Oh Daddy ᶜʰᵃⁿˢᵉᵘⁿᵍ

cincuenta y seis

— ¿Por qué tengo que vendarme los ojos? —preguntó Seungmin mientras Chan le vendaba los ojitos para que no pudiera ver nada.3

—Porque es una sorpresa.

—No me gustan las sorpresas —contestó y al instante se rió porque sabía que estaba mintiendo, él adoraba las sorpresas.

—Llegaremos rápido, lo prometo —le dio un beso en la frente y tomó su mano para llevarlo hacía el interior del auto, cerró la puerta y después entró al vehículo.

Después de tanto tiempo, al fin había terminado con la sorpresa para Seungmin y estaba muy emocionado, ¿le gustaría? esperaba que si, que saltará y llorará pero de alegría. Estaba nervioso, no podía evitarlo, solo esperaba que todo fuese como Seungmin quería y si no era así, dejaría que el se encargará de cambiar lo que quisiera.

En el salón se encontraban la madre de Seungmin, Jisoo y Changbin, todos habían observado a detalle el lugar y les había fascinado, estaban seguros de que él lo amaría también, pero eso tenía que verlo con sus propios ojos.

— ¿Ya estamos por llegar? —preguntó impaciente.

—No amor, aún no.

— ¿Compraste otro departamento?

—No es eso —respondió con una sonrisa, amaba que su novio fuese tan lindo y desesperado.

— ¡Dame una pista, por favor! —rogó sin poder mirar nada.

—No seas impaciente, pequeño.

Frunció los labios e intento quitar un poco la venda, pero Chan le advirtió que no hiciera eso, por lo que se cruzó de brazos. Minutos después, al fin llegaron y con ayuda del pelinegro, Seungmin salió del auto, los que se encontraban ahí hicieron silencio y observaron a Seungmin entrar con los ojitos vendados.

— ¿Ya me lo puedo quitar? —preguntó y Chan fue quién le quitó la venda.

Abrió sus ojos y miró todo extrañado, primero no podía reconocer aquel lugar, no tenía idea de donde estaba y porque, pero de repente todo comenzó a parecerle conocido, miró cada uno de las cosas a detalle y entonces lo supo.

Era el salón de belleza de sus sueños.

— ¿Qué es todo esto? —preguntó sin poder creerlo.

—Bienvenido a tu salón de belleza que tanto soñaste —sonrió y entonces los demás aparecieron.12

— ¡Felicidades! —le gritaron todos al unísono.

Seungmin comenzó a reírse con nerviosismo, ¿qué estaba pasando? ¿realmente Chan había hecho eso por él o estaba soñando?3

—Yo... y-yo —habló con nervios— Esto es... dios, ¿esto es verdad?

—Lo es, Kookie lo ha hecho para ti —le contestó Jisoo— Este lugar es tuyo, Seungminnie.

—Pero, ¿cómo y cuando? —volteó a ver a su novio que nada más se encogió de hombros.

—Llevó tiempo preparando esta sorpresa —confesó— ¿Te gusta?

Seungmin miró a todos con una sonrisa y entonces reaccionó.

—¡Esto es maravilloso!—comenzó dar brinquitos de alegría y se abalanzó contra él haciendo que perdiera el equilibrio y se cayera al piso, sin importarle mucho aquello ni los demás, comenzó a dejarle besos por todo el rostro —¡Gracias, mil gracias, me encanta! esto es increíble, no sé como voy a pagarte todo esto.+

—No tienes que pagármelo, amor —le aseguró y ambos se levantaron— Lo hice por todo el amor que me has dado.1

— ¡Mamá! —le gritó a su madre y corrió abrazarla— ¿Estás viendo esto?