CAPITULO 3

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»•» UNA CARRERA DE POLLAS Y EL CUENTO LARGO «•«

Un fuerte golpe en la puerta me despierta del mejor sueño que he tenido en años, el tipo de sueño que tuve cuando Fred aún vivía, cuando mamá no estaba en la cárcel, cuando lo peor de mi día

era tener que lidiar con la mierda de Edith.

-Déjame tranquila, Edy -gruño mientras arrastro una almohada con olor a moho por la parte posterior de mi cabeza y aprieto con fuerza a ambos lados, tratando de bloquear el ruido. El golpeteo solo parece ser más fuerte.

-¡Abran, maldita sea, idiotas! El barco sale en diez minutos y Dodo quiere el pago completo ahora.

Parpadeo a través de la niebla y en la oscuridad debajo de mi almohada, sentándome con un fuerte jadeo en mi vestido azul y blanco arrugado y en mis medias. Dee yace inconsciente a mi lado, con su cabello azul y negro despeinado y enredado, sin camisa.

Mientras lo miro fijamente, escucho abrirse una puerta detrás de mí y miro hacia atrás para encontrar a Tee en una toalla, maldiciendo en voz baja mientras se mueve hacia otra puerta, goteando agua por el suelo, el vapor saliendo de su piel como si fuera niebla. Abre una buena docena de cerrojos y cadenas y después abre la puerta para revelar a Lory, con su sombrero de pirata, su pantalón marrón ajustado y sus botas.

-The Long Tale se va en ocho minutos, y necesito su tarifa ahora -Lory extiende su mano, brazaletes dorados bailando sobre su piel chocolate.

-Dijiste diez -gruñe Tee, girando y notando por primera vez que estoy despierta. Sus ojos se encuentran con los míos por un momento, pero tengo problemas para sostenerlos porque... Vaya... Su cuerpo es glorioso, todo mojado y salpicado con gotas de humedad como esas. Seguro me gustaría lamer... Ohh. ¿Qué mierda? Cuando me giro y me inclino hacia atrás en las almohadas, puedo sentir mi cabeza nadando y gimiendo.

¡¿Me drogaron anoche?!

Miro a Dee y luego vuelvo a prestarle atención a su hermano, viendo como busca en la bolsa de cuero de su cinturón y saca un puñado de monedas. Se las pasa a Lory y ella asiente.

-Dijiste diez -repite y Lory sonríe, con sus blancos dientes brillantes en la habitación oscura.

-Eran diez, pero tardaste demasiado en abrir la puerta. Ahora son seis. Date prisa. -Me mira, acostada en la cama doble junto a Dee, y guiña el ojo-. Te veo a bordo en cinco minutos.

Lory se da la vuelta y sale de la habitación mientras me esfuerzo por ordenar mis pensamientos.

-¿Qué mierda pasó anoche? -pregunto a Tee mientras se dirige al baño y hace una pausa, los tatuajes en su espalda me hacen perder el aliento. Las plumas parecen tan reales, como si pudiera alcanzarlas y tocarlas, sentir la suave pluma contra la punta de mis dedos... ¿Y esas cadenas? Tengo que parpadear un par de veces para convencer a mis ojos cansados de que no brillan con la luz del exterior. Fluye en la ventana sucia y resalta las motas de polvo, flotando en el aire como hadas.

-Tuviste una fiesta del té -dice con un giro de ojos, entrando al baño y cerrando la puerta de un portazo. Aprieto los dientes porque, ¿no es muy grosero? Bajando los pies de la cama, veo que alguien me quitó las botas anoche.

Suerte que no se quitaron nada más.

Me acerco a la pesada madera de la puerta del baño, intentando no mirar demasiado la decrépita habitación. Golpeo la puerta con el puño unas cuantas veces y luego cruzo los brazos sobre el pecho, pasando mi lengua sobre mi labio inferior seco. Mi boca se siente agrietada, y mi cabeza está nadando como si hubiera bebido una docena de tragos de tequila seguidos y me hubiera desmayado. Y ni siquiera me hagas empezar a hablar de cómo me siento por dormir con ropa ensangrentada.

1. Las aventuras de Allison en UnderlandWhere stories live. Discover now