nct halloween oneshots ; ☆

dia 7. (mi esposo me ha estado espiando desde las esquinas)pt3.

Cap anterior continuación: "Me alejé de la casa más rápido de lo que legalmente debería haberlo hecho, temblando todo el tiempo, ya sea por miedo o por frío. Tal vez un poco de ambos. No había agarrado ni un abrigo ni un par de zapatos. Todavía estaba en mis calzoncillos y mi pelo todavía estaba húmedo."

Conduje directo a la casa de mi hermano Mark a unos 40 minutos de distancia, ignorando todas y cada una de las llamadas y mensajes que recibí. No revisé mi teléfono hasta que estaba estacionado a salvo en la entrada de mi hermano. Ten había llamado 4 veces y enviado como 100 mensajes, todos preguntándose adónde había ido y por qué me fui «así.» 

Tiré mi teléfono al tablero furioso por su actitud despreocupada. Mi hermano y su esposo se sorprendieron de verme, sobre todo porque iba vestido con un par de boxers, pero me dijeron que me quedara el tiempo que necesitara. Chris me prestó algo de ropa y me preguntó qué había pasado. Le dije que Ten y yo tuvimos una pelea, pero no entré en detalles. No quería que pensara que estaba exagerando, dejando a mi esposo por una broma, aunque fuera extraña. Quiero decir, ¿no lo había animado durante años a relajarse en lugar de ser tan serio todo el tiempo? Quería que se relajara y relajara, pero esto no era lo que tenía en mente.  

Intenté dormir en su sofá, pero mi cerebro no me dejaba dormir. Cada vez que cerraba los ojos veía la cara de Ten mirándome desde dentro del armario. Saber que él había estado ahí conmigo todo el tiempo hizo que mi piel se arrastrara. Él nunca había dejado el maldito baño en absoluto. En vez de eso, se metió en el armario y cerró la puerta del baño para engañarme. 

La sola idea de volver a casa me daba ansiedad. Me revolví y me di vuelta, sin poder dormir. Mark terminó dándome un somnífero para que pudiera descansar un poco. Mi sueño estaba lleno de sueños terribles. Toda la sonrisa de Ten. 

Me desperté justo cuando el sol empezaba a salir. Mi cuerpo dolorido me dolía desde el sofá, y me sentía agotado. Sabía que tendría que llamar a Ten en algún momento, pero no sabía qué decirle. No me iría a casa a menos que me diera su palabra de que nunca haría más mierda espeluznante. 

Sólo quería a mi esposo de vuelta. Su ser normal y serio nunca me ha parecido tan bien. 

Estaba pensando en llamarlo y decirle eso, cuando ese sentimiento familiar se apoderó de mí. Me estaban vigilando. Estaba mirando al techo, con el corazón en la garganta. No quería apartar la vista pero cuanto más tiempo ignoraba el sentimiento peor se ponía. 

Mis ojos se alejaron del techo casi por su cuenta. Y ahí estaba él su rostro estaba presionado contra la ventana junto al sofá, mirándome con esa misma sonrisa abierta. Saliva goteó por sus labios,  no sabía cuánto tiempo había estado allí, pero algo me dijo que había estado allí bastante tiempo, posiblemente toda la noche. 

No me molesté en gritar, aunque temía que la ira superara cualquier temor que sentía en ese momento. Salté del sofá y golpeé mi mano contra el vidrio. 

—¡Ten! ¿Estás loco? ¿Qué diablos te pasa? ¡Sólo vete a casa!
He gritado. —¡Ahora!» 

No se movió, y su expresión espantosa nunca cambió. En todo caso, su sonrisa sólo creció, como si nunca hubiera estado más eufórico. 

Podía oír a Mark y a su esposo Haechan moviéndose arriba. Como si Ten pudiera oírlos desde su casa, su cabeza tembló ligeramente en su dirección, y empezó a cerrar la boca lentamente. 

Mark me llamó desde arriba, obviamente preocupado. Me volví para verlo a él y a su esposo corriendo por las escaleras. Cuando volví a la ventana Ten se había ido. La única señal de que había estado allí eran las dos rayas de baba que todavía goteaban por la ventana.