CAPITULO 2

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»•» EL CHARCO DE DROGAS Y LAGRIMAS «•«


El diván donde encontré que Bébeme... Perdón, Tee estaba acostado cuando retiré la cortina negra andrajosa, tiene una pequeña puerta al lado del tamaño perfecto para que quepa una pelota de béisbol. En los libros originales de Alicia, ella bebe la

botella de BÉBEME y se encoge hasta el tamaño perfecto.

Que esté esperando que aquí ocurra lo mismo solo demuestra lo mal que estoy de la cabeza.

-Entonces -digo, deteniéndome y manteniendo la mirada enfocada en la pared de rayas burdeos frente a mí. Tiene rayas verticales en columnas alternas de pintura brillante y mate. Para mí parece sangre. Sangre en la parte trasera de las gafas de un chico, sangre en todo mi vestido... Me arriesgo a mirar sobre mi hombro y descubro que ambos gemelos finalmente se han puesto sus pantalones, sus hermosas pollas escondidas y nunca más serán vistas por mí.

Porque no tengo interés en volver a verlas.

-¿Y qué? -pregunta Tee, escarbando en su bolsillo y sacando un teléfono.

Mierda.

Estaba diciendo la verdad... tiene un teléfono. Y se parece... un poco al mío, también. Pulsa un botón en el lateral y la pantalla se ilumina.

-¿No querías hacer una llamada? -pregunta mientras me acerco rápidamente y se lo arrebato de su mano extendida. Mientras lo hago, las puntas de mis dedos se deslizan por su palma y sus ojos color amatista se enfrentan a los míos, el calor se enrosca en mi brazo y se acurruca en mi pecho. Echo el brazo hacia atrás y hago como si no fuera nada.

Porque no era nada. Nada en absoluto.

Mirando hacia abajo, encuentro tres aplicaciones simples en un fondo negro sencillo, una para hacer llamadas, otra para enviar mensajes de texto... y algo con el símbolo de una bomba como icono. Ni siquiera voy a preguntar sobre eso. Cuando giro el teléfono para inspeccionarlo, veo que está dentro de una caja de cristal con engranajes y piñones de oro y cobre, girando y haciendo tictac bajo la superficie.

Huh.

Le doy la vuelta y empiezo a marcar el número de Edith.

-Aunque si intentas llamar fuera de Underland -continúa Tee mientras Dee mira a su hermano molesto-. Estarás muy decepcionada. No hay servicio fuera de Underland.

Siento que mi boca se frunce con fastidio cuando le devuelvo el teléfono y veo la comisura de sus labios inclinada hacia arriba con una pequeña sonrisa de satisfacción. Qué maldito imbécil, hombre. Sostiene la palma de la mano abierta para que deposite el teléfono, pero lo lanzo en su dirección y observo cómo lucha para evitar que caiga al suelo.

-¿Esta es la puerta por la que vamos a pasar? -pregunto mientras Tee me mira y Dee sonríe como un modelo de anime gótico de GQ drogado.

-Lo es -dice mientras me arrodillo y, como la Alicia original de los libros, miro a través de la cerradura al jardín-. Los jardines personales del rey -continúa Dee mientras parpadeo y trato de darle sentido a lo que veo. Un castillo blanco y rojo se eleva sobre una serie de setos, jardines de flores y... malditos hongos gigantes. Son del tamaño de los árboles.

Parpadeo estúpidamente y me acerco más, apenas escuchando a Dee mientras habla.

-Solo hay una forma de salir de Underland y es a través del espejo, pero necesitas el permiso del rey para usarlo. Y esta puerta de aquí, es el único portal directo al jardín o a cualquier lugar cerca de los terrenos del castillo.

1. Las aventuras de Allison en UnderlandWhere stories live. Discover now