𝗨𝗻𝗼

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No siendo suficientemente raro que el mapa la hubiera llamado a ella sola, también solicitaba su presencia en un lugar donde básicamente no vivía nadie —este era demasiado frío—, sin mencionar que la mayoría de criaturas que vivían ahí era porque habían sido exiliadas del Imperio de Cristal; en palabras más simples: Criaturas malvadas.

La alicornio no había tardado en contarle a su fiel compañero dragón lo que pasaba.

—¿Sería muy malo que no le hicieras caso esta vez al mapa y no fueras?, no es muy seguro ese lugar, además, estás cuidando a Flurry Heart —mencionó preocupado el pequeño reptil. Él ya había estado ahí y no le gustaba en absoluto la idea de que su amiga deambulara sola por esos desolados páramos, sin saber ni siquiera qué era lo que buscaba.

—Lo sé, Spike. Pero nunca he ignorado una misión que me dé el mapa, no puedo hacerlo ahora. De todas maneras, no creo que sea tan peligroso, es solo un lugar vacío lleno de nieve, ¿no? —Insinuó de manera "confiada", pero por dentro sabiendo que ese lugar podía ser más peligroso de lo que aparentaba.

El dragón no respondió, pero su mirada era suficiente para demostrar lo mucho que desaprobaba la afirmación de la alicornio.

Aún así, después de pensarlo y consultar con los padres de la pequeña —por medio de cartas que Spike ayudó a intercambiar— se llegó a la conclusión de que la niña estaría segura con su tía; sin embargo, por seguridad de ambas, Shining Armor ordenaría a un guardia que les hiciera compañía.

[...]

—Sabes que pudiste haber dejado a Flurry con cualquiera de las chicas, Twilight, ¿no? —Objetaba el dragón mientras despedía a las alicornios, quienes estaban ya tomando el tren hacia el Imperio de Cristal.

—Ya hablé con Shining y Cadance, Spike, estaremos bien. —Antes de entrar por completo en el tren, ella agregó algo más—. Además, ¿por qué no me sugeriste eso antes?

—¿Por qué no lo pensaste tú antes?

La princesa rodó los ojos y simplemente terminó de abordar el tren. Ya no había vuelta atrás, normalmente cuando el mapa hacía un llamado había que darse prisa, pues nunca se sabía con qué urgencia se necesitaba la intervención de la poni que era llamada.

—Regresamos pronto, diviértete.

Él dio su respuesta hasta que ya nadie lo escuchaba —Sí, claro.

[...]

El viaje había sido bastante agotador a decir verdad. En todo el camino, Twilight no había sido capaz de alejar la sensación de singularidad que se había instalado en ella, percibía extraño el viaje debido a que la mayoría de veces que viajaba al imperio contaba con la compañía de sus amigas, eran tan agradables los momentos que vivían que a veces la duración del viaje llegaba a parecer inexistente.
No obstante, ahora recordar la última vez que habían hecho un viaje de tal duración en el que el único propósito fuera divertirse y pasar un tiempo de relajación juntas era más difícil de lo que le gustaría admitir.
No quería correr la mala suerte de inconscientemente lograr que sus miedos se volvieran realidad, pero tampoco podía evitar sentir que empezaban a alejarse cada vez más, y odiaba ese sentimiento.

Sus pensamientos se alejaron con rapidez cuando un visible destello captó su atención y en su campo de visión poco a poco aprareció el reluciente Palacio de Cristal.

—Mira, Flurry, estamos cerca de casa. —Le señaló a la pequeña, quien a pesar de en realidad no haber entendido, soltó una pequeña pero contenta risa.

Solo unos pocos minutos después, el tren finalmente se detuvo en el destino al que las alicornios se dirigían.

—Buenas tardes, Princesa Twilight. —Un semental, quien por la armadura que llevaba puesta la mencionada dedujo que pertenencía a la Guardia Real del Imperio, se acercó y se inclinó ante ella—. Un gusto verla nuevamente, espero que haya disfrutado el viaje. —Volteó a ver a la pequeña y rápidamente agregó—: Usted y la Princesa Flurry Heart.

En el Interior - [Twibra] Where stories live. Discover now