21. Por fin

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—Amor, ¿Te encuentras bien? —el tono apaciguador de Off denotaba lo preocupado que estaba ante el serio semblante de su esposo

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—Amor, ¿Te encuentras bien? —el tono apaciguador de Off denotaba lo preocupado que estaba ante el serio semblante de su esposo.

—Sí, —respondió Gun de manera abrupta, haciéndose un largo silencio entre ellos— la verdad... Es que no... No lo estoy —confesó el pelinegro tras pensarlo bien, sin querer entrar en detalles.

Los focos de alarma de Off se encendieron rápidamente, y lo miró con preocupación.

—¿Qué pasa?¿Por qué estás así? —preguntó con nerviosismo, ¿en qué momento la situación entre ellos se había vuelto incómoda? —vamos precioso, necesito que me hables cariño, sólo así puedo saber qué fue lo que hice para que estés en ese estado, necesito saber que hice mal para ver cómo puedo solucionarlo —musitó Off mientras se mordía inquieto el labio inferior.

Gun permaneció en silencio tratando de no hacer contacto visual con el más alto, pero al parecer Off quería todo lo contrario, aunque había optado muy a su pesar por mantener la distancia, lo que menos quería era hacer enfadar a Gun, más de lo que ya estaba.

—Pensé que yo te iba acompañar a ver a tu padre —expresó por fin a modo de reproche.

En cuánto Off escuchó el motivo del enojo, de inmediato relajó el semblante, y hasta tuvo que reprimir una sonrisa que amenazaba con salir de manera abrupta, y más después de ver los bonitos labios de su esposo haciendo un gran y exagerado mohín, ahora entendía de dónde su hija había tomado la manía de hacer tremendos pucheros cada que quería salirse con la suya... y lo ponía de cabeza.

Gun no dudó en mirarlo ahora estaba más molesto que antes, por la falta de respuesta, y no tuvo otra alternativa que soltar el aire retenido, mientras veía cómo su guapo esposo se acomodaba tranquilamente en el sillón.

—Ven aquí precioso —el castaño dio leves palmaditas sobre sus anchos y firmes muslos para que Gun se posicionara sobre ellos.

—Off...

—Vamos, gatito... Ven aquí —dijo de manera melosa, al tiempo que volvía a dar nuevas palmaditas.

El pelinegro exhaló el aire con exageración al ver que no tenía otra opción, y tras virar los ojos se sentó sobre las piernas del mayor, quién recibió con gusto el cuerpo de su esposo besándole el cuello.

—Por supuesto que quería que me acompañaras. —susurró en la curvatura del cuello haciéndole cosquillas.

—¿Entonces?... ¿Por qué ahora de pronto quieres que mi papá te acompañe, mientras yo tengo que quedarme aquí muriendo de la preocupación con los niños? —cuestionó con algo de molestia.

Off permaneció en silencio como si estuviera meditando bien la respuesta que iba a darle, y sin dejar de besarle de manera tierna la sexy clavícula expuesta, finalmente respondió:

—Primero... Es nuestro papá, no lo olvides... —eso hizo sonreír a Gun— Y segundo... porque estoy seguro de que ésta reunión no será para nada agradable —el pelinegro frunció el ceño— y tercero y más importante... —le besó nuevamente el cuello— Porque no olvides amor que te conozco lo suficiente como para saber cómo te pones cuándo te enojas —atrapó con sus labios el lóbulo— y para serte honesto... no me gustaría tener que visitarte cada semana en el reclusorio, por haber lanzado a mi padre desde el último piso.

My lovely ex assistant - H.A #15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora