LOVE?

Pretty Please

Inspiración (Pretty Please- Dua Lipa)

Iveth

-Una vez más... ¿Estamos en la farmacia comprando la pastilla de emergencia porque tuviste sexo descontrolado con un desconocido?.-Alana se cruza de brazos un tanto sorprendida.

-Baja la voz Alana.-podría llegar a ser tan ruidosa como un megáfono.

-Re-ca-pi-tu-le-mos.

-No hay nada que "recapitular". ¿Por qué te es tan difícil creer lo que pasó anoche?

-Porque estamos hablando de ti...

-¿Acaso todas no me alentaron para que sucumbiera?

-Ssssí, pero no imaginamos que te aventarías...-sonríe pícara.

-No es como si me hubiera puesto un paracaídas Alana.

-Pero sí una gran polla.-ríe.-¿Cómo era el hombre?

-Aquí tienes, cariño.-la vendedora me entrega la píldora. 

Tomo una botella de agua de uno de los refrigeradores.

-Era guapísimo.-muerdo mi labio inconscientemente al recordar lo bien que me sostuvo entre sus fuertes brazos.

-¿Seguiste mi consejo? ¿Te follaste a un afroamericano?

-No, era un tío inglés.

-Oh, un sexy blanquito.-entrecierra los ojos al pensar cómo lanzar uno de sus tantos comentarios.-Por favor no me digas que seguiste el patrón Langdon...-rueda los ojos.

-¿A qué te refieres?

-¿Blanco, escuálido, aburrido, excesivamente romántico?

-Blanco sí, escuálido cero por ciento...-sonrío tímidamente.-Era alto, castaño, recién afeitado y con una musculatura bastante notoria.

-¿Le viste el rostro?

-Sí y fue un tanto vergonzoso... Él, todo lo contrario a mí, jamás me esquivó su penetrante mirada, tenía unos ojos azules intimidantes y juguetones.

-¿Guapo?

-Podría ser nominado por la revista GQ como uno de los hombres más calientes del año 2022.

-¡Sí, joder!.-abre mi botella de agua y me la entrega.-Bueno, es hora de limpiar tus pecados.-me acerca la botella pero al instante la quita.-Aunque pensándolo bien no estaría mal que quedaras preñada de semejante hombre.

-¡Estás loca!.-le arrebato la botella y procedo a tomar la pastilla.-Listo, mis pecados se han ido.-sonrío orgullosa.

-Y yo que pensé que era la zorra del grupo.-ambas reímos y caminamos al auto.

Más tarde en el jardín de niños...

-¿Todo bien Nina?.-me acerco a la pequeña Nina Hill, una niña de la cual era maestra en el jardín de niños donde trabajaba.

-Mis padres volvieron a dejarme sola. Se fueron de viaje.

-¿De nuevo?

-Sí, señorita García.-su carita logra tocar las fibras más sensibles de mi corazón.-¿Por qué mis papás no me quieren?

¿Qué puedo decirle a una niña de 5 años? Era evidente que, en efecto, sus padres no eran las personas más cariñosas y entregadas a su crianza.