DESTINO ; 윤민 [YM]

48: ¿Qué está pasando?

El leve sonido del ambiente inundaba sus sentidos, mientras escribía ciertas cosas en su portátil y tomaba, de vez en cuando, leves sorbos a su café helado. Era puntual, le encantaba ser puntal, era un tema en su vida muy importante, pero comprendía que no todas las personas tenían esa manía, sobre todo a la que estaba esperando.

Abrió una nueva página en el navegador y buscó las noticias, ya que el televisor del local se encontraba apagado.

— Disculpa por la demora. — una gran figura conocida apareció delante de ella.

Ha neul abrió los ojos sorprendida al ver al joven todo cambiado. ¿Ese era Kim Taehyung? ¿El Taehyung que ella conocía?

— Kim. . . — murmuró la omega mientras el alfa se sentaba frente de suyo. — Woah. . . Taehyung mírate, estás irreconocible. — comentó muy feliz.

Taehyung rió y asintió. De igual manera ella esta diferente, no solo por su llamativo cabello rojizo, sino que se notaba el cambia en su forma de hablar. — Tu rostro se ve más pequeño. — alagó, haciendo sonreír a la mayor y sonrojarse levemente.

— Es bueno volver a verte. Fue una sorpresa cuando me dijiste que vendrías a Seúl. ¿Por qué no me llamaste antes? Tal vez así nos hubiéramos encontrado en otro tiempo, no justo en estas épocas. — le recriminó un poco con la mirada, a lo que el alfa solo se hizo el desentendido. — Bien, lo dejaré pasar. Si no te conociera estuviera muy molesta contigo.

—¿Lo estás?

— Sí, pero no es bueno enfadarse, es malo para las arrugas. — tocó su rostro, a lo que Taehyung rodó los ojos. — Y cuéntame ¿qué tal Seúl? ¿Agitado? ¿Estresante? 

El alfa asintió. — Todo lo que no tenga que ver con divertido, me parece bien. — la chica frunció el ceño no comprendo sus palabras. — . . . Es. . . ¿Estresante? Ah. . . La universidad es más exigente de lo que creí, mis manos ya no son las mismas desde que empecé.

Ha neul rió y asintió. — Pobre, por eso decidí ser traductora, no es tanto trabajo, y ando viajando. — se inclinó hacia adelante y movió las cejas de arriba hacia abajo, haciendo reír al alfa. — . . . Ya, ya, pero cuéntame. ¿qué tal la vida? Olvidémonos de los estudios o lo estresante que es la ciudad. ¿Cómo esta Jungkook? — y esa pregunta bastó para quitar todo rastro de felicidad en el rostro del menor. — No lo veo hace años, ¿habrá crecido? Ese chiquito era tan lindo, como un conejito. — recordó encantada.

Solo hubo pocas ocasiones en la que se pudo cruzar con él, y cada que lo veía parecía un niño al lado de Taehyung, porque era muy pequeño para su edad. Y lamentablemente la vez que pudo conocerlo formalmente se enteró que su hermano se había metido en una pelea, y por la molestia hacia su desobediente menor no pudo estar tranquila en todo el momento, peor cuando le llamaron de la comisaria, tuvo que dejarlos y salir corriendo. Malos recuerdos.

— . . . ¿En serio lo marcaste? — siguió preguntando. — Mierda Kim, era un niño debieron ser más cuidadosos. . . — recordó cuando él se lo había dicho en una llamada, ya que en ese tiempo ella ya había partido de Busan. Pero no pudo seguir preguntándole cosas porque la incómoda actitud del menor le dio a entender que algo no iba bien. — Pasó algo. — aseguró.

— No pasó nada. . . — intentó negarlo.

— ¿Qué pasó? — preguntó. Apoyando sus codos en la mesa entrelazo sus manos y apoyó su mentón sobre estas, mirándolo fijamente. Mas el silencio que le dio el menor, no fue de su agrado. Era obvio que se estaba haciendo de rogar. — A ver, es cierto que cada que nos encontramos terminamos hablando como unos loros, pero ahorita parezco la única loca hablando con una pared deprimida, así que eso significa una cosa, algo pasó.