Buenos días

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Las mañanas de Xiao habían cambiado rotundamente desde que Aether se había mudado con él. O eso pensaba cuando entraba a la cocina y veía como el rubio preparaba el desayuno. Su cabello rubio se encontraba atado en una simple coleta, y, a pesar de que se veía que aún tenía algo de sueño, se esforzó por preparar un gran desayuno.

—Buenos días.

—Oh, buenos días. Te levantaste muy temprano.— dijo Aether, mientras vertía una mezcla de pancake en la sartén.

—Desperté hace una hora, pero me quedé en la cama con mi celular. —Su conversación fue interrumpida cuando un dulce olor comenzó a salir, junto con el sonido de los pancakes. —Huele increíble.

Aether se giró para mirar a Xiao y regalarle una sonrisa. —Son de banana con avena, vi la receta en internet y quise intentar.

Esos pequeños detalles habían sido cosas que al inicio habrían sorprendido a Xiao, pero ya estaba más que acostumbrado a la sonrisa de Aether o al hecho de que siempre salía con cosas nuevas que lo terminaban sorprendiendo. Sin duda, el rubio era una caja de sorpresas para Xiao.

—¿Necesitas ayuda?

—No, ya casi están listos.

—Entonces...—Dijo mientras se apoyaba en el mesón. —¿Té o café?

Aether se quedó pensativo un momento, sin notar la mirada fija que tenía Xiao hacía él.

—Un café, me gustó mucho el que me preparaste el otro día.

—Solo fue un simple café.

—Claro que no. A mi el café siempre me queda amargo, pero el tuyo estaba muy suave.

—Si tu lo dices.

—Si, lo digo. —Aether dejó escapar una risa infantil, mientras colocaba los pancakes en dos platos de colores diferentes, el de Xiao era turquesa, mientras que el suyo era amarillo.

—Solo le agrego las frutas y el jarabe, y quedan listos.

—De acuerdo.

Xiao se encargó del tan esperado café y de llevar los cubiertos a la mesa. Esa mañana, a pesar de que aún no había rastro del sol, le parecía bastante brillante al de pelo oscuro.

—Servido.

En su plato había 4 pancakes colocados de forma desordenada, con arándano y jaraba esparcido por encima. Cuando ambos tomaron asiento, Xiao levantó la mirada para encontrarse con Aether, quien mantenía la mirada fija en el plato de Xiao.

—¿Qué pasa?

—Ahh... nada. Solo quería saber qué te parece— Respondió Aether con las mejillas rojas. — Solo quería saber si habían quedado bien.

Xiao tomó el tenedor y procedió a cortar uno de los pancakes, su textura era bastante esponjosa. Llevo un trozo a su boca, ante la mirada fija del rubio.

—¿Y bien?

—No me gusta el plátano.

—¡¿Qué?!

La cara de Aether se desfiguró por completo, había pensado que había preparado el desayuno ideal. Su semblante cambió cuando Xiao dio una pequeña sonrisa.

—Era broma. Están deliciosos.

—Por Barbatos, ya estaba pensando en qué prepararte para comer.

—No necesitas hacer eso.

—No iba a dejarte comiendo algo que no te gusta.

—Aether, todo lo que tu prepares, lo comeré.

Aether se sonrojo por la mirada y la sonrisa de Xiao, no podía creer que el anterior Xiao no podía dirigirle la palabra y ahora se encontraba haciéndole bromas— Lo comerías incluso si está quemado o pasado de sal. —Dijo para desviar la atención.

—Nunca se te ha quemado la comida.

—Pero si lo hiciera.

—Lo comería, y luego pediría un delivery.

—¡No qué comerías todo lo que yo preparare!

Ambos comenzaron a reír, antes de que se dieran cuenta, el sol ya había salido.

Mañanas de café y téDonde viven las historias. Descúbrelo ahora