Si la fe no mueve montañas.

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Si la fe no mueve montañas.

Brant Monterrey.

Su hermana se las trajo.

Se las trajo como bienvenida.

¿Acaso Eliza me está viendo la cara de tonto?.

Si creo que es eso, me ve la cara de estúpido por qué seguro no me di cuenta de que Jensen le envío esas flores.

Me meto en la ducha y nisiquiera se si me baño si no que salgo así con una toalla puesta.

La rabia me arde pero no sé lo doy a demostrar cuando entra en la habitación, parece como si la hubieran sacado de una película de terror por que desde aquí puedo sentir su miedo.

Me coloco el traje sin mirarla por qué se metió a disimular con los niños. Estoy muy agradecido de que me hubiera regalado dos hermosos angelitos pero no quita que quiera arrancar su cabeza.

_¿A qué hora nos iremos?.

_Puedes irte tu sola, tengo cosas que hacer y quizás llegue tarde a la fiesta.

_¿Que harás?.

_Trabajo.

Me agrego perfume y preparo mis armas.

_¿Por qué no me dices que harás?.

_¿Por qué no me dices quien te envío esas rosas?

_Mi hermana las trajo, Jensen me las envió por qué quería pedirme disculpas.

_¿Disculpas?.

_Si...

_¡Esas son puras patrañas!, ¿Quería pedirte disculpas? ¿De dónde diablos sacó eso?.

_No lo sé, la nota lo decía.

_Preguntale si el me pidió disculpas a mi.

_Yo...

_Olvidalo quieres, tengo cosas que hacer.

Abro la puerta de cristal y empiezo a bajar las escaleras, recargo mi arma y con siete disparos destruyo el estúpido ramo de rosas.

Escucho como los bebés empiezan a llorar y poco me importa subiendo al elevador, la sangre me está hirviendo y en el primer piso marco el número de Brandon.

_¿Si?.

_No me importa lo que estés haciendo, necesito tus mejores armas.

_Pasa a la bodega a buscarlas, estoy ocupado.

_Necesito que pruebes las armas.

_Esta bien, espérame allá en unos minutos.

_Eso haré_Abordo mi auto y lo enciendo, pongo el teléfono en alta voz empezando a conducir.

_¿Que vas hacer? ¿A dónde vas?.

_Ire de cacería, supongo que estas muy ocupado.

_Trata de venir a la fiesta de está noche, es algo importante para mí.

_Depende a la hora que termine.

Si la fe no mueve las montañas, entonces tendré que moverlas yo mismo.

Se que estás aquí Jensen O'Connell e iré por ti como un animal enjaulado, mataré casa fibra de cuerpo y te haré picadillos, justamente como destrozaste mi corazón yo voy a destrozar el tuyo.

.
.

Una vez en la bodega Brandon me preparó sus mejores armas, tal vez nisiquiera las use, debería de matarlo con mis propios dedos.

_¿Cuando las usarás?.

_Mañana, le daré tiempo a la fiesta y saldré a las cinco.

_Ten cuidado viejo, Jensen es astuto.

_Deberia de ser más astuto que el, me cobraré todo y cada una de las cosas que me hizo.

_Creo que soy el culpable de todo eso.

_No te vengas a hechar la culpa.

_Llegue en un momento donde tu y Jensen eran inseparables, fuí un objeto en medio de ustedes.

_Nunca más vuelvas a decir eso, tu eres mi hermano y haría cualquier cosa por ti.

El dije de decepción no se le quita de los ojos y no entiendo por qué tiene que decir eso, fue un buen hermano y llegó cuando Jensen no estaba.

Termino de hacer algunas cosas y al anochecer pasada de las ocho ya estoy en mi casa.

El florar que destruí se mantiene en el mismo sitio y me doy cuenta de que la casa está vacía, se escuchan algunos provenientes de la cocina y empiezo a caminar hacia ella.

Una mujer voluptuosa está parada de espaldas contra la estufa, tiene un buen culo y el cabello negro le cae por la cintura, viene en pijamas cortos con una pantunflas de conejos.

_¿Eres?.

Se voltea inmediatamente dándome una perfecta vista de sus ojos. Son hermosamente negros con pestañas largas y cejas finas y unos labios pequeños pero rosados.

¿De dónde salió está mujer?.

_Lo siento, usted debe de ser el señor brant_Su voz enloquece a cualquiera y recibo su mano cuando me la extiende.

_Ese mismo.

_Me llamo Lois y soy la nueva niñera de sus hijos, la señora me contrató hace unas horas.

_Me doy cuenta.

_Ella acaba de irse y yo no durare mucho, me coloque una pijama para poder descansar un poco hasta las horas que vengan.

_¿Se fue con su hermana?.

_¿Una que es idéntica a ella? Si también se fue y dejó a su bebé.

Brant Monterrey tienes esposa e hijos tu tiempo de soltería ya acabó.

Me lo repito una y otra vez en la cabeza mientras salgo de la cocina para subir las escaleras, los bebés duermen tranquilamente y me meto a la ducha quitando cada suciedad de mi cuerpo.

Busco ropa en el clóset pero no encuentro nada adecuado para la ocasión.

_Señor brant... ¿Necesita ayuda?.

_No, estoy bien.

Me ajusto la toalla cuando se mete sin tocar.

Empieza a caminar y se mete en el clóset buscando no se que pero se lo permito quedándome parado.

Saca un traje azul marino que no me pongo desde hace un buen tiempo y si me lo pongo me quedara ajustado para mí cuerpo.

_Muchas gracias.

Recibo el traje y ambos miramos con dirección a la puerta cuando se abre, la hermana de Eliza mira la escena con la boca abierta y sin decir una palabra toma el bolso que está arriba de la cama y sale corriendo.

Pensó mal, de eso estoy seguro.

Me meto al clóset y cierro la puerta, seguro le dirá a Elizabeth y enserio estaré en problemas graves.

Me pongo el traje y me agrego perfume, salgo de la habitación ignorando el culo de la mujer que prepara la cuna de los niños.

Abordo uno de mis autos y empiezo el trayecto a la casa de Brandon lo más rápido y seguro que puedo, no sé en qué maldito vehículo se fue la hermana de Eliza pero no logro ver nada.

Llego a la casa de Brandon y no me sorprende ver tantos autos estacionados, me parque como puedo y salgo del vehículo.

Saga mafiosos #4 Conclusiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora