Capítulo 8

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En Invernalia

Elinor y Sandor se habían hecho de un par de espadas de madera, de esta manera jugaban a ser caballeros que combatían cuerpo a cuerpo, claro que el más pequeño estaba en desventaja por desconocer algunos trucos.

—¡Vamos, haz algo! –Se quejaba su hermana.

—Lo intento, pero no me dejas.

—De eso se trata.

A Sansa le divertía ver como los niños practicaban, era como tener dos pequeñas Aryas. Sin embargo, no pudo contemplarlos por mucho tiempo, la puerta principal que daba la bienvenida a Invernalia, se abrió de forma abrupta dejando pasar a la carroza que provenía de Desembarco del Rey.

—¡Eli, Sandor! –Los llamó Berta – Su prima ha llegado.

El niño dejó su espada de madera en el suelo, en cambio, su hermana la llevó hasta el punto de encuentro, no sabía cuál de sus primas era la que venía de visita, pero por si acaso, quiso asegurarse de dar una imagen de chica ruda para que no se metieran con ella.

—Eli... -Le reprochó Berta en cuanto la vio.

—Descuida –Dijo Sansa -, mi hermana era igual.

Del carruaje descendió una, muy arreglada, Alerie. Su cabello castaño oscuro, igual al de su padre, descansaba sobre sus hombros de manera muy elegante adornado con diversas hebillas que resplandecían, de seguro fueron idea de Gwendolyn, ya que a Alerie no le gustaba para nada llamar la atención. Sin embargo, Sansa no contempló a su sobrina por mucho tiempo, sino a la otra persona que descendió detrás de ella: Tyrion Lannister, la mano del rey y Lord de Casterly Rock.

—Lord Tyrion –Dijo Sansa haciendo una pequeña reverencia -, y Lady Alerie, por supuesto –Añadió antes de que la miraran raro. Aunque ya sus sobrinos algo notaron.

—Su majestad –La saludó Tyrion, inclinándose, junto con Alerie. –Lamentamos cualquier retraso, los caminos no estaban del todo despejados y tuvimos que hacer una parada para alimentarnos.

—No se disculpe –Le sonríe la pelirroja -, vinieron justo a tiempo –Se dirige a su séquito -. Acompañen a la Mano del Rey y a mi sobrina a sus aposentos.

—¡Rhaegar! –Exclamó Sandor en cuanto los invitados se habían marchado junto a los criados. El huargo grisáceo hizo su aparición y se acercó a su amo dejándose acariciar en el lomo – Pensé que te habías perdido.

—Es un lobo, puede olerte –Le dice Elinor para romper con su sentimentalismo.

—No la escuches, está celosa porque no tiene uno –Le susurra al animal, aunque Elinor protesta porque había logrado oírlo.


Ya en El Cruce, la tripulación se preparaba para zarpar, Arya estaba lista para una nueva expedición hacia Pentos... si tan sólo la acompañara Elmar, lo necesitaba, sobre todo por las noches. Pero éste tenía otros asuntos pendientes, debía tratar con los Tully, que estaban peleándose a la par con los Mallister por ver quién llegaba primero. De paso, le enseñaría a su hijo Eddard a tratar con otras casas.

—Prométeme que escribirás –Le decía Elmar mientras ella se despedía de su hijo.

—Lo prometo.

—Y no mates a nadie si yo no estoy.

—Eso no puedo prometerlo –Responde sonriendo.

—Por lo menos..., sólo dime que no te meterás en tantos problemas, sabes que aquí contamos con muchos.

Arya lo rodea con sus brazos.

—No sería yo si no me meto en problemas, cariño –Besa su mentón que era la zona a la que podía llegar con su estatura.

Cacería de Reyes {Got Fanfic}Where stories live. Discover now