Flufftober 2022 [DkBk]

Vida Doméstica

Las mañanas de Katsuki podían ser realmente duras cuando su patrulla había estado llena de villanos molestos que sólo buscaban retarlo, no es que no pudiese, carajo, los había mandado a volar a todos y cada uno de ellos sin ningún herido; y eso lo llenaba de orgullo, pero llegar hecho polvo y sin siquiera poder tomar una ducha era jodido.

Sin embargo, las cosas malas traen cosas buenas.

Fue despertado por una lluvia de besos sobre su rostro, dulces caricias en sus brazos y mejillas, y un susurro que lo animaba a abrir sus ojos.

–Kacchan, el baño está listo —escuchó con la mente aún nublada.

No sabía si era el día siguiente o la misma noche, aunque confirmó lo primero una vez sus ojos se abrieron un poco, viendo al pecoso, bajo los rayos del sol matutino y recostado sobre un lateral mientras sus manos peinaban los cabellos de su frente.

Ah, como adoraba despertar así.

Otro beso en sus labios lo terminó por despertar, extendiendo sus brazos y piernas mientras la suavidad de las sábanas lo tentaban a volver a dormir, sin embargo, el delicioso aroma de algo picante cocinándose y el rugido de su estómago le hicieron comprender que el día tenía que comenzar.

Hizo caso y se levantó, tallandose los ojos mientras avanzaba al cuarto de baño. Escuchó la puerta del cuarto cerrarse, Deku yendo a terminar el desayuno. Supuso. Mientras tanto, Katsuki sólo se centró en desvestirse y entrar a la tina, sintiendo de inmediato como sus músculos se destensan pese a haber dormido largo y tendido. Era reconfortante, y en serio agradeció mentalmente por las atenciones que estaba teniendo Deku, ya después se lo agradecería apropiadamente.

Pero mientras tanto, él sólo disfrutó del detalle, acostándose y masajeando su cuerpo aún adolorido.

Cuando un golpe se escuchó en la puerta, Katsuki supo de inmediato que era hora de acabar la ducha, pues el rugido de su estómago y los múltiples murmullos de su esposo sobre cualquier cosa, le hicieron saber que aquello iría para largo y sin una pausa.

Ya sentado, pudo deleitarse con un desayuno típico, charlando cómodamente con Deku donde el pecoso hablaba sin parar y él sólo asentía o negaba ante alguna tontería; agregando una pregunta de vez en cuando. Los platos después del desayuno se lavaron en cuestión de segundos,

–Oh, por cierto, tendré un largo descanso, parece que harán remodelaciones en la agencia así que me otorgaron unas vacaciones —Agregó con entusiasmo, mientras movía la cesta de ropa a su cuarto de lavado con una caminata similar a un pingüino.

Sonrió ante la tontería, Deku podría tener la mejor maldita peculiaridad del mundo, y sin embargo, jamás usaba su fuerza para pequeñas cosas como esas, y aún sin ella, podía destacar que el muy descarado era todo un mastodonte lleno de fuerza bruta, no es que fuese más alto que él, con suerte había ganado unos cinco centímetros desde la preparatoria, aún así, su cabello indomable y lo frondoso de su cuerpo podían llegar a darle una apariencia más alta, pero adoraba que las cosas fueran así.

Hay que ser agradecido, pensó fugazmente, soltando una sonrisa ladina mientras sus pasos seguían al héroe.

Sabía que Deku lo adoraba, de cualquier manera que fuese posible, sin embargo, con años de casados e incluso de conocerse, Katsuki reconocía una extraña fijación del hombre, una que en serio le encantaba más que cualquier otra cosa. Por lo que, a penas Deku se elevó tras echar la ropa a la lavadora, Katsuki se adelantó a tomarlo de la cabeza, abrazandolo con aquel cariño que podía mostrar en la soledad de su hogar en lo que; convenientemente, el rostro del pecoso daba sobre sus pectorales.

Lo vio tartamudear y pintar su rostro de rojo, era un poco absurdo tras incontables noches compartidas bajo las sábanas y roces candentes, pero no le disgustaba, en todo caso, adoraba seguir teniendo el mismo efecto en Deku pese a los años, de la misma manera en que adoraba la mirada oscura que éste podía otorgarle tras recuperarse, provocando un cosquilleo en su vientre.

Ah, como adoraría ese tiempo fuera. 

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Creo fervientemente en que Deku es muy servicial como pareja en general y muy toqueton akhdkaxbk.

Kacchan por otro lado, lo considero igual, pero él necesita de un pretexto para hacer las cosas que usualmente no haría.

En fín, ¡Día cinco (atrasado)!