Secreto en la enfermería

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Nota: ESTE ONE-SHOT CONTIENE MATERIAL +18


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Will se removió pausadamente al tiempo que su rostro formaba una mueca de dolor. No recordaba haber tenido un despertar tan doloroso.

Recientemente se había metido en un duelo con Clarisse La Rue y ahora estaba pagando su precio. ¿Qué demonios había pensado? ¡Él era un sanador, no un guerrero!

Se movió en el catre de la enfermería dejando salir un ligero quejido. –¿Al fin estas despierto lloroncin? –se burló alguien en la camilla continua.

Will la miró sin ganas, la dueña de su voz era sin duda Clarisse. El hijo de Apolo la observo incrédulo. Durante su enfrentamiento no le había hecho casi daño, pero Clarisse no tenía buena pinta.

–¿Qué te paso? –cuestionó con la voz rasposa.

La hija de Ares hizo el ademan de darle un golpe, pero no lo tocó –¡Pues tú y tu coctel de infecciones! –refunfuñó molesta.

Will analizó la información por un segundo y luego se encogió avergonzado. –Ah... es que... esto... yo solo quería lanzar la flecha con alguna enfermedad sin importancia, pero puede que pensara en varias opciones y se juntaran sin querer.

–Ya ni me digas nada, pero asegúrate de esclarecer el asunto después. –ordenó Clarisse.

–¿Qué asunto?

Clarisse puso los ojos en blanco –Todos están diciendo que terminamos en un empate porque los dos nos desmayamos, pero claramente tú te quedaste inconsciente antes que yo, ¡así que acláralo!

–Ahh –musitó él, frunciendo el entrecejo con desconfianza. Recordaba haberse quedado inconsciente, pero él no había visto a Clarisse cerca. ¿Cómo ella podía haberlo visto para asegurar eso?

–Risse ¿tienes hambre? te traje sopa. –dijo Chris Rodríguez interrumpiendo su conversación.

Ella sonrió –La verdad no sabía que la gripe daba tanta hambre –admitió incorporándose para sentarse en su camilla.

–Entonces... come antes de que se enfríe –la instó contento el hijo de Hermes.

Will observó la escena en silencio.

No hubo palabras románticas, pero su semblante enfermizo se había iluminado en cuando lo vio llegar. Incluso había algo tierno en la forma torpe en la que él se hacía un lio mientras intentaba instalar la mesita para los alimentos, de manera que a ella le resultara más cómodo comer.

El medico se sintió algo celoso cuando un rápido vistazo le comprobó que él no tenía nadie esperando porque despertara.

Usualmente era Nico el que estaba en la camilla, y el a su lado cuidándolo. Nunca lo había hecho pensando en ser recompensado, pero si había asumido que el otro estaría para el también, y despertarse solo... era triste ¡en cuanto lo viera, ese enano malo se las iba a pagar!

El hijo de Apolo descubrió que tenía un labio herido cuando le dolió al hacer pucheros. Su vista vagó por el resto de la enfermería buscando a alguno de sus hermanos disponible para que alguien lo consintiera, pero... no había nadie allí, ¡su vida era horrible! Incluso parecía haber sido abandonado por sus propios hermanos.

Por si no se había humillado lo suficiente siendo el saco de boxeo de Clarisse frente a todo el campamento, no pudo evitar ponerse a llorar. No a llorar silenciosamente, no, a llorar como un digno descendiente de Apolo, sollozando con ganas.

One-Shot's Solangelo y otras parejasWhere stories live. Discover now