Revelacion

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primero que todo está historia probablemente no esté apegada con el lore de Tortillaland ya que no he mirados los últimos streams. Solo hice esta historia por diversión y es posible que jamás la termine pero ya que. Es posible que la gramática esté mal y me perdono por eso. Tratare de actualizar esto si tengo el tiempo.
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         Spreen estaba trabajando en su establecimiento como siempre. Se estaba haciendo tarde así que las personas se estaban retirando a sus respectivas islas y casas. El mismo Spreen estaba cansado, había trabajado por 12 horas consecutivas y su cuerpo le rogaba un descanso.
      
      Sus propios ojos apenas se podían mantener abiertos, comprimió un bostezo mientras se despedía de su amigo Carola. Spreen consideró este día como uno bueno, todo había ido relativamente bien, nadie trató de trollearlo así que lo considero un logro.
      
           Justo cuando Carola se fue Spreen estaba más que listo para cerrar su establecimiento e irse a descansar hasta que alguien inesperado entró por la puerta frontal. Era El Profeta.

       Spreen se quedó quieto tratando de procesar la extraña presencia del propio Profeta. "Hola Spreen," El Profeta dijo, su voz tratando de sonar suave. "Hola" dijo Spreen, tratando de no involucrarse demasiado en la conversación. No le gustaba la presencia del Profeta y estaba demasiado cansado para lidiar con él.

          "¿Hay algo que queres?" pregunto Spreen. "La verdad no, solo quería hablar contigo," El Profeta habló, acercándose a Spreen lentamente. "Podemos ir a mi oficina si deseas." El Profeta pensó por unos segundos para al final aceptar la propuesta. Spreen guió El Profeta a su oficina y se sentó en su silla. El Profeta era muy alto así que fue bastante incómodo para él.

       "Entonces, ¿qué necesitas?" Spreen preguntó "Hay algo de gran importancia que necesitas saber," El Profeta hablaba con una voz fuerte tal roca. Spreen se tenso por sus palabras, si había algo de gran importancia el hubiera llamado a todas a la iglesia pero El Profeta quería hablarle a Spreen en privado así que eso lo asustó.

       "He sentido que te he ocultado esto por mucho tiempo," hablo con un tono triste. Spreen solo se asustaba más por cada palabra que El Profeta hablaba. ¿Qué podría estar ocultando? Spreen trago su saliva. "Y qué sería eso profeta?" Spreen preguntó asustado. El Profeta volvió a no hablar y esto solo hizo que Spreen quisiera llorar más.
Tanto como se consideraba alguien "fuerte" y "valiente'' y todas esas cosas, pero al lado del profeta se sentía pequeño y débil como cual niño. "¿No conoces a tu padre verdad?" El Profeta preguntó. Spreen se petrificó por esta pregunta. Nadie sabía que él no conocía a su padre, él nunca habló de ello. ¿Entonces cómo diablos sabía eso?

           "¿Y vos como sabes eso?" Spreen trato de sonar intimidante. El Profeta se quedó callado, cuanto odia cuando hacía eso, él solo estaba cansado y quería un maldito descanso. "¿Spreen tienes una idea de quién es tu padre?" dijo El Profeta, viendo a Spreen directamente.

         "Escucha wacho, lo que sea mi vida personal non es de tu incumbencia y tengo el puto derecho de mantenerlo para mi mismo," Spreen dijo, su enojo cada vez se hacía mas notable. "Spreen esto es algo serio, sé prudente y responde mi pregunta," dijo con un tono intimidante. "No, no conozco a mi padre," Spreen dijo, siguiendo las órdenes del Profeta.

           "¿Tienes una idea de quien podría ser?" "Probablemente un estupido cobarde que no pudo mantener a su familia," dijo Spreen, odio en sus palabras. Él recordaba perfectamente cuánto sufrió, recordaba el dolor de crecer sin una presencia paterna. Él recordaba cuánto sufrió su propia madre para darle el futuro que merecía. Si algún día conociera al bastardo de su padre el mismo se encargaría de matarlo.

          "Spreen," la voz del Profeta era temblorosa,"yo soy tu padre." Spreen soltó una carcajada y después una risa irónica. Su risa se volvió histérica. "Estás bromeando," Spreen dijo, una aclaración más que una pregunta . Al notar la mirada seria del Profeta se dio cuenta de que él iba en serio. Él no estaba mintiendo.

       Spreen dejó de reírse. "No, no, no ¡tu no eres mi padre!" Spreen habló frenéticamente. No había ninguna manera de que El Profeta fuera su padre. El Profeta. El hombre que terrotizó todo Tortillaland era su padre. Spreen se negó a creer esto. El padre que tanto quería y deseaba era nada más y nada menos que El Profeta. No sabía cómo reaccionar. Aún estaba en estado de shock Sus ojos se llenaron de lágrimas, no sabía por qué. Tal vez por decepción al ver que su padre si era el bastardo que creyó por tantos años. Saber que su padre era un monstruo. ¿Eso lo convertiría en uno? Después el enojo llegó.

       ¡¿Este era el hombre que su madre alguna vez amó?! ¡¿Este era el hombre que hizo que la vida de Spreen se sintiera tan vacía?!  ¡¿Este era el maldito hombre que provocó tantas burlas y lágrimas?! "Vete," Spreen dijo, su voz quebrantada. "¿Perdón?" El Profeta habló, con indignación claramente mostrandose. "¡Que te vayas!" Spreen gritó histéricamente.
El Profeta trató de acercarse a Spreen pero solo recibió una mirada de odio y disgusto de parte de Spreen. El Profeta no quería en lo más mínimo a Spreen pero haría lo que sea para ganar la confianza y solitud de su hijo. Spreen en la otra mano solo quería que ese pedazo basura humana se fuera de su querido establecimiento.

         Al parecer El Profeta no tenía ninguna intención de irse, pero después de pensar en las posibilidades decidió irse. Cuando llegó a la puerta El Profeta dijo algo que se quedaría grabado con Spreen hasta sus últimos días. "Tu eres mi hijo y eso nunca lo podrás cambiar." Spreen aún recordaba aquel tono que El Profeta utilizó, un tono de decepción, odio, disgusto.
Después de decir estas palabras tan hirientes El Profeta se retiró, cerrando la puerta con un fuerte y audible golpe. Spreen solo se derrumbó. Todo su mundo se derrumbó con él. Estaba tan enojado, solo quería matar al estupido hombre que ahora era su padre. Pateó su escritorio, tiró papeles, rompió libros todo para liberar la ira que contenía y parecía que lo iba a volver loco. Pero él aún estaba llorando, sus ojos aún estaban llenos de lágrimas y rabia.
Cuando finalmente logró controlarse vio todo el desastre que cometió. Pero eso no era lo que le importaba Spreen ahora mismo. Lo que le importaba ahora mismo era como no parecerse a su "padre". Pensó miles de maneras de rebelarse en contra de su tan desgraciado padre. Odiaba como podía ver las similitudes que tenía con ese hombre. Prefería morir antes de ser reconocido como el hijo del Profeta. Nadie sabría que él era su hijo. Y él se aseguraría de eso.
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Esto fue un desastre la verdad no me gusto mucho el resultado pero ya que, ya estoy trabajando en el capítulo 2 pero es posible que me tarde por soy un huevon de mierda o solo estoy muy ocupado. Pero bueno ya eso es todo no esperen mucho

Yo No Soy El Hijo Del Profeta (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora