Capitulo 44. Caja de sorpresas

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La semana fue transcurriendo con lentitud. Y agradecia que fuera a ese ritmo. Durante esos días, Jungwoo y yo pudimos hacer salidas como cualquier pareja. Me llevó a diferentes lugares cada día. De hecho, me contacté con Hana y compartimos una cena muy agradable en compañía de su novio.

Disfruté la semana como nunca. Mi padre seguia con la abstinencia de decir comentarios negativos cada vez que Jungwoo me besa, me abraza o toma de mi mano. Mi mamá siempre está ahí para recordarle que todo nuestro afecto es parte de una relación amorosa. Y poco a poco, el carácter de mi papá fue equilibrándose hasta que logró llevarse bien con Jungwoo.

Su progreso fue sorprendiéndome conforme pasaban los días. Me senti satisfecha cuando los encontré en el sofá conversando y opinando sobre el partido de fútbol que veían por la televisión. La tensión entre ellos iba disminuyendo y eso me ponía feliz. Aunque su rol de papá sobreprotector no estaba abandonado del todo ya que tenia que dejar la puerta de mi habitación abierta cada vez que Jungwoo estaba dentro.

La cena que había organizado el amigo de mi padre, fue demasiado tranquila. Pude conocer un poco más a Mark. Era un chico amigable y extrovertido. Jungwoo no se veia muy contento esa noche, permaneció cerca de mí todo el tiempo para que se diera cuenta que era "suya". Pero Mark me agradaba y aunque Jungwoo no estuvo de acuerdo al principio, se fue doblegando cuando se dio cuenta que las intenciones de Mark eran solo de amistad. Desde entonces, se convirtió en mi amigo y ahora era también de Jungwoo.

Los hijos de Melina regresaron del campamento esta mañana. Eran dos niños de diez años y noté que eran peor que los niños de la Sra. Min ya que se mantenían peleando la mayor parte del tiempo.

Ya sábado por la tarde y me encontraba en la recámara de Melina. Jisung y JiHoo nos contaban sobre las diferentes actividades y aventuras que realizaron en el campamento. Ambos eran unos niños muy energéticos, no han parado de hablar desde que llegaron. Comenzaba a marearme de tanto escuchar sus voces chillonas. Sino fuera por Jungwoo que me sacó que ahí, en este momento estaría convulsionando en el suelo.

Sin pensarlo, tomé su mano y sali de la habitación dejando a Melina en compañía de sus irritables hijos, ahora entiendo por qué fueron llevados a ese lugar en estos dos meses. No los habría soportado si se hubieran quedado en mi casa todo este tiempo.

Al llegar a la sala, Jungwoo rodeó sus brazos en mi cintura y hundió su cabeza en mi cuello.

-Te extrañé -dijo, depositando besos cortos y suaves en la piel sensible de mi garganta.

Me rei. Hace dos horas salió al bar con Lucas y Mark, estábamos en pleno romance cuando Lucas le habló por teléfono. Jungwoo aventó el celular y continuo besándome ignorando por completo la invitación de su amigo. Al final, lo convenci de que se distrajera un poco, gracias a eso accedió a tomar unos tragos.

-Después de comer te llevaré a un lugar -avisó antes darme un beso rápido.

-¿A dónde me llevarás? -pregunté, frunciendo el ceño.

Una sonrisa misteriosa apareció en en el rostro de Jungwoo. Sé que estaba planeando algo y no saber qué era comenzaba a intrigarme.

-Te lo diré cuando estemos allá -guiñó el ojo y me llevó a la cocina.

Mi mamá estaba tomando una rebanada de pizza mientras que mi papá estaba devorando la suya. Nos sentamos frente a ellos y Jungwoo, como todo un caballero sexy, me sirvió un pedazo de pizza con la respectiva bebida de té de durazno.

Le sonreí y se sentó a mi lado para comenzar a comer. Mi padre inició la conversación hablando sobre su posible salida de viaje el lunes, para ese entonces, yo ya estaré en la universidad extrañando a Jungwoo.

