El día que decidí quitarme la vida.

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El día que decidí quitarme la vida.

Michelle Johns.

Los ataúdes que tengo en frente me quitan la estabilidad.

Uno tiene una persona pero el otro solo tiene fotos con sus seres queridos y sus cosas preferidas en toda la vida.

El cementerio está lleno de personas y ver a mi hermana destrozada llorar frente a un ataúd vacío me deja la garganta seca.

Vuelvo la vista al frente y caminando me coloco a su lado, tiene las bolsas debajo de los ojos púrpuras y los labios rojos, está pálido como la nieve y aveces pienso que abrirá los ojos.

Que me verá y me dirá que soy la persona mas linda del mundo, que me quiere y que nunca me dejará sola a mi y a mi hija, que siempre estará con nosotras a pesar de que halla tormentas.

No tengo idea de que como llevaré esto con el pasar de los tiempos y menos aver presenciado cómo se caía de un risco y su ex mejor amigo intentaba ayudarlo.

El nunca me lo dijo pero yo siempre supe que su peor enemigo era brant y que el lo amaba mucho.

El funeral transcurre normal y cuando los entierran decido irme para no volver a romper a llorar, le pido a uno de los hombres que me lleve al penthouse de mi hermana.

Al llegar me bajo del auto y subo al último piso del penthouse, la niñera está cocinando y no se percata de que llegué así que aprovecho y subo las escaleras hasta la habitación.

Mi hija duerme tranquilamente en la cama y mis sobrinos están en su cuna.

Acaricio su lindo rostro y las lágrimas se me vuelven a salir, tengo miedo de que se quede así, sola y que no pueda disfrutar de cuando sea grande.

Tomo el lápiz y un papel de la mesa de noche y me decido por escribir una carta.

Tomo el filo de la hoja entre mis manos y me doy cuenta de que lo que estoy a punto de hacer puede traer depresión pero no viviré con el temor de que mi hija se quede sin padre.

Paso el filo de la navaja por mi garganta y no hago ningún esfuerzo por hacer algo, la sangre mancha la alfombra blanca y miro una última vez a mi hija deseándole que tenga una feliz vida.

Se que estará huérfana pero tendrá personas que la cuidarán que no sea yo. Me siento cobarde, muy cobarde pero no puedo vivir sabiendo que no estaré a su lado, muerta es mejor.

Estaremos los dos juntos unidos justo como lo planeamos y nuestra hija vivirá en paz.

Así fue como decidí quitarme la vida.

Saga mafiosos #4 Conclusiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora