"Heartbeat" (Capitán América/Steve Rogers)

12

Estaba a las afueras de la torre, en medio de la calle, habían muchos escombros y la gente asustada salía corriendo hacía donde yo estaba, no lo entendía, ¿por qué corrían?

Al frente observé lo que sucedía y mire a mi hermanó incendiando un auto al tiempo que Thor le daba un martillazo, el auto iba directo aún hombre de cabello largo hasta los hombros y con... un brazo de metal.

Él esquivó el auto.

-¡Liv, cuidado!- gritó Steve.

Me di la vuelta para ver lo que pasaba, una barrilla se aproximaba hacía mi, me quise mover cuando Steve se puso enfrente mio para protegerme con su escudó pero la barrilla ya... ya le había atravesado el abdomen...

-¡STEVE!- grité desesperada y al borde de la lágrimas.

El escudó calló al suelo y Steve de rodillas se dejó caer.

Me arrodille juntó a él llorando, puse su cabeza sobre mis piernas con delicadeza. Mire al frente para ver quien fue el causante de esto.

A unos 20 metros de distancia un hombre alto, castaño, de cabello corto sonreía burlón.

Me enoje y antes de que pudiese hacer algo todo se desvaneció y desperté en un lugar que parecía un laboratorio.

Una intensa luz blanca de una lámpara me calaba en los ojos, me cubrí con mi mano para poder ver un poco mejor, note que mi mano tenía como una aguja con una cinta blanca que llevaba un cable conectado aún aparato.

-Ya despertaste.- dijo una voz conocida.

Me sente para ver quien era.

-¿Cómo te sientes?- pregunto Bruce acercándose a mi.

-Mareada y con un dolor de cabeza, pero estaré bien. - respondí.

Sonrio.

-Me alegra.- contesto.- Avisaré a los demás que ya despertaste. No te muevas.- dijo antes de salir del lugar.

Yo solo asentí y esperé aque aparecieran los demás, mientras me puse a recordar la pesadilla que había soñado momentos antes.

Era tan real, era como si estuviese pasando en ese mismo instante en la realidad pero no.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no senti aque hora Gabe llegó.

-Estas bien.- dijo abrazando me.- pensé que no despertarías jamás.

-Calma, estoy bien.- dije respondiendo a su abrazó.

-Me alegra que estés bien, primera y última vez que te dejó sola y en una misión.- dijo alejándose un poco.

Entonces lo mire y la imagen de Steve en mi pesadilla volvió.

-¿Dónde esta Steve?- le pregunté.

-¿Para que quieres verlo?- preguntó un poco molesto.

-No es hora de tus celos de hermanó mayor, dime donde esta Steve, por favor.- le dije tratando de no molestarteme.

-De acuerdo, esta en el gimnasio, entrenando.

-Gracias.- dije mientras comencé a quitarme los cables que tenía puestos.

-Sabes que no puedes ir así, ¿verdad? Espera aque te recuperes mejor.

-No, necesitó hablar con él.- dije saliendo de ahí.

Corrí por todo el pasillo hasta el elevador, entre y pulse el botón directo al gimnasio.

Las puertas se abrieron y salí corriendo hasta llegar al gimnasio, se escuchaba que estaban boxeando.