¿Contigo? (CDM)

1O. Herida.

Sucrette Pov.
No entiendo. Simplemente no lo entiendo. ¿Cómo es que paso?, ¿Qué paso?, ¿Por qué?.

Peggy pasó frente a mi y le entregó su periódico a dos chicos que iban pasando por ahí.

Podría apostar que todo el instituto tiene un ejemplar, me
dedicaban miradas burlonas, unas llenas de lástima y otras simplemente inexpresivas, vacías.

Estoy junto a Armin en casi todas las clases, así que eso a la larga sería un gran problema.

Normalmente durante el descanso estamos juntos, pero ahora es raro. Aunque estoy rodeada de personas, me siento sola, vacía.

Lo más extraño es que parece que el salón se a dividido en dos grupos, unos están con Armin, y otros, conmigo.

Hay tres mesas en el comedor, del lado izquierdo está Armin, y del lado derecho yo. La mesa que esta en medio esta vacía.

Jacinda entró por la puerta principal, reluciente, hermosa. Aunque si la observabas bien, parecía que hubiese estado llorando. Pero aún así iba escupiendo su ego por todos lados, imponiendo autoridad.

Observó las dos mesas. Levanto una ceja. Y es que entre Armin y yo, obviamente escogería a Armin, pero esta vez tendría que escoger entre Kentin, y Armin. Que se habían puesto de pie entre su triunfal llegada.

Observé a Kentin, en su mirada se veía la ilusión que tendría si Jacinda lo escogía, pero también se veía la desilusión que le embargaba, ambos sabíamos a quien escogería.

El comedor guardó silencio, esperando su decisión.

Jacinda Pov.
Salí de la clase, victoriosa. ¡Por fin!. Seguí a Armin, se había ido hasta el gimnasio. Odia el deporte, lo cual me parece un tanto extraño. Cuando llegué no había nadie, así que decidí ir a los vestuarios, como alguien venía me escondí en las duchas, rogando por que nadie me viese.

-¿Porqué?, ¿¡Porqué!?. -Escuché que gritó alguien.

Decidí asomarme un poco para ver mejor el panorama.

-¿¡PORQUE, JACINDA!? -Gritó, mientras enterraba su puño en el espejo, haciéndolo pedazos y causando un gran estruendo.

-Maldita sea, te amo, Jacinda. -Gritó una vez más, haciendo trizas otro de los espejos.

-¿¡Por qué no te das cuenta de nada, mierda?! -Gritó, y rompió otro más.

-¡Cambie por ti, mierda!. -Y rompió otro más, su mano sangraba y salió de los vestuarios, enfurecido.

Salí de mi escondite y me vi en los espejos que previamente Kentin había roto, observé mi reflejo en uno de ellos, roto, destruido.

Me siento como una maldita perra, es horrible.

El Karma va a llegarme, de eso estoy segura.

Puede que en un principio quisiera que Armin terminase con Sucrette, si. Ella me cae muy mal, pero tampoco se lo merecía, ¿Y Kentin?. Kentin ahora me odia.

Soy una maldita perra.

Comencé a llorar, me recosté en el piso, las lagrimas caían por mis mejillas, ¿qué mierda estoy haciendo?.

~|||~

Observé a Armin, se veía triste, decaído.

Y todo por mi maldita culpa.

Observé a Kentin, cuya mano estaba vendada, y podían observarse los rastros de sangre a través de las vendas.

Todo por mi culpa.

Sucrette simplemente me miraba, inexpresiva. A pesar de que estaba rodeada de personas, su tristeza se notaba en su mirada.

Soy una imbécil.

-¿Puedo tomar asiento?. -Pregunté, observando a Sucrette.

Todos me miraban extrañados, confundidos.

-Solo si prometes darme de las papas fritas de tu bandeja. -Dijo Sucrette, sonriendo más para si misma que para mi.

-Hecho, dije. Y tomé asiento.

Kentin me dirigió una mirada rápida, aún sorprendido. Le observé y después bajo la cabeza, sonrojado.

Observé su brazo, observé la tristeza que embargaba a Armin, y la sonrisa y carcajadas fingidas de Sucrette cada que alguien contaba algún chiste.

Pero esto tengo que remediarlo, voy a remediarlo. Aunque sea lo último que haga.

~
Adelanté el capítulo, no podía resistirme. <3
Próximo Capítulo. Lunes 18 de Mayo 2015.