Mientras Heracles tenía su mirada fija en Dorian, este último no hacía más que mirar en dirección al cielo mientras comía un dulce lo que haría molestar al dios, hasta ahora todos los luchadores del lado de la humanidad habían sido guerreros de renombre pero ahora mismo el oponente de Heracles no parecía más que un simple vagabundo que no estaba interesado en luchar.
¡¡¿Qué significa esto Brunhilde?!! — gritaría el dios claramente enojado pero volvería su mirada en el humano que seguía mirando en dirección al cielo — Ahora, voy a advertirte, inclínate y acepta la derrota y juro que hablaré por toda la humanidad para prevenir su destrucción, no encuentro placer en la matanza sin sentido — Hablaría el dios de forma seria al humano
¡¡Pero tú eres la excepción!! ¡¡Alguien que ha traicionado las expectativas de otros y ha manchado lo que tantos defienden arrebatando vidas solo por la búsqueda de la derrota!! ¡¡No tiene derecho a vivir un ser tan egoísta como tú!! — gritaría el dios al humano
El humano mostraría una cara de asombro al dios y se pondría de rodillas mientras empezaba a llorar lo que dejaría perplejo al lado de la humanidad.
¡¡Tienes razón buahh!! — hablaría el humano entre llantos — ¡¡Alguien como yo que solo ha traído deshonra a las artes marciales solo merece la muerte!! — volvería a hablar el humano antes de volver a ponerse llorar mientras inclinaba su cabeza
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El dios simplemente se acercaría al humano alzando su arma para acabar con su vida sin rumbo.
Gracias por hacerlo tan fácil — hablaría Heracles de forma calmada — Y gracias a ti por ser un tremendo idiota
Esas palabras dejarían confundido al dios mientras que el humano alzaría su cabeza escupiendo el dulce de su boca directamente a uno de los ojos del dios que lo cegaría y haría perder el equilibrio mientras que Dorian en un rápido movimiento conectaría un puñetazo en el rostro de Heracles que lo haría retroceder y sangrar por la nariz.
¡¡Tu, bastardo!! — diría el dios irritado mientras corría hacia el humano — Eso es una pelea real, cosas como el honor y lo justo no valen aquí — hablaría el humano mientras esperaba al dios mientras bebía una botella que sacó de su bolsillo
A dos metros distancia Dorian tiraría el líquido de la botella a Heracles pero éste ni siquiera se inmuto ante eso y siguió con su camino y cuando estaba por alcanzar a Dorian, este sacaría un encendedor y soplaría creando una ráfaga de fuego que envolvería a Heracles pero esto no se inmutaba y agitaría su arma para dispersar las llamas de su cuerpo pero para su sorpresa Dorian no estaba a su vista.
¿El escapo? — diría confundido el dios — ¡¡¿Dónde estás bastardo?!! — gritaría el dios irritado mientras sacudía su arma destruyendo varios edificios de la ciudad
Para respuesta del dios sería atacado por balas que venían detrás suyo, era Dorian quien había disparado pero sin tener ningún efecto en su adversario
