11. ¿Por qué?.

1.9K 183 20
                                    

Jacinda Pov.

Acompañé a Kentin a la enfermería. El doctor Carver cambió cuidadosamente las vendas de su mano.

—Con eso estarás mejor. —Dijo, dedicándole una sonrisa, para después sacar un chicle color rojo de su bata, y ofrecerlo a Kentin.

—Gracias. —Dijo.

El doctor salió del consultorio, para cerrar la puerta tras él.

— ¿Que te paso? —Pregunté.

—Me caí. —Dijo, cortante. Observando la ventana que daba al Club de Jardinería.

— ¿En dónde? —Dije, intentando subir una ceja, pero mi intento falló, ya que levanté ambas.

—En la clase de deportes, jugando baloncesto.

—Kentin, odias esa clase. Siempre te la saltas. —Dije, rodando los ojos. —También sabes que odio las mentiras.

— ¿Cómo puedes saber que estoy mintiendo, Jacinda? —Dijo, levantando una de sus cejas. El sí puede hacerlo. —Además, ¿por qué estás aquí, y no con Armin?

—Porqué me importas, Kentin. —Respondí, mirándole a los ojos.

Sus pupilas se dilataron al instante, torpemente se revolvió el cabello, despeinándose. Giró la cabeza, para simular que se había sonrojado.

—Te...yo te...es decir...yo...te... ¿Importo?... —Preguntó, aun mirando hacia otro lado.

— ¿Por qué no tendrías que importarme? —Pregunté.

—Nada..., ¿puedes irte, Jacinda? Necesito cambiarme.

—No hasta que me digas porque.

— ¿Por qué...qué?

— ¿Por qué me mientes, Kentin? ¿No confías en mí?

—No. —Dijo, haciendo una pausa para después arrepentirse. —Es más complicado que eso.

—Me gustas. —Solté, pero fui demasiado cobarde, así que no pude ver la expresión que en sus ojos había. —Yo te quiero, Kentin. Necesito que tú también lo hagas, dije, viéndole a los ojos, que no tenían expresión alguna, pero que me miraban fijamente.

—No esperes de mi lo que no recibo de ti, Jacinda. —Dijo. —Seamos sinceros, yo no te gusto, ni siquiera te agrado. A ti te gusta Armin y no puedes cambiarlo. No intentes reemplazarme, no me tengas lástima.

Sus palabras llegaron a mi interior como miles de agujas enterrándose en mi pecho, realmente dolía.

¿Por qué, cuando por fin me di cuenta de lo que sentía por él, se va?.

No diré que es injusto, porque prácticamente es lo que merezco.

¿Entonces por qué, confesó su amor por mí frente a un espejo?. Para después hacerlo trizas, Kentin intentaba romper mi recuerdo, y quería me esfumase, que desapareciese.

¿Por qué me di cuenta tan tarde?

Él estaba tratando de olvidarme, justo cuando yo trataba de empezar de nuevo.

Tal vez lo nuestro era conocernos, pero no estar juntos.

Tal vez lo mío era enamorarme de él, pero ser apuñalada por su indiferencia.

Tal vez lo tuyo era olvidarme, sin mirar atrás.

—Y cuando estés a punto de olvidarme, alguien pasará al lado tuyo con el olor de mi perfume. —Dije, para salir corriendo de la enfermería.

Sucrette Pov.

—Y bien, ¿Qué haces?

—Estoy estudiando. —Mandé el mensaje.

—Me alegro, Sucrette, ¿Y qué haces?

—Estoy estudiando.

Paso más tiempo diciendo que voy a estudiar que estudiando.

Me levanté del jardín y sacudí mi falda, que se había llenado de Tierra. Cerré mi libro y me dirigí a la enfermería, supongo que Jacinda había terminado de hablar con él. Sinceramente no sé qué le paso, me dijo que se había peleado con un chico, supongo que para evitar que hiciese más preguntas.

Al llegar no había nadie, supuse que Kentin había vuelto a casa, o algo así. Cerré la puerta y me encontré con Armin, pase a su lado y me dirigí al comedor. Me pareció que su forma de terminar conmigo fue demasiado inmadura, pero vamos, es Armin.

Encontré a Kentin en el Aula B, apoyado contra un pupitre, estaba descansado, pero sus ojos permanecían abiertos. Me senté a su lado y suspiré, esperando obtener su atención.

—Le gusto, ¿puedes creerlo? —Dijo, destrozado.

—Eso es... —Realmente no sabía que decir. —Increíble, Kentin. ¿Salen juntos? —Pregunté.

—No.

—Bueno, el tiempo lo dirá. De verdad me alegro, Kentin. Jacinda y tú hacen una linda pareja.

—Le doy lástima, Sucrette. ¡Despierta de tu cuento de hadas! Lo dice solo porque me tiene lástima, porque piensa que le dará celos a Armin, o algo así, tal vez quiere que sea el siguiente, uno en su lista. Jacinda es reconocida por salir con chicos que no quiere, no sabe decir no, es una chica muy indecisa. ¿Y si al siguiente día vuelve a estar loca por Armin? No puedo, Sucrette.

—Pero esta vez ella dio el primer paso, ¿no es así?

El asintió con la cabeza, suspirando pesadamente.

—Puede que no seas su primero, su último, o su único chico. Ella amó antes, ella puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, ¿Qué más importa? —Dije.

—No quiero salir lastimado, otra vez. —Dijo.

—La amas, Kentin. No puedes evitarlo. No puedes dejarla ir. La necesitas.

—Lo sé.

— ¿Y por qué no lo intentas? —Pregunté.

—Porque tengo miedo a perderla de nuevo.

~

¡Sorpresa! Ámenme, les traje el capítulo antes. Pero no se preocupen, este es un extra, tendrán el siguiente el lunes. (:

—Pau.

¿Contigo? (CDM)Where stories live. Discover now