Capítulo 10

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Altojardín parecía estar continuamente de fiesta, Bronn solía mantenerla muy bien, inclusive ser Davos se ofrecía a darle algunos consejos acerca de navíos para que haya más exportaciones e importaciones en el reino. Los habitantes estaban más que complacidos, aunque siempre había un grupo de gente, muy pequeño, que insistía en que Garlan debía reclamar su título nobiliario, o en su lugar, una de sus nietas. Es por esto que la llegada de la princesa Olenna causó un gran revuelo, y la recibieron entre música, bailes y adornos florales.

Como siempre, a Olenna Stark, los viajes se le hacían tediosos y le provocaban alergias que venía combatiendo desde que tenía memoria. Lo único que quería era saludar a su familia materna y refugiarse en su alcoba, pero...

En cuanto puso un pie sobre las baldosas, una trompeta sonó a su lado y muchos se acercaron a tropezones.

—¡Déjenme pasar, déjenme pasar! –Se escuchó a lo lejos, se trataba de Garlan, que se apresuraba por encontrarse con su nieta.

De inmediato, la multitud cubierta de colores pasteles y floreados, lo dejó pasar.

—Hola, abuelo.

—¡Mi niña! –Exclamó dándole un fuerte abrazo - ¡Por todos los dioses, ya estás aquí! ¡Y toda una adulta! Bueno, no, no tanto, aún tienes que aprender unas cuantas cosas antes de que asumas como reina.

—Pero abuelo, creo que ya no se rigen por esas cosas, además papá aún es el rey.

—Ah, sí, sí, por supuesto, que lo sea siempre –Le dijo, aunque con un tono desinteresado -. Ven, sígueme.

>> No le digas a tu madre –Continúa Garlan diciéndole a su nieta, mientras se adentraban en el palacio -, pero estos últimos años Brandon me ha estado fastidiando mucho, le envío cuervos y no me responde, le envío obsequios y ni un agradecimiento... ¿Sabes que es lo que le pasa?

―Es un hombre ocupado –Se limita a responderle.

―Sí, pero ¿No estará enfadado conmigo por algo en particular?

―No, abuelo, te lo juro. Además, si estuviera molesto él te lo diría.

―Mmm, eso de la guerra en Aguasdulces lo tiene ocupado ¿No?

― ¿Cuál guerra? –Pregunta, descolocada. No era la primera vez que desconocía algún hecho que ocurría fuera de su casa, sus padres no querían que sus niñas se llenaran los oídos con malas noticias, mucho menos si tenían que ver con una guerra inminente.

― ¿Qué tus padres no te lo han dicho? –No hizo falta negar con la cabeza, Garlan se imaginaba que sus nietas vivían en la ignorancia – Los Tully y los Mallister están metidos en una lucha que promete mucha sangre.

― ¿Y qué es lo que está en juego?

―El título de Lores de Aguasdulces, los Tully han perdido prestigio por culpa del tal Edmure... ¿Es tu tío abuelo verdad? Ay, pobre Brandon, teniendo que reparar los problemas que hacen los demás... ¡Y los Mallister! ¡Vaya bestias resultaron ser! Dicen que quieren acabar con todo sin piedad.

― ¡Señor! –Exclama Sir Coleen que, junto con Lady Kiara, intentaba alcanzar a Olenna para que no se les escapara. –La princesa no debería escuchar esas cosas.

―Pues sí debería, será la futura reina y tiene que estar preparada.

―Órdenes de sus majestades –Le dice para dar fin a la discusión.

Lady Kiara tomó a Olenna del brazo, alejándola de su abuelo.

―Guíenos hacia su recámara –Pidió Coleen en voz alta esperando que alguien se acercara; dos damas lideraron la marcha para llevarlos hasta las habitaciones, Garlan quedó solo en el medio del salón sintiéndose poca cosa.

Cacería de Reyes {Got Fanfic}Where stories live. Discover now