-CAPITULO 6-

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Nos concentramos en un vacio total, un lugar carente tanto de luz como de vida, siendo oscuridad a lo unico que se podia ver, incapaz de decir si se habia un inicio, o un fin...

El limbo

El lugar donde se carece de vida totalmente, o incluso muerte, un lugar donde no se sabe nada el, ni siquiera si existencia, pero de algún modo se sabía que estaba ahí.

Y había una figura femenina ahí, flotando, sin ningún problema, parecía que de algún modo sabía a donde iba, y no se podía decir si iba en línea recta, o hacia atrás, o si incluso se movía.

Aquella figura, tenía un cabello largo blanco como la nieve, con dos cuernos blancos saliendo de cada lado de su cabeza, saliendo ligeramente y luego curvandoce hacia arriba, destacando totalmente en ese lugar carente de color, una piel blanca, parecida al de un cadáver, con una figura hermosa, siendo con unas deliciosas curvas junto a un pecho de tamaño impresionante, en su rostro sus facciones delicadas con una nariz pequeña, unos labios carnosos y unos ojos de un color plateado hermoso, vistiendo con una túnica que se pegaba a su figura llena de curvas, abierta en la espalda mostrando parte de esta, y el vestido se extendía hasta sus tobillos. 

Shinigami, la diosa de la muerte Shintoista, caminaba tranquilamente, pero con una ligera irritación.

Uzumaki Naruto, el chico que no dejaba de impresionarla, vaya, la había vuelto a impresionar, viendo las tantas versiones diferentes del muchacho, había generado un...Gusto por el, y no planeaba mostrar ese interés frente a nadie, sólo el, y sólo tal vez.

Pero esta vez estaba irritada, ¿por que?, se preguntarán, bueno, uno de sus Uzumakis preferido se había extraviado, y no parecía volver, siendo que en el lugar donde se encontraba no tenía dioses, extrañandola mucho esto, pero al mismo tiempo facilitó su trabajo, siendo que era menos papeleo, y no tenía que pedir permiso de nadie para entrar, sonriendo sin poder evitarlo al pensar eso.

Pero aunque por mas que quisiera, tendría que dejarlo ahí, por que el espacio que ocupaba ese Naruto en su tiempo había sido destruido, siendo que no había vida en el, incluso las bestias con cola, habían desaparecido,

-Maldita...Cuando vea a Amaterasu la mataré...- Murmuró la muerte con irritación, ¿por que?, pues Amaterasu, la diosa del sol, también tenía puestos los ojos en Naruto, SU Naruto .

Ella siguió caminando, con una sonrisa casi imperceptible, se preguntaría como la recibiría el Uzumaki.

Sería algo interesante de ver, realmente ...

--○●○--

Naruto se levantó de su cama, bostezando ligeramente y peinando su pelo con su mano para acomodarlo, y dio un ligero suspiro de irritación, si pelo era completamente salvaje, por mas que intentó nunca pudo peinarlo, incluso gel, pero este sólo volvía a su posición original.

Escuchó un gemido por debajo de sus sábanas, y la levanto ligeramente, mostrando a la pelirroja durmiendo plácidamente,

No era la primera vez que esto pasaba, hace varios días que despertaba en su casa con la Gremory durmiendo abrazada de el, incluso Akeno había estado algunas veces.

-Nyaaaa~-  Escuchó y giró su cabeza a la derecha, viendo al pequeño gato negro que había estado durmiendo bajo su axila, estiró su mano y rasco detras de su oreja, escuchando el ronroneo del felino esbozó una sonrisa.

El siempre tuvo esa debilidad para los animales, incluso Koneko mostró cariño hacia el, a veces incluso se molestaba con el si no la acariciaba al menos 5 veces al día.

Se levantó con cuidado de la cama sin despertar a la pelirroja, y se estiró ligeramente, mostrando su cuerpo con algunas cicatrices, un cuerpo musculoso pero sin exagerar, perfectamente desgarrado y firme, el sabía de su atractivo, pero nunca le prestó atención, se lo habían dicho tantas veces que incluso ahora le daba igual, pero había alguien que siempre lo molestaba...

Esperanza (Naruto DxD)Where stories live. Discover now