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Sakumo jadea y prácticamente tropieza con la bolsa cuando Kakashi lo empuja en un intento de avanzar más rápido.

Gai también empuja a Dai, pero Gai al menos parece un poco avergonzado por mover las bolsas tan bruscamente y se disculpa con Dai en algo que luce bastante diferente Kakashi.

Por supuesto que a Kakashi no le importa. Él sabe que Sakumo es fuerte y además sabe que ni siquiera hay algo seriamente importante que romper en las bolsas que están cargando.

Todo lo que compraron fue comida, algunas flores aromáticas que Dai lleva y un juego de cubos para cada niño. Fue una visita muy rápida al centro de la ciudad, y además se dividieron algunas veces para agilizar las cosas y volver lo más rápido que pudieran.

La boda será mañana después de todo. Y no importa todo lo que Sakumo dijo sobre improvisar un cóctel sencillo para ahorrar esfuerzos, Dai es lo suficientemente hábil para preparar algo y todavía lucir radiante para su cita con el juez, los sannin y su nuevo marido en el viejo bosque de Konoha.

Tal vez, Dai ni siquiera tenga tiempo dormir, pero Sakumo se asegurará de quedarse a su lado y dormirá exactamente los mismos minutos que Dai para equilibrar su situación. O puede que incluso duerma menos. Sakumo cree que estará despierto toda la noche y que apenas podrá beber agua sin vomitarlo todo debido a los nervios y la emoción de finalmente casarse con un hombre. Con el hombre que quiere. Con el mejor hombre que alguien podría tener.

Además, Dai y él tendrán un ritual de unión clásico. Como una pareja de verdad. Y lo que es más emocionante de todo es que durante su paseo no pararon de rozarse las manos y darse guiños mientras la gente no veía.

Parecía como si al volver a casa podrían entrar a la misma habitación y dormir abrazados uno al otro. Como si Sakumo pudiera meter las manos bajo la ropa de Dai y estaría bien. Como si se supone que eso fuera lo que sigue.

Afortunadamente Gai y Kakashi también habían estado tranquilos y ni siquiera parecían interesados su coqueteo extremadamente obvio.

Dai fue con Gai la mayor parte del camino, pero en la última parte del mercado Sakumo fue con Gai y Dai fue con Kakashi en un intercambio espontáneo para tratar de ahorrar un par de vueltas al pueblo.

Dai sabe manejar bien a Kakashi, e incluso si Sakumo tartamudea cuando Gai le da la mano o le pregunta alguna cosa extraña sobre la vida, Gai le ayudó mucho para las últimas compras que Sakumo hizo improvisadamente en una de esas tiendas elegantes de la gente civil.

Sakumo confía en el buen gusto de Gai. Y no podría haber mejores consejos que los que sonaban absolutamente raros.

— ¡Solo date prisa! — Kakashi grita y mueve sus cortas y pequeñas piernas en un bailoteo mientras mira a Sakumo como si realmente fuera una tortuga muy vieja y no como si su única intención fuera jugar con su pequeño amigo — Más rápido, papá, así no podré llegar antes que Gai.

— ¡No podrías llegar antes que yo, Kakashi! — Gai grita y salta, bailoteando también con esa hiperactividad que tiene tan remarcada y que sin duda alguna heredó de Dai.

— ¡Estoy seguro que sí!

— ¡No! ¡Yo estoy seguro de que tú no estás seguro que sí!

Kakashi tuerce los ojos ante la falta de coherencia de Gai, pero luce más interesado en comprobar que de hecho tiene razón y puede ser más rápido.

— Entonces corre si puedes hacerlo.

— ¡No, tú corre si yo puedo hacerlo!

Kakashi vuelve a poner los ojos en blanco y suspira con exasperación al mismo tiempo que se encoge de hombros y comienza a correr con fuerza, obviamente dejando a Gai muy atrás en un solo parpadeo.

No es una locura si es contigoWhere stories live. Discover now