Cita a Ciegas

96 11 12
                                    

"Tictac, tictac" Escuchaba en el silencio de su habitación, expectante a la página abierta en su monitor con la cuenta regresiva. Su diestra sobre el mouse, lista para refrescar la web y finalmente comprar su tan esperado boleto.

Era el evento más esperado en Japón, pues el Gran Boxeador conocido como All Might, daría su último espectáculo antes de dar por concluida su carrera y pasar a ser una Leyenda viviente. Como Omega que era, solía estar mal visto que le gustase esa clase de deportes, tan agresivos y poco dignos para alguien de su clase, sin embargo, Katsuki se pasaba por el arco del triunfo aquellos comentarios.

Y comprar este boleto, significaba una vez más su protesta contra las normas de su madre y las estúpidas normas sociales. "Que se jodan". Pensó.

Cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡Cero!

La página se refresca tan pronto como da click, esperanzado de que recargara rápidamente y así alcanzar uno y tal vez dos boletos, sería bueno ir con un amigo después de todo, pero las cosas no parecían ser tan fáciles. Tardó dos minutos exactos, dos minutos en los que se mordió las uñas, los labios, rasgó sus mejillas con sus uñas, golpeó la mesa y ahogó sus gritos desesperados en su frazada favorita.

"¡Ahora!" Pensó desesperado, cuando la página finalmente cargó, dejándole ver con terror como la cantidad de boletos descendían vertiginosamente. Sin pensar mucho, compró un boleto, metiendo su tarjeta y viendo con angustia la pantalla de carga, todo él al borde de aventar o golpear cualquier cosa.

Compra exitosa ✔︎

Luego de ver con orgullo su boleto digital, Katsuki apagó todo y se tendió sobre su cama con total tranquilidad, dejando escapar un jadeo de alivio. Esa misma noche, Katsuki pudo dormir con la más grande de sus sonrisas, victorioso, ahora contando exactamente ocho días hasta la gran pelea.

----------------------------------------------------------

Una semana entera pasó desde su gran compra, había tenido conductas más "apropiadas" con la esperanza de ser libre aquel día tan especial, y todo parecía ir bien, su padre; Masaru, le había incluso comprado unos guantes de boxeo a la medida; pese a que no sabía sobre su compra "clandestina", los guantes no fue nada grotesco, algo sutil pero que aún así se mostraban de gran calidad y con colores cálidos. Su madre por otro lado, no lo había molestado a lo largo de los días, tan solo una mirada discreta o una palmadita en su cabeza, haciendo todo un lío con su cabello.

Era inusual que ambos pasaran tanto tiempo sin discutir, y para su desgracia, Katsuki tal vez debió haber prestado más atención a esa parte en especial.

–Te reunirás con el Hijo de un accionista mañana, Katsuki, no lo arruines esta vez. —Comentó la Omega, su madre; Mitsuki, mientras partía un trozo de carne elegantemente con sus cubiertos y su postura recta.

Su gran sonrisa se fue desvaneciendo, sintió que sus sienes dolían y sus puños se apretaron tanto hasta quedar blancos de los nudillos, todo mientras sus dientes chirriaban al mantener la quijada bien apretada.

–Hijo-

–¡Jodete! ¡Dijiste que no tendría que hacer esta mierda nunca más! —reclamó al levantarse, golpeando la mesa.

–Dije que habría una pausa hasta que te comportaras, además, el chico vendrá ¿No era lo que querías? —agregó la mujer, usando una vieja frase suya en su contra.

–¡Tengo planes! ¡¿No podías preguntar antes?!

Su rabia aumentó por cada segundo que pasaba, por cada segundo en el que era ignorado olímpicamente y por cada instante en que él debía ser el "recatado".

Flufftober 2022 [DkBk] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora