Parte III: Visita agradable.

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[Harper]
Hoy tengo un día libre, aunque me siento algo solo ya que mis hijos salieron con unos amigos de ellos. Me dijeron los padres que los traerían a casa cuando terminen, para ser honesto estoy muy tranquilo pues aunque no sea amigo de ellos los conozco y sus hijos se ven buenos chicos, al menos a Blake y Drake les agradan.

Si ahora me siento solo no me imagino cómo será cuando ellos ya no estén a mi lado, hay veces que he querido intentar salir con alguien... Pero creo que es mejor dejar las cosas así, no muy mayor aun, solo no puedo ver la manera en que algo pueda funcionar con otra persona.

De pronto me entra una llamada a lo cual trato de reconocer el número, pero no lo logro hacer:
— ¿Ho-hola?

Una voz familiar responde:
— ¿Sabes quién soy? Me ofendería si no lo hicieras.

Ahora sé quién es:
— ¡Steel! Vaya, tiempo sin saber de ti, veo que has cambiado tu número. ¿Cómo has estado?

Responde alegre:
— Sí, algunos problemas, al menos pude rescatar tu contacto. Estoy bien, dime, ¿tienes cosas que hacer hoy?

No pienso mucho en ello:
— Realmente no, terminé todo en casa y los chicos no están por ahora, así que estoy solo sin planes.

Me da curiosidad saber la razón de su pregunta, a no ser que...:
— De acuerdo, yo hoy estoy aquí por la ciudad, ¿puedo ir a verte?

Eso me encantaría:
— Por supuesto, te mando mi ubicación.

Colgamos y le mando la ubicación de mi casa, me emociona ver a Steel después de tanto tiempo. Realmente la única vez que lo miré fue cuando nacieron mis hijos,  de ahí no pude volver a verlo por muchas cuestiones.

Me trae recuerdos, sería un sueño que volviera y me dijera que me ama, pero sé que ahora tiene pareja, dejé ir a la persona que me gustaba, pero no me siento mal de ello ya que logró mucho más de lo que hubiera hecho estando conmigo.

Ya que no tengo mucho que hacer le he esperado algo impaciente, luego de media hora toca a mi puerta. Me levanto pronto y antes de abrir la puerta me relajo para no verme tan desesperado.

Abro la puerta y no lo puedo creer... Se ve muy bien Steel y muy maduro a como lo vi por última vez.

Entre lágrimas me abalanzo hacia él, me recibe en sus brazos alegremente:
— Hola Harper, no haz cambiado mucho desde que nos vimos hace años, aunque platicábamos por teléfono no es lo mismo a tenerte de frente, me alegra verte de nuevo.

Besa mi frente, estando mi rostro en su pecho le digo más que feliz:
— Te extrañé mucho, tú si que te ves diferente, incluso creo que eres más grande.

Me separo, el toro suavemente con sus pulgares limpia las lágrimas de mis mejillas:
— Mantenerme activo en el deporte me hizo verme así, pero bueno, ¿podemos pasar?

Agito un poco mi cabeza, había olvidado que estábamos afuera:
— Claro, entra.

Le doy el paso para que entre, ambos entramos luego le invito a tomar asiento sentándome frente a él para poder verlo:
— Dime, ¿qué te trae a esta ciudad?

Se relaja en el sofá:
— Realmente estaba de regreso a nuestra ciudad natal, pero ya que tendré unos días de descanso decidí venir a verte, quería también ver a tus hijos, pero parece que no están.

Río leve:
— Salieron con amigos, igual no creo que tarden mucho en llegar, ya llevan rato afuera. Dime, ¿cómo vas en tu relación?

Responde:
— Bien, ha sido muy paciente con lo de mis juegos y es atenta, quiere dar el siguiente paso, pero yo no estoy del todo listo. No digo que no sea buena persona, solo que siento que nos falta algo y no sé cómo decirlo.

