Flufftober 2022 [DkBk]

Se conocen en una boda

Izuku había tenido que sacar toda su fuerza de voluntad para no luchar con aquella señora que buscaba llevarse un pañuelo de edición ilimitada de All Might, una edición única y muy antigua de una caricatura de cuando era apenas un niño. No era la gran cosa, pero era el pañuelo, y, aparentemente, aquella mujer había sentido pena de él por su cara de cachorro herido al verla marcharse con el trapo, por lo que disimuladamente agradeció cuando ella lo dejó en un lugar sutil.

–No tienes remedio, Izuku —Burló su amiga, acercándose a él mientras sostenía otros cientos de pañuelos. –Es cierto que no se especificó el tipo de pañuelo, pero creo que ese es más para un niño que para un adulto que será padrino de anillos.

Y de sólo escucharlo, los nervios regresaban a él como una onda de calor que surge tras abrir el horno. Izuku había aceptado ser el "Padrino de anillos" luego de que un amigo muy cercano del novio se fracturara la pierna, los anillos estaban listos, por lo que él sólo debía pararse ahí y llevarlos cuando se le pidiera.

No tenía claro si era correcto aquello, pero luego de conocer al chico, Izuku pensó que podía hacer aquello como mínimo, al menos así iría como alguien relevante y no sólo como un amigo de la amiga de la novia. Ugh, tan revoltoso, pensó.

–Kirishima dijo que no era nada comparado con su amigo que quería llevar un disfraz de dinosaurio... —Explicó con cierta gracia, aunque a la pareja no parecía importarle, Izuku se preguntó qué tan serio se podía tomar una boda con alguien vistiendo de esa forma, aunque le quedó muy claro que las formalidades eran absurdas con aquel par de curiosos novios.

–Sólo intenta que no destaquen todos los colores, Mina es accesible pero quiere que quede algo de seriedad —Palmeo en su hombro luego de aprobar el conjunto. —Ahora andando, la boda empieza en dos horas, hay que estar listos. —Finalizó la mujer que se dirigía a las cajas.

Izuku dio un largo respiro, tendría que agradecerle apropiadamente a Ochako por su infinita paciencia, quizá después de todo tendría que pasarle el número de su cliente obsesionada con la sangre; sutilmente, por supuesto.

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Izuku se mantuvo a un lado de Kirishima junto a otros tantos hombres, todos lucían más serios de lo que pensaba, por lo que se sintió ligeramente estúpido cuando su pañuelo de All Might destacó sobre los otros. Ah, debió hacerle caso a Ochako. Sus nervios no menguaron en ningún momento, ni siquiera cuando un bonito chico de ojos rojizos lo miró de arriba abajo, quedando con la vista fija en su pañuelo.

Su primer pensamiento fue quitarselo, guardarlo en su bolsillo e intercambiarlo por uno de repuesto en el bolsillo trasero de sus pantalones, era un excelente plan, pero cuando la música nupcial comenzó, sus músculos se tensaron, además de ser retenido precisamente por aquel hombre que lo había fulminado segundos atras.

–Quédate quieto y sólo muévete cuando sea tu momento —escuchó una voz profunda, ronca pero suave al susurrar.

Se sintió relajado con aquella voz, fue extraño pero había servido lo suficiente para mantenerlo en una nube por un largo momento, hasta que un ligero codazo lo sacó de su burbuja, topándose por tercera vez aquellos ojos bermellón que lo miraron profundamente, mientras su cabeza apuntaba a la pareja que aguardaba por él.

Sus nervios aumentaron abruptamente, pero eso no evitó que avanzara hasta ellos. Ver a Ochako con el otro pequeño cojín en manos y ofrecerlo a la pareja lo relajó un poco, al menos tenía un ejemplo visual de qué hacer, por lo que, imitando, esperó hasta que ambos tomasen las sortijas, seguido de regresar a su lugar y ver finalmente el cariñoso beso entre la pareja. Escuchó a los hombres a su lado bromear, cosas como que la bestia era domada o que habría que ponerle un mandil a Eijiro surgieron, rio un poco, pesea no conocerlos comprendía las bromas amistosas, sobre todo cuando estas pasaron a ser escuchadas directamente por el novio, quien no tuvo reservas en compartirlo con la novia y reír juntos.

Vaya, casi deseaba casarse también.

Siguiendo las risas, Izuku se unió al ambiente ameno, siendo empujado a la sesión de fotos pese a que se mostró con negativas, ¿Era apropiado ocupar el lugar de otro? Supuso que no, pero cuando la novia llegó a él y le pidió (exigió) unirse, no hubo muchos lados a los que hacerse realmente.

La sesión fue toda una odisea, realizando poses que no cobraban sentido o eran sencillamente ridículas, pero que, aún con la vergüenza en la cúspide de todo, fue la mejor experiencia que había tenido en años, y ver a aquel chico rubio fue otro de los tantos premios.

Cuando el fotógrafo pasó finalmente con él para mostrar su trabajo, Izuku se sintió cautivado y avergonzado por una en especial. todos miraban a la cámara con grandes sonrisas, sin embargo, alguien en especial miraba a un lado, a él, con apenas una sonrisa visible y una mirada serena, con aquel cabello cenizo indomable que desafiaba las plastas de gel y un perfecto porte que acentuaba su figura. y luego, una siguiente foto, compartiendo miradas en un momento fugaz, lo recuerda perfectamente bien; aunque no esperó que el fotógrafo captará ese momento en especial.

Izuku definitivamente debía hablar con aquel chico bonito antes de que la noche acabase. 

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¡Día seis!

Este capitulo tendrá continuidad ;)

PD. Amo el Kirimina 🤧✨💖