Every Thursday.

XII

✨Miércoles de actualización porque después se le olvida

⚠️ Hubo un error con la publicación de este capítulo, el capítulo XI acaba de ser publicado (29 de octubre) por si no lo has leído y estás buscando la actualización, es la de arriba.

Una disculpa.

Abrazos

✨✨✨✨✨✨✨✨✨

Antonella Solomons se quedó de pie frente al enorme comedor de madera recién lustrada, podía sentir el aroma de los productos de limpieza aún flotando en el aire, las ventanas francesas que abarcaban toda la pared del fondo del salón comedor estaban rechinando, y la luz entraba a través de ellos haciendo pequeños arcoíris.

Se tomó su tiempo para observar el enorme cuadro pintado en óleo donde Thomas Shelby sostenía las riendas de un enorme caballo blanco, se sonrió así misma acercándose para apoyarse en la silla de la cabecera de mesa tapizada de verde, estiró la mano para tocar el rococó del cuadro dorado.

– ¿Quién eres? – Se giró al escuchar la voz femenina que ofrecía una curiosa sonrisa en los rojos labios que sostenían un cigarrillo, el cabello repleto de ondas permanecía atrapado en un moño en la nuca – ¿eres la esposa del barbón que está allá afuera con mis muchachos?

– Su hermana, Antonella Solomons – Se presentó buscando proximidad para estrechar la suave mano de la mujer envuelta en una blusa negra y una larga falda de color borgoña.

– Polly Gray, la tía.

– Mucho gusto, señora Gray.

– Llámame Polly o harás que me de una embolia – La pelirroja rió volviendo a echar la mirada sobre el cuadro – eres mucho más hermosa de lo que John me dijo.

– Le agradezco.

– ¿Por qué? Eso ya debes saberlo, con ese rostro deben decírtelo mucho.

– No me enseñaron a alardear, pero sí – Caló el cigarrillo desviando la mirada hasta ella – No pensé que Thomas fuera un hombre egocentrico.

– Todos los hombres lo son – Se rió observando el cuadro junto a ella – le costó bastante decidirse a hacer ese cuadro, ese maldito caballo nos costó demasiado.

– ¿Perdió muchas carreras?

– La envidia que le tenían fue lo que más repercusiones nos trajo – Explicó acercándose a la licorera en el rincón – ¿Quiere un poco de ron? Es del de su alambique.

– Si le soy muy sincera, detesto el ron.

– Tengo ginebra.

– Ginebra entonces.

– Es muy irónico que no le guste el ron siendo que su alambique tiene el más grande negocio de todo Reino Unido – Comentó sirviendo la bebida para acercarse a la pelirroja que estiró su mano a recibir el vaso.

– El licor que exportamos ya se producía en ese alambique cuando yo nací, así que tristemente no pude decidir cual hacer.

– ¿Cuál habría escogido? – La observó con curiosidad dándole un trago a su vaso.

– Ginebra al parecer.

– Es de la ginebra de Thomas, hace un tiempo comenzó a hacerla al parecer tiene una pena de amor, imposible de sanar – Comentó estirando su mano para tomar la de la Solomons observando las pulseras y anillos en sus manos – ¿no hay anillo de compromiso?

– No creería cuantas veces he escuchado eso estos últimos dos años – Se rió permitiéndole a la mujer ver de cerca las alhajas – No lo hay aún, he estado negociándolo.