de problema.

—¿Podemos ir por unos helados? —Joo-hyun esbozó esa típica sonrisa suya, tan brillante y hermosa.

—Por supuesto que sí, ¡pero no te vayas a comer el mío!

Sí, Joo tenía la mala maña de pedir un sabor de helado distinto al de Seungmin y antojarse del ajeno a penar terminaba de comerse el suyo.

—¡Oyeee!, no sería capaz de algo así —dijo la chica colorada.

—La última vez te comiste el mío! —chilló Kim.

—Sólo lo probé —aclaró la chica—. Esos pantalones deben estar matándote... —dijo carcajeando sin parar mientras sacaba su celular.

—¿Por qué me tomas fotos? —preguntó el pelinegro fingiendo enojo.

—¡Obvio para recordar! —la chica no dejaba de reír, porque de verdad las piernas de Seungmin parecían estar asfixiándose.

—Te odio.

—Me amas —contestó sacándole la lengua.

Después de ir por aquellos helados se fueron directo a sus casas, tan agotados que se quedaron rendidos en sus respectivas camas.

El celular de Seungmin no dejaba de sonar, como éste estaba en su quinto sueño no le prestó atención, pero alguien más sí.

—Aish... este torpe no puede hacerse cargo ni siquiera de su propio celular —dijo tomando el aparato con fastidio—. Bueno, ¿quién habla?

—¿Quién eres tú? No suenas como Seungmin.

—Es porque no lo soy grandísimo idiota, soy su hermano.

El chico que hablaba por la otra línea carraspeó un poco y siguió hablando.

—Es que bueno... tengo algo que le pertenece y me gustaría entregárselo.

—Si ajá, como sea, primero dime quien coño eres —Jeongin se sentía irritado por el día que había tenido, así que quien más que un desconocido para descargar toda su rabia.

Por lástima ese desconocido era Christopher Bang, y a él no lo trataría como un perro callejero.

—Mira mocoso, eso no es de tu maldita incumbencia, necesito hablar con tu hermano no contigo, si está ahí dímelo para no seguir perdiendo mi tiempo con un ser como tú.

Jeongin quedó boquiabierto ante la agresividad con la que había sido tratado.

—Bah, cálmate viejo, ya te lo paso.

Jeong subió las escaleras y entró en la habitación del pelinegro sin ningún tipo de delicadeza.

—Oye Seungmin, despierta, alguien te llama.

El nombrado anteriormente se levantó con los ojos aún cerrados y tomó el celular.

—¿Quién es?

—Lo siento tanto, no sabía que dormías...

—¿Christopher?

De repente a Seungmin se le quitó el sueño que tenía y abrió los ojos de golpe.

—Dejaste algo que creo es importante para ti en mi casa... ¿Podemos vernos?

¡Disculpen mucho la demora! Espero les haya gustado, gracias por leer <3

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¡𝗗𝗲𝘃𝘂𝗲́𝗹𝘃𝗲𝗺𝗲 𝗮 𝗺𝗶 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼! | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora