Capítulo 19

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Xuan Lu conocía bastante a su hermano. Casi siempre que él hacía algo, ella podía encontrar una lógica a sus acciones. Sin embargo, esta vez no entendía por qué su hermano estaría amueblando un apartamento para su asistente. Pese a que no entendía, fue bastante obediente y se dejó arrastrar por el empresario hasta un centro comercial. Mientras Xuan Lu iba de un lado a otro buscando muebles que fueran del agrado de Zhan, Wang Yibo se ponía de acuerdo con el agente de bienes raíces.

Cuando el acuerdo de la compra estaba listo, Yibo dejó a su hermana en el centro comercial y corrió hasta el nuevo apartamento. Una vez en el apartamento junto con el agente de bienes raíces, Yibo firmó y pagó por todo. Además, llamó a una compañía de transporte para que los muebles que estaban en el apartamento, recién comprado, fueran sustituidos por los nuevos.

Xuan Lu jamás había hecho tanto en tan poco tiempo. Por otro lado, Wang Yibo jamás había sentido tanta presión por terminar un proyecto como si de ello dependiera su propia vida como en ese momento. Sabía que era posible que un apartamento no solucionara el problema, pero por lo menos podría ganarse la oportunidad de solucionar el malentendido.

Mientras que ambos hermanos Wang gastaban hasta la última gota de energía en sus cuerpos, Xiao Zhan ya había empacado más de la mitad de su guardarropa en diferentes maletas. Parado en el centro de la habitación, Xiao Zhan miró hacia el desorden de habitación que había creado. Aún faltaban muchas prendas que guardar, así como, las fotos, las decoraciones, y la ropa de cama. Xiao Zhan suspiró cansado y algo frustrado.

Zhan caminó hasta su cama y se tiró sobre ella. Trató de organizar todos sus pensamientos. Él no quería quedarse por más tiempo en ese apartamento. Desde un principio sabía que era una mala idea y que debía de irse pronto. Sin embargo, no era tan fácil. Aun si odiaba el sentimiento de traición que sentía, no podía irse solo así por así ya que él pagaba la mitad de los gastos y la mitad de los muebles del apartamento eran de él. Si se iba, Meng ZiYi estaría en problemas. No obstante, si Zhan se ponía a pensar detenidamente, Meng ZiYi no era una mujer a la que se debía de mostrar misericordia.

-¡Jum! Quizás logra que Yibo la mantenga. - Farfulló molesto mientras abrazaba una almohada en sus brazos y se acostaba en posición fetal. Sin darse cuenta, se quedó dormido.

Al día siguiente, el reloj biológico de Zhan lo despertó temprano. Sin embargo, no tenía que ir a la empresa ya que había renunciado. Zhan se rio con sorna. Había renunciado a un buen trabajo porque quería ayudar a ese empresario, y al final terminó decepcionado. La ironía de la vida le dolía en el corazón al pelinegro. Se volvió a relajar y decidió cambiarse de ropa, puesto que, se había quedado con la ropa del día anterior.

Luego de haberse bañado y cambiado, Zhan fue hasta la cocina para prepararse un pequeño desayuno. A pesar de que no había cenado el día anterior, Zhan no se sentía con mucho apetito. Bien decían las malas lenguas que cuando una persona se enamora, el apetito se desvanece, más ahora, cuando la decepción era compañera del sentimiento de amor.

Finalizando el desayuno estaba cuando Meng apareció en la cocina. Zhan no esperaba ver una cara de arrepentimiento en su amiga. Él sabía que ella no era el tipo de persona que se arrepentía de sus acciones. Nunca lo hizo, y nunca lo hará. Por eso, cuando vio la radiante sonrisa de la pelinegra, no se asombró del cinismo.

-Buenos días, Zhannie.

-Buenos días.

Zhan se paró y fue a lavar los trastes que acababa de desocupar. Mientras tanto, Meng miró la espalda de su amigo, ella quería reír, pero contuvo la mueca y se obligó a parecer seria.

-¿En verdad estás molesto por lo de ayer?

Hubo una pausa silenciosa entre ambos por un instante, solamente el agua se podía escuchar. Zhan terminó de lavar los trastes y los dejó secar. Se giró y secó las manos mientras miraba a la cínica de su compañera de apartamento.

You're [not] my typeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora