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Emilio se encontraba con sus tres amigos en el restaurante de comida rápida al que iban cada lunes, el cual estaba en una pequeña plaza llena de más lugares similares.

Los alfas disfrutaban de ver a Ethan nervioso por la próxima presencia del omega que lo traía loco hace ya un buen tiempo, también les pedía que no lo avergonzaran y ellos se burlaban diciendo que lo espantarían.

Obviamente era puras palabras, pues ellos jamas harían algo que perjudicara a su mejor amigo.

—Ahí viene, siéntate bien.—Advirtió Asher.

Ethan inmediatamente se puso recto, causando risas de sus amigos.

Emilio, quien se divertía con el comportamiento de su mejor amigo, sintió despertar su curiosidad ante el masculino aroma a eucalipto que se había hecho presente, incluso siendo más fuerte del sutil aroma que tenía el omega que le gustaba a Ethan.

Volteó para encontrarse a Joaquin a la par de Dylan.

A este chico le gusta ser masoquista. Pensó.

Una vez se acercaron a la mesa fue que se saludaron alegremente, incluso se sorprendió de ver a Joaquín un poco amigable con los chicos, dándoles sutiles sonrisas como saludo.

Apenas se sentaron fue que Asher inició una charla acerca del sutil mechón de pelo azul que Dylan al parecer acababa de hacerse, el omega contó agradablemente su experiencia, sintiéndose incluido.

Emilio no sabía mucho sobre decoloraciones así que no participó en la plática, en cambió observó con curiosidad al alfa rubio frente a él, que tampoco aportaba palabra alguna.

Fue en ese momento que Joaquín volteó hacia él y sus miradas chocaron, ninguno la apartó.

Emilio no pudo soportar la tensión y tuvo que hacer una cara graciosa, que para su sorpresa hizo que el rubio riera silenciosamente.

Entonces el peli negro tuvo una idea y el celular de Joaquín sonó justo en ese momento.

Emilio.
Es raro que no uses inhibidor de aroma.

¿Tratas de marcar territorio?

Pudo observar como el alfa rubio rodó los ojos

Rubia presumida.
Solo lo uso en la uni o reuniones llenas de gente. Pero hace rato me bañé y olvidé usarlo, mi culpa.

Pero oye, tu nunca usas.

Tus amigos tampoco.

Emilio.
¿Cómo vamos a atraer omegas si nuestro aroma está ausente?

Rubia presumida.
Seguro que Jieun tiene la respuesta.

Emilio.
Es broma, no ando buscando omegas.

Rubia presumida.
Oye, rarito. Creo que es de mala educación usar el celular en la mesa con tus amigos. Si quieres platicar háblame.

Sé que te intimido.

El alfa soltó una carcajada que llamó la atención de todos por un momento, antes de seguir quejándose de la profesora de Biología.

—No me intimidas.— Dijo solo para Joaquín, quien era el único que le estaba prestando atención.

—Haré como que te creo.— Habló Joaquín, divertido.

—Woah, ¿ves que puedes ser agradable? Es la primera vez en mucho tiempo que te veo tan siquiera sonreír. Cualquiera diría que has tenido una buena follada.

Alfa Dominio/OmegaverseWhere stories live. Discover now