Mañanas de café y té

Estación de tren

Últimamente los días en Liyue parecían volverse más largos, durante toda una semana no había parado de llover, y, según los reportes del clima, parecía que la lluvia se prolongaría por más tiempo.

Xiao estaba en la sala de estar, a pesar de tener el televisor encendido, estaba más concentrado en su celular, viendo un video de dos chicos practicando movimientos de karate. Su mente divagaba entre la postura inestables de los jóvenes y la fuerte lluvia que chocaba contra la ventana del balcón. Tras un largo suspiro, dejó su celular en la mesa de centro y dirigió su vista a la ventana.

"Ya debería haber llegado" pensó Xiao.

Aether había salido muy temprano en la mañana. La noche anterior le había comentado al de cabello oscuro que tendría que ir al estudio de fotografía donde trabajaba para editar las fotos que había tomado alrededor de la posada wangshu.

Xiao no vio ningún inconveniente al creer que el clima estaría más tranquilo al día siguiente. Grave error.

Por un momento, una idea cruzó por su mente, tomó su celular y marcó el número del chico rubio.

—¿Xiao?

—Hola, disculpa que te llame. Solo quería saber si seguías en el estudio.

—Acabo de salir, la edición me llevó más tiempo de lo que creía.

—Está lloviendo demasiado. Deberías pedir un taxi.

—No te preocupes, tomaré el tren.

—Con esta lluvia, apenas salgas del vagón terminarás empapado.

—Lo sé, pero con la lluvia hay demasiados autos en la calle, demoraré más tiempo en llegar.

Cuando al rubio se le metía una idea en la cabeza, era difícil hacerlo cambiar de opinión.

—De acuerdo.

—Te preocupas demasiado.

—No puedes pedirme que no me preocupe por ti.

Hubo un pequeño silencio entre los dos, Xiao no sabía que decir, sus mejillas se tornaron rojas al darse cuenta de la profundidad de sus palabras. ¿Qué se supone que dijera ahora?

—¿Xiao?

—Si.

—Yo... igual me preocupo por ti. Desde que somos niños.

Una de las cosas que el peli oscuro agradecía, era que no estaba en una videollamada con Aether. Ahora sentía que su cara ardía y que su corazón latía como loco.

—Espérame en la estación.

Xiao no dejó que Aether continuara la conversación, fue hasta su armario por una chaqueta y se llevó 2 paraguas con él.

El clima era horrible, llovía como si se fuera a acabar el mundo, lo peor, era que existía una gran distancia entre su departamento y la estación de tren. En serio no entendía como el rubio prefería ir en tren a todas partes.

Cuando llegó a la estación, Aether estaba esperando en la entrada de la estación. Su cabello estaba completamente mojado, a tal punto de que se podía ver como las gotas de lluvia se deslizaban por su cara.

—Toma.— Exclamó Xiao mientras le entregaba uno de los paraguas a Aether, al ver al rubio empapado y con ropa muy ligera se arrepintió de no haberle llevado una chaqueta.

—Gracias, perdón por hacerte venir hasta aquí.

—No importa, yo fui el que insistió en venir.

Durante todo el trayecto de regreso, ninguno de los dos se dirigió la palabra. Al llegar, el departamento estaba calefaccionado.

—Ohhh... está calientito.— dijo el rubio entrando a la cocina.

—Deje encendido el aire acondicionado antes de salir.

Aether se giró y puso una sonrisa nostálgica—Perdón por causarte tantos problemas. Parece que nuestros papeles se invirtieron y ahora eres tú el que cuida de mi.

—Tú me cuidabas mucho de pequeño, esto no es nada. ¿Quieres café?

—Siempre quiero café.