La nostalgia invadió mi cuerpo al recordar que este era el último fin de semana en el que Jungwoo y Melina estén con nosotros. No quiero que se vaya pero tampoco puede quedarse. Él también tiene que volver a la clases y terminar el semestre. Lo peor de todo es que su universidad queda a kilómetros de la mía. Espero que podamos vernos lo suficiente para que nuestra relación perdure.

-¿Qué planes tienen hoy? -preguntó mi mama, mirándonos a ambos.

-No mucho -respondi, antes de morder la rebanada de pizza.

-De hecho, tenemos muchos planes está noche -Jungwoo me miró y arqueó la ceja.

-¿Está noche? -la voz de mi padre intervino.

Miré a Jungwoo con confusión.

-Mi mejor amigo organizó una fiesta y quisiera que Soori me acompañara -me sonrió de lado y se volvió hacia mi papà quien lo miraba con el ceño fruncido.

-Claro que si ¿A qué hora estarian de regreso? -quiso saber mi mamá.

Abrí la boca pero la cerré cuando supe que no tenía una respuesta. Solo me quedé estática en mi asiento con mi mirada enfocada en Jungwoo.

-Las fiestas de Lucas terminan hasta el amanecer -Jungwoo soltó las palabras lentamente para que mis padres entendieran la indirecta.

Alcé las cejas y me giré hacia mis padres. Mi mamá lo captó enseguida mientras que mi papá seguia con su rostro pensativo.

-Oh entiendo, quieres decir que no vendrán a dormir -mi mamá se volvió hacia mi padre esperando a que dijera algo al respecto.

Suspiró y nos miró a ambos.

-Está bien, pero los quiero aqui mañana temprano ¿de acuerdo? -advirtió con dureza.

No tuve más que asentir. Aún seguía asimilando dos cosas, una, que Jungwoo no hablo de esa fiesta hasta este momento y dos, que mi padre haya aceptado tal cosa. Por lo que veo está aprendiendo a darme más libertad.

Cuando terminamos de comer, le pedí a Jungwoo una explicación de lo que se tramaba pero se limitó a decir que me arreglara porque en un rato más me llevaría a ese dichoso lugar desconocido. Negué con la cabeza y me fui a mi habitación para darme una ducha. Me cambié usando unos shorts de mezclilla acompañado de una sudadera holgada color negra y las converse blancas. Peine mi cabello y me maquillé de forma simple y sencilla.

Cuando cogi el celular, escuché un golpe que provenia de mi puerta. Jungwoo se encontraba esperándome con esa sonrisa irresistible y vestido de una manera sexy y salvaje. Camisa negra, vaqueros desgastados y sus vans oscuras.

-Es hora de irnos-dijo, sacudiendo las llaves de su camioneta.

Entrecerrando los ojos, cerré la puertas de la habitación detrás de mi. Cuando menos pensé ya me encontraba sentada en el asiento del copiloto.

-¿A dónde iremos? -pregunté, mientras que Jungwoo me colocaba el cinturón.

Su respuesta fue un guiño y cerro mi puerta para después rodear la camioneta. Empezó a conducir en silencio y eso comenzó a ponerme nerviosa. Y ésta muy equivocado si piensa que me quedaré hasta el amanecer en la fiesta de Lucas. No quiero parecer un zombie al día siguiente y menos cuando estoy apunto de entrar de nuevo a la escuela.

Me digné viendo a través de la ventanilla. Pasaron varios minutos para cuando sentí el motor se apagó. Me giré hacia Jungwoo y su mirada seguía al frente sin hacer ningún movimiento.

-Llegamos-murmuró sin mirarme.

Frunci el ceño y bajé de la camioneta.

Lo que me rodeaba era solo un montón de edificios en buen estado. Jungwoo bajó y se posicionó frente a mí con una expresión divertida al percatarse de mi intriga. Me cruce de brazos y espere. Luego de unos segundos de silencio total, se rindió soltando una risita ronca y profunda.

-Este es mi apartamento -dijo señalando uno de los edificios que se encontraba detrás de él.

En ese instante, comencé a sospechar sus intenciones. Y estaba dispuesto a acatarlas.

ᴇʟ ʜᴜᴇsᴘᴇᴅ; ᴋɪᴍ ᴊᴜɴɢᴡᴏᴏWhere stories live. Discover now