Isabela
Nuevamente fuimos encrucijados por Ema y Luka a salir de fiesta y no, no a una cualquiera. — de disfraces. — y para mi horrible mala suerte de vida, la fiesta es temática de Halloween.
Estoy negada a confesarles que en mi puta vida me disfrace, lo único que hice es acceder en el momento que a Teo se le iluminaron los ojos. No se lo diría, pero cuando se pone realmente feliz, es demasiado hermoso, achina sus ojos y su sonrisa es amplia, demasiado, mostrando a la perfección sus dientes blancos.
No podría bajarle la ilusión, diciéndole que ni loca asistiría a una de esas fiestas tontas y para nada divertidas.
Accedí a todo.
Y cuando digo a todo, es realmente a todo. Ema que no es ninguna tonta, ya tenía nuestros disfraces preparados como grupo de amigas.
Lola solamente asintió y puso sus ojos en blanco, cuando nuestra amiga pelirroja comenzó a chillar de felicidad, contándonos todo lo que tenía planeado.
Realmente gasto energía pasar pensar en esto...
No es la única.
Observe a Teo voltear su cabeza para dedicarle una mirada de felicidad a sus amigos y estos, de mala gana, terminaron asintiendo a su extraña idea.
Disfrazados...todos...
Isaac también.
Yo también.
Mi hermano y Lola...
¿Acaso no se les puede decir que no a estos imbéciles?
Me encantaría saber de qué rayos voy disfrazada, Ema solamente se dedicó a conseguirme la vestimenta, peinarme y maquillarme, nuevamente chillando de felicidad, gritando por toda la casa lo muy igual que iba al personaje.
¿Qué personaje...?
No puedo preguntarle de nuevo, me mataría con la mirada y me niego a terminar con un chichón en la cabeza, producto de no prestarle atención cuando se pone a gritar como loca.
Voltee a mirar a Lola y aguantar una carcajada, cuando escuche a Ema que le pedía, en realidad le estaba implorando que sonría más y mi amiga, solamente le respondió frunciendo el ceño, haciendo que Ema se diera por vencida y se marche de mi cuarto a pasos fuertes.
— ¿De qué se supone que voy?
—Somos las Winx. — dijo irónicamente, levantando sus manos escandalizada. — Tú se supone que eres...— se pauso un momento, para dedicarme una mirada. —Tú eres Flora.
— ¿Y vos?
—Musa...
Lola se dirigió al espejo de mi cuarto, dándose una última mirada y negando con su cabeza en desaprobación.
—Esto no me gusta para nada...
—Me siento una niña buena. — agregue, haciendo que ella largase una pequeña risa.
— ¿No lo eres? — pregunto divertida.
—Nunca amiga.
Ella largo una carcajada y volvió a recostarse a mi lado de la cama.
— ¿Sabes de que van los chicos?
—Teo grito, ¡misterio Isabela!
— ¿Qué significa?
Me encogí de hombros. — Que es un imbécil.
—Alex tampoco me quiso decir nada. — murmuro. — ¿Es por Teo, no? — asentí avergonzada. — Se lo toma a pecho.
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Dos metros lejos (EN EDICION)
RomanceIsabela guardo la pelota de vóley que el le obsequió por años, con la esperanza, de algún día, volver a verlo. Teo, que reprimió ese recuerdo en el fondo de su cerebro, no se acuerda de ella. Prometiéndole a su mejor amigo, no acercarse de ninguna...