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dia 8. (mi esposo me ha estado espiando desde las esquinas)pt4 y última.

Capitulo anteriore: Así que hice lo que cualquier esposo en mi posición haría.

Llamé a su madre.

Su madre y yo nunca nos llevamos bien. Nunca habíamos peleado ni nada por el estilo. 

No era una persona muy cálida, y no era fácil llevarse bien con ella.  Casi nunca sonreía y cuando lo hacía, sólo sus labios se movían en una delgada sonrisa de labios, dejando sus ojos tan en blanco como antes. Emitió un aura que parecía estar permanentemente a la ofensiva. 

Sólo la había visto dos veces y las dos veces eran para visitas cortas. Tengo la impresión de que no me aprobaba como su el esposo de su hijo. Ten siempre nos acompañaba rápidamente, ya que no quería que me sintiera incómodo, lo cual le agradecía. Estar en compañía de su madre se sentía casi insoportable. Como caminar sobre vidrio. Me alegré cuando nos mudamos así que no teníamos que verla a menudo. Estaba feliz de evitar a la mujer, pero necesitaba su ayuda.  

Realmente no quería hablar con ella en absoluto pero tenía que hablar con alguien y alguien que conocía a Ten mejor que yo. Así que apreté los dientes e hice lo que tenía que hacer. 

—¿Sí? Ella respondió, ya sonando irritada. 

— Señora soy yo, Johnny. ¿Tienes un minuto para hablar?
Podía oírla chasquear la lengua de irritación. 

—Estoy escribiendo algunos cheques, pero si insistes, supongo que puedo tomarme un momento. ¿De qué quieres hablar, Johnny?  Ella dijo, ¿con calma? 

—Se trata de Ten. Ha estado... actuando de forma extraña y me preguntaba si tenías alguna idea de si había algo... Me interrumpió rápidamente. 

—¿Qué quieres de mí? Ella preguntó. Casi podía verla de pie allí con su delgado suéter y pantalones, golpeando sus uñas impacientemente sobre la mesa. 

—Quería saber si alguna vez habías notado algún comportamiento extraño? ¿O quizás algún problema de salud mental?
Hubo una larga e incómoda pausa que no podía decir que era porque ella estaba pensando, o ....algo más. Finalmente, después de unos segundos, ella habló. 

—No estoy seguro de si esta es una de tus bromas, Johnny, pero si es así no le encuentro el humor. Ahora sí me disculpas tengo asuntos que atender, como he dicho, así que si no te importa...
dijo, pero la interrumpí antes de que pudiera deshacerse de mí. 

—Señora, no es una broma. Estoy sinceramente preocupado por la salud mental de Ten. Su comportamiento ha sido muy errático últimamente. Estoy muy preocupada por él y pensé que como su madre tú también lo estarías.
Dije, mi frustración se manifiesta en mi voz. 

— Si estás realmente preocupado, entonces te sugiero que involucres a los profesionales de la salud. No sé lo que esperas de mí.
Ella se quebró. Me di cuenta de que estaba a segundos de colgar y por alguna razón estaba desesperada, no quería seguir la conversación. Tenía la sensación de que sabía mucho más de lo que estaba diciendo. 

—Por favor. Si no es por mí, hazlo por Ten. Ya fue lo intenté. 

Oí una leve y temblorosa toma de aliento, como si estuviera tratando de mantener su personalidad de acero unida, pero fallando. 

—¿Señora? ¿Qué es esta pasando- 

—Johnny, no sé qué decirte. Mi único consejo sería buscar ayuda profesional. No vuelvas a llamar aquí. Adiós.
Traté de llamarla, pero había colgado.

Traté de llamarla pero no contesto. Aunque no le gustara, ¿por qué no querría ayudar a su propio hijo? No podía entenderlo. Intenté repetir la conversación, desesperado por encontrar algo que me perdí.