Suelto un suave suspiro:
— Creo que debes de saber mejor que nadie que la honestidad es lo mejor para una relación, tal vez si hablas con ella ambos puedan resolver eso, solo toma las cosas con calma para que no te arrepientas de lo que vayas hacer.

Se levanta para sentarse a mi lado:
— Tienes razón, gracias. A veces aun recuerdo cuando vivíamos juntos y los pequeños momentos, es algo agradable.

Me abraza haciéndome sentir con nostalgia:
— Lo es, me hace ponerme sensible. Perdona que te diga esto ahora, no lo tomes a mal por favor, a veces siento que debí aceptar ser tu novio, pero tomé una buena decisión y mírate, todo un deportista reconocido, hay ocasiones en la que mis hijos ven tus juegos en televisión y les encanta verte. Yo también me alegro y siento que por dentro algo sigue porque... porque no he podido salir con nadie más.

Se sorprende un poco:
— No esperaba que me dijeras eso, bueno, el día que nos despedimos me diste lo que más quería creo que puedo darte algo, solo que será nuestro secreto.

Se acerca lento a mí para besarme, pienso que no está bien si tiene a su novia, pero quiero hacerlo.

De pronto tocan la puerta:
— Déjame ir a abrir.

Me levanto un poco sonrojado a la puerta, al abrir ya estaban dejando a la puerta a mis niños, les agradezco ser amables y atentos con ellos, creo que en algún momento me tocará a mí invitarlos, eso sería lo justo y me daría gusto.

Regreso a la sala y mis hijos se quedan sorprendidos, Drake me jala de la camisa:
— É-él es...

Creo que se quedó sin palabras al igual que Blake:
— Pa-papi, ¿e-es el de verdad?

Steel les sonríe:
— Vengan niños, no sean tímidos.

Corren emocionados a abrazarlo y él los recibe en sus brazos, se me hace muy lindo de manera discreta tomo rápido mi celular para tomar una foto, me alegra el corazón verlos así de animados:
— Como podrás ver y te había dicho, ellos te admiran.

Drake le pregunta:
— ¿Eres amigo de mi papá?

Blake se muestra curioso:
— ¿Cómo se conocieron?

El responde con una sonrisa:
— Sí, somos buenos amigos. Y nos conocimos en la universidad, extrañaba a su padre y quería verlos de nuevo.

Están confundidos preguntando al mismo tiempo:
— ¿Vernos de nuevo?

Me acerco para aclarar:
— Steel estuvo cuando ustedes nacieron.

Se muestran emocionados de ello, en verdad lo admiran. Buscan en su habitación un balón de americano que compré para ellos, le piden jugar a Steel y él con gusto sale al patio con ellos a hacerlo.

Disfruto mucho de este momento, me agrada que haya venido a visitarnos después de estos años, si que es una gran persona. Creo que es momento de reflexionar que al igual que él debo de expandir mis horizontes y salir con alguien más.

Puede que me anime un día no muy lejano, después de un rato de juego entran para tomar algo, el toro me pregunta:
— Quería saber si..., ¿puedo quedarme unos días contigo? Quería pasar unos días aquí, pero no hice reservación en ningún lugar.

Blake y Drake son insistentes en que lo deje quedarse en casa, creo que está bien, no tienen que convencerme de cualquier manera, sería un gusto para mí:
— Por supuesto que puedes quedarte, tengo un cuarto extra, así que creo que puedes estar tranquilo. Niños, mientras tanto ustedes vayan a bañarse, yo estaré preparando la comida, y si quieres descansar Steel, puedes hacerlo.

Se retiran a hacerlo, puedo notar que los tres están cansados, ellos de jugar y él por el viaje más jugar con ellos.

Me acerco y beso su mejilla:
— Gracias Steel, los hiciste muy felices.

Apostando Todo 2: Una nueva oportunidad (Furry Yaoi) [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora