Capítulo 14

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Niall salió rápidamente del baño del instituto, preocupado por llegar tarde a clase camina con apuro. Tomó su celular para mandarle un mensaje a Louis para avisarle y esto provocó que no viese a la persona con la que chocó.

—Mierda, l-lo siento. Es la segunda vez que me pasa, perdón...

Niall levantó la mirada encontrándose con aquel chico rubio y tímido.

—No te preocupes, yo iba sin fijarme —niega rápidamente— ¿Eres nuevo? nunca te había visto...

—Si, me mudé hace unos días... no conozco mucho de aquí —sonrió tímidamente.

—Oh, ¿cómo te llamas? Soy Niall —extendió su mano siendo correspondida con energía— ¿Has hecho amigos? si quieres puedo enseñarte la ciudad con mi mejor amigo, a él no le molestaría.

—Soy Damián, no he hecho amigos aún, es mi primer día... Gracias por tu invitación, me gustaría.

—¡Genial!, ¿te gusta el cine? El de aquí es muy lindo y pasan películas viejas.

—Eh, sí, claro —Damián asintió un poco abrumado por la actitud enérgica del rubio.

❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿

Harry abrió la puerta de su casa dejando pasar primero a Louis quién tímido miró a su alrededor. Pronto el sonido de pasos rápidos por la casa, llamaron su atención.

Una niña alta, delgada y de un largo cabello castaño oscuro paró en seco al verlo. Una sonrisa amplia se formó en el rostro de la niña, dejando a la vista la falta de un diente delantero.

—¡¿Eres Louis?! —la hermana del rizado se giró a este, esperando una respuesta— ¡Lo trajiste!

—Hol...

—¡Si eres muy lindo!, Harry siempre dice eso.

Louis se ruborizó ante las palabras de la niña y Harry sonrió con orgullo.

—Te dije, Gemms —pasó un brazo por los hombros del ojiazul.

—G-Gracias, per...

—¡No sabes cuánto le rogué para que te trajera! —se acercó a él con una sonrisa que le hacía recordar bastante a la de Harry, extendió su mano— Gemma Styles, la más linda de la familia, por cierto —Louis estrechó su mano con una sonrisa, el rizado vio aquello también con una sonrisa que se le borró al instante.

—¡Hey! Yo también...

—Tú eres alto, cállate, ricitos.

—¿Y eso qué tiene que ver?

—Que eres el alto de la familia, ya tienes un puesto.

—Podría tener dos puestos...

—Sh, ¿me haces la merienda? Déjame a Lou un rato, quiero mostrarle mi habitación. ¡Tengo una colección de esmaltes! —Gemma tomó la mano de Louis y tiró de ella.

—Gemma, no seas grosera, apenas lo conoces. Si él quiere ir contigo está bien —miró a Louis con una mueca de culpa, pero este lo tranquilizó comuna sonrisa amplia y asintió. Gemma procede a guiarlo a un pasillo— ¡No te olvides que es mi chico, no el tuyo!

—¡Por ahora!

La niña se lo llevó hasta su habitación. Las paredes y la mayoría de la habitación estaba adornada de un noto violeta, Louis miraba a su alrededor sorprendido, nunca había visto una habitación con tanta personalidad.

Gemma se acercó a él con una caja entre sus manos, de un violeta pastel, la abre y deja a la vista dicha colección de esmaltes de una gran variedad de colores.

—Vaya, tienes muchos y muy lindos —Louis miró la caja con una mueca de sorpresa.

—¿Ves? ¡Ni siquiera mis amigas tienen tantos! ¿Puedo pintarte las uñas? —El castaño asiente— ¿Qué color te gustaría?

—Negro —La niña asintió y sacó el esmalte de la caja, Louis extendió su mano.

Gemma tomó asiento a su lado y con concentración comienza a pintar mientras le daba miradas fugaces.

—¿Por qué te gusta mi hermano?

—¿Por qué me gusta? —alza las cejas, sorprendido por la pregunta— Bueno, porque es muy bueno conmigo, es lindo y cariñoso.

La niña no responde y vuelven a quedar en silencio unos segundos.

—Del uno al diez ¿Qué tan guapo crees que es?

Louis rió, dándose cuenta de que la niña quería curiosear y bombardear a preguntas, como un juego.

—Pff, un diez es muy poco para él, es demasiado hermoso para valorarlo con un simple número —suspiró con la cara del rizado sonriente en su mente.

—¿Más que un diez? ¿Aunque sea un chico también?

Y Louis también se da cuenta de que a pesar de que Gemma no parezca tener problema con la relación de ambos, aun no comprendía.

—Aunque sea un chico sí —asintió— Es un chico... perfecto.

—¿Y lo quieres?

—Muchísimo.

Volvieron a quedar en silencio, la niña termina de pintar sus uñas y lo miró esperando una reacción que Louis le da.

—Me encanta, eres muy buena —alaga.

—Te queda precioso —concordó Gemma— Te toca pintármelas a mí.

—No soy tan bueno como tú, pero si quieres. ¿Color?

—Violeta.

Louis asintió sacando el color de la caja comenzando a hacer su trabajo.

—Me gustas como novio de mi hermano —confesó mientras ve con atención como Louis pinta sus uñas— No le rompas el corazoncito, se pone muy gruñón cuando está enojado.

—Jamás lo haré, no lo permito, lo prometo.

—Confío en ti, Lou.

Un rato después apareció el rizado con una bandeja con la chocolatada y unas galletas. Ambos mostraron sus uñas que Harry alagó y pidió que la próxima se la pintasen a él también.

—Bueno, todo muy lindo, pero si me disculpas me llevaré a mi chico conmigo —Harry tomó la mano de Louis.

—Si, si, déjenme sola. Soy alguien que necesita su privacidad —los empujó fuera y cerró la puerta en el rostro de ambos.

—Va a llamar a sus amigas y les va a contar lo que sea que hayas hablado con ella —aseguró el rizado mientras rueda los ojos.

—¿Por qué dices eso? —lo miró confundido.

—Tiene diez, si nos ve besándonos se desmayará y correrá a contarle a todos que su hermano besó a otro chico —lo condujo por el pasillo unos pasos hasta llegar a una puerta correspondiente a su habitación— Eso no existía en su mundo antes de que le dijera.

Louis observó la habitación de Harry y se sorprendió un poco al ver el orden y el tamaño de esta. Tenía una cama un poco más grande que la suya con pulcras sábanas azules, un pequeño mueble a los pies de esta sostiene una televisión no muy grande y no había demasiada decoración más que afiches de festivales o bandas en las paredes.

—No tengo nada interesante aquí, pero podemos ver una película o algo —dijo sentándose en su cama. Louis se dejó caer a su lado acostándose mirando al techo, Harry lo copió apoyándose en su costado, pasó una mano por su estómago hasta entrar por debajo de la camiseta— ¿Qué tal están los moretones?

Louis cerró los ojos, limitándose a sentir las caricias y disfrutar.

—No duelen y ya casi no se ven —Harry se acomodó poco a poco acostándose sobre su cuerpo, apoya la cabeza en su pecho. Louis lo abrazó acariciando sus rizos— Hazz.

—¿Mhm?

—Estoy enamorado de ti.

Harry levantó la cabeza y con ojos brillosos por la emoción le sonríe ampliamente.

—Yo también estoy enamorado de ti. Me tienes como un loco por tu amor. 

¿Cliché?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt