Capítulo 30

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Cuando Carman tuvo a su hijo, se prometió que lo criaría para ser un hombre de bien. Quería que Wang Yibo creciera para heredar el patrimonio de sus padres y que supiera hacerlo crecer. Afortunadamente, Yibo demostró, desde una temprana edad, que era competente para los negocios y Carman se sintió feliz. Solo debía de ser un poco estricta para que su hijo creciera como era debido. ¿Amigos? no eran realmente necesarios sino podían aportar nada bueno a su familia. ¿Pareja? debía de provenir de una buena cuna y ser inteligente. No debía de haber ninguna serpiente trepadora en busca de su fortuna. ¿Amor? Eso era lo único que Carman podía pensar que su hijo necesitaría, pero en un futuro muy lejano. Primero debía de esforzarse en mejorarse a sí mismo y a la empresa y luego preocuparse por eso del amor.

Sin embargo, durante el crecimiento de Yibo, se dio cuenta que el amor sería difícil para Yibo. Yibo es un hombre guapo, inteligente y millonario. Con dichas características, era difícil que ninguna persona no se fijara en él. Lo malo de todo eso era que la mayoría de personas eran superficiales, y ninguna estaba dispuesta a ofrecer su corazón a su hijo sin obtener beneficios. Por lo que, Carman decidió que su hijo debería tener a su lado a alguien que en verdad lo amara y que no se aprovechara de él. En pocas palabras, la única que podía cumplir eso era Zhang Mei. Sabía que su hijo no la amaba, pero confiaba que, en el futuro, su hijo aprendería a amarla.

Sin embargo, nada de lo que Carman pensó que pasaría, pasó. Wang Yibo se alejó aun más de Zhang Mei e incluso perdió a uno de sus mejores amigos de la infancia, por no decir el único. Luego su hijo se volvió mucho más desconfiado en relacionarse seriamente con las personas y comenzó su etapa tardía de rebeldía. Siendo completamente sinceros, Carman no puso mucha presión sobre su hijo en dejar esa actitud. Sí, lo regañaba a veces, pero jamás llegó a nada más. Ella esperaba que su hijo volviera a ser el hijo responsable y educado que era cuando se cansara de jugar al casanova.

Entonces, eso nunca pasó. Yibo incluso fue empeorando a través de los años y se volvió incorregible tanto que se enredó con sus innumerables asistentes. Carman ya había perdido la esperanza de que Yibo se controlara hasta que vio a Xiao Zhan hablando con su hijo esa vez. Sabía que Zhan era el nuevo asistente de Yibo y que ya llevaba más de un año trabajando para él. Hasta ese momento sentía cierta gratitud al joven asistente porque pudo hacer lo que ella no pudo. Cuidó de que Yibo ya no se enredara con tantas mujeres. En ese año que su hijo lo tuvo como asistente, fueron muy pocas las veces en las que Yibo se vio involucrado en un escándalo sexual. También cuando Xiao Zhan lo regañó por haberse intentado acostar con Meng ZiYi, Carman supo que la opinión del asistente era importante para Yibo.

Finalmente, Carman creyó que ese asistente que se miraba responsable, atento, educado, y sereno podía controlar a su hijo y ayudarlo a cambiar. Sin embargo, jamás creyó que la relación de ambos se volvería de esa manera. Su hijo era un calenturiento que no dejaba pasar a nadie, pero no esperó que el asistente cayera ante su hijo. La verdad Carman tenía una gran expectativa en Xiao Zhan. Por ello, le parecía casi imposible de creer que ambos estaban teniendo una relación ilícita. Sin embargo, al ver la sinceridad y determinación en los ojos de Zhan al declarar porque ama a su hijo, Carman se ha dado cuenta que ese amor es irreversible.

Carman exhaló un poco. Nadie sabe si es un suspiro de decepción o de alivio. Sin embargo, Carman no lo explicará. Ella mira hacia el biombo que la separa de la persona al otro lado y golpea finamente sus dedos sobre la mesa de madera. Parecía que estaba pensando en algo. Tal vez pensaba en lo que el asistente había dicho. Ella supuso que había creado un hombre de hierro, pero tal vez esa armadura hace mucho tiempo que ha estado magullada y necesita de alguien que le brinde soporte. Ese alguien, aunque Carman se sienta incrédula e incómoda, podría ser ese joven que está frente a ella.

ㅡ ¿Realmente amas a mi hijo?

ㅡLo hago

ㅡ Entonces, si te pidiera que lo abandones a cambio de una increíble cantidad de dinero ¿no lo tomarías?

You're [not] my typeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora