Diecinueve | No Te Atrevas

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Ryan estaba sentado al lado de Frank en la oscuridad de la noche, con Ray, Bert y Gerard dormidos alrededor de ellos, y Frank mentiría si dijera que no había estado esperando esto desde el momento que Ryan se unió a su grupo.

Cuando había estado en el 'clan' de Lindsey, una pareja de nombres Brendon y Ryan, habían pasado por ahí, ofreciéndoles comida a cambio de una cama para esa noche. Se mantuvieron bastante discretos, pero a Lindsey pareció agradarles, incluso si a Frank no. Terminaron quedándose una semana, para gusto de Lindsey, y cuando se fueron, Frank esperó nunca tener que volver a verlos. Se había equivocado.

"Entonces, escuché que mataste al chico Way." Ryan dijo, y el menor suspiró. "Debo decir, eso fue frío, incluso para el mano derecha de Lindsey. ¿Cómo lo tomó ella?"

"Intentó matarme." Frank siseó como respuesta.

"Comprensible. Ella es una chica que toma vida por vida."

"No lo entiendes."

"Oh, lo entiendo jodidamente bien, de hecho."

Frank lo miró con su único ojo funcional, apretando la quijada casi dolorosamente. "Todos planeaban asesinarlos, sabes eso, ¿no?" Cuando Ryan lo miró aturdido, asintió con burla. "Sí. Todos fingían que nos agradaban, pero solo queríamos que se fueran. La única razón por la que se quedaron fue porque Lindsey los quería ahí. Si se hubieran quedado más tiempo, se habrían vuelto sujetos de prueba o cadáveres."

Le tomó un momento al mayor hablar. "Al menos yo no soy un asesino."

"Al menos yo no voy a morir solo."

Y luego vino la cachetada que despertó a Gerard, y Frank, con una mejilla ardiendo, se levantó y dejó la casa vacía en la que se estaban quedando, sin siquiera importarle una mierda si había zombis afuera. Ryan solo no podía soportar la verdad. Ryan no podía soportar una mierda.

~

"Frank jodido Iero." Una sonrisa malvada se esparció por el rostro de Lindsey, y se cruzó de brazos, la mirada asesina y maniaca casi convertía sus irises en rojo. Ni Ryan ni Ray la habían visto tan encantada. Frank sí.

"Lindsey." Tragó pesadamente, mirando la mano mutilada de Ryan, la cual había notado segundos antes de darse la vuelta para irse. "Eso no fue obra tuya, ¿o sí?"

Ella rio burlona. "Oh, piensas tan poco de mí, Frankie. No, ese fue su novio zombi."

"Zombi... no entiendo." Se giró hacia Ryan. "¿De qué habla?"

El mayor se quedó callado, por lo que Lindsey suspiró exasperada, respondiéndole. "Encontré al novio de Ryan en medio de una horda de zombis y lo traje aquí. Ryan quiere hacerlo humano de nuevo."

Frank miró con incredulidad a Ryan. "¡¿Estás jodidamente loco?!"

"No, yo solo... que puedo hacerlo, Frank, yo –" con una seña de mano de Lindsey se calló, apretando los labios, y Ray Colmilludo se paró a su lado, lamiéndose los labios de vez en cuando.

"Ven conmigo, Frankie. Quiero que charlemos." Ella dijo, saliendo de la habitación, y Frank, contra su mejor juicio, la siguió.

¿Qué es lo peor que ella podría hacer?

~

Resultó que, al segundo que fue encerrado en el laboratorio con un arma apuntando en su cabeza, era probablemente lo menos que ella podía hacer. Había sangre por todos lados; en las paredes, manchando las baldosas, en la tabla de operaciones en medio del cuarto – incluso en el techo. No quería saber cómo llegó ahí.

We Can Run, Or We Can Die [Traducción]Where stories live. Discover now