Capítulo 29

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-Muy bien, dale esto al viejo Chen y espera hasta que lo firme.

Xiao Zhan tomó el folder con el nuevo plan de construcción dentro y asintió.

-Si no lo quiere firmar cuando se lo des, dile que ya he corregido todos los puntos que me dijo y que debo de enviarlo al jefe esta misma tarde. No dejes que ese viejo sea perezoso.

Xiao Zhan volvió a asentir- ¿Necesita que haga algo más?

Zuley frunció sus labios mientras trataba de hacer memoria. Pareció que no encontró nada más que Zhan pudiera hacer, así que sonrió. - Está bien. Cuando termines con eso, solo lleva el documento hacia el asistente del jefe y podrás irte a comer.

Zhan se despidió y salió a hacer lo encomendado. No tardó mucho en llegar hasta el departamento de ventas y se dirigió directamente hacia la oficina del jefe Chen. En el instante en el que Jiho miró a Xiao Zhan, este frunció las cejas en disgusto. Por supuesto, Zhan notó este cambio en el rostro ajeno, pero no le interesó demasiado. Durante su poco tiempo trabajando en el lugar, Xiao Zhan ha notado que Jiho lo mira con mucha atención para luego fruncir el ceño en molestia. Sabe que no es personal, sino que es de esa manera la personalidad de esa persona.

Casi todas las asistentes y secretarias del lugar le han dicho a Xiao Zhan que Jiho nació con la expresión de deuda en su cara, por lo mismo, Jiho no tiene ninguna amistad en el lugar. Debido a eso, Zhan tampoco ha podido obtener mucha información sobre él.

-¿Qué quieres?

La tajante entonación con la que habla hace que Zhan quiera propiciarle un par de golpes en la nariz, pero se contiene.

-Traigo la propuesta final de compra-venta de parte de Zuley, y necesito que tu jefe la firme.

-Está ocupado. Dámela, y luego te la mandaré.

Zhan negó.

-No funcionará. Mi jefa me pidió específicamente que viera al jefe Chen firmar el documento y entregarlo al presidente.

Jiho frunció el ceño nuevamente y le dedicó una mirada de insatisfacción. Zhan estaba seguro de que el hombre quería maldecirlo, pero como eran órdenes de sus superiores no renegó.

Sin más que hablar, notificó al jefe Chen sobre la visita de Xiao Zhan y minutos después entró. La oficina del jefe Chen eran tal cual como Xiao Zhan la había visto la primera vez. Los detalles orientales con evidencias de tradiciones chinas hacían sentir a Xiao Zhan un poco de nostalgia por su patria, pero al recordar que no tenía a nadie que realmente le quisiera ahí, la nostalgia desapareció.

-Mayor Chen, aquí está la propuesta final corregida. Mi jefa me pidió que lo firmara cuanto antes fuera posible para enviarlo a presidencia.

El jefe Chen asintió.

-Bien, muchacho, puedes irte. Lo firmaré en un rato y lo enviaré con Jiho a presidencia.

Xiao Zhan miró fijamente al jefe Chen quién obviamente estaba leyendo documentos, pero sin tocarlos. La primera vez que visitó la oficina no es que Zhan no haya notado que el jefe Chen escondía sus manos, pero pensó que estaba sobre pensando todo por la situación. Sin embargo, era obvio en ese momento que el jefe Chen había estado leyendo los documentos y que justo cuando él entró, el jefe Chen ya había colocado sus manos debajo del escritorio.

A primera vista no significaba nada, pero cuando se mostraba reacio a firmar el documento en ese momento, parecía que había algo más allá de esa simple acción.

-¿Mayor Cheng?

Llamó con una entonación dubitativa, esperando que el mencionado pudiera firmar el documento. El mayor vio que Zhan no planeaba irse sin el documento firmado y no pudo evitar suspirar. Finalmente, el mayor pareció tomar una decisión y se movió. Abrió el primer cajón de la derecha buscando algo, pero pareció no encontrarlo. Mas tarde, abrió diferentes cajones de su escritorio y se mostró levemente agitado. Xiao Zhan no podía entender esa actitud tan rara.

You're [not] my typeWhere stories live. Discover now