CAPITULO 5

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»•» CONSEJO DE UNA ORUGA «•«

La Oruga y yo nos miramos durante un tiempo en silencio. Por fin, se quita el narguile de la boca y se dirige a mí con una voz lánguida y somnolienta.

-¿Quién eres ? -pregunta, levantando una ceja con escepticismo.

Lo miro fijamente por un minuto, viendo el color azul pálido de su cabello, su posición perezosa, la lenta sonrisa en sus labios rosados mientras toma una bocanada del narguile, exhalando humo de color y haciendo que el aire huela a arándanos frescos.

-Podría hacerte la misma pregunta -respondo mientras descanso un codo en mi rodilla y espero que Conejo pase por el agujero y llegue a la parte superior del hongo. No miro realmente al horizonte, ni al borde inclinado del sombrero de la seta. Diablos, ni siquiera me voy a quedar de pie mientras estoy aquí arriba porque, conociendo mi suerte, probablemente me tropezaría con uno de los grandes puntos blancos e iría dando tumbos por el borde hasta mi muerte.

-Puedes llamarla Sonny -dice Conejo, la pistola metida en su pantalón mientras se sienta al lado de Oruga, supongo que su nombre es Lar, y toma prestado el narguile por un momento, dando una profunda calada. Me pregunto si es solo tabaco de sabor o algo un poco más... interesante. Espero que no, sentados aquí arriba a unos buenos dieciocho metros del suelo.

-¿Sonny? -dice Lar, mirándome con esos amplios ojos azules suyos, su cabello rubio azulado se desvanece en su frente y le da a su cuello y hombros una apariencia texturizada y rasgada. Al principio, pensé que tenía una manta envuelta alrededor, pero mientras lo observo, despliega un par de enormes alas de mariposa y mi aliento se congela en mi garganta.

Durante varios segundos, me olvidé de respirar por completo.

Las alas de Lar son mosaicos de color que se extienden, como dos vidrieras de colores pegadas a su espalda, las puntas se curvan suavemente en delicadas espirales. Según su tamaño deberían lucir incómodas o fuera de lugar, pero no es así. Se balancean con movimientos lentos y fáciles, como él mismo.

Mi hermana siempre ha estado obsesionada con las mariposas, sobre todo porque las encuentra bonitas, pero como no le gusta estudiar mucho, también cree que le hace lucir inteligente mencionar hechos aleatorios y nombres en latín de los insectos alados. Es por eso que, mirando las alas de Lar, hago la conexión entre el Papilio Ulyses o la mariposa Ulises y su coloración.

La única diferencia entre sus alas y las de la mariposa australiana es que, en lugar del simple azul de dos tonos con bordes negros, las alas de Lar están teñidas con un polvo de oro.

-Sonny, porque a Alicia no le gusta que la llamen Alicia -responde Conejo y yo aprieto los dientes. Tee y Dee todavía no han dicho nada en absoluto, pero estaba bastante claro que no se sentían cómodos dejando que nadie más supiera sobre este asunto de Alicia-. Relájate, Sonny -dice Conejo, chupando el extremo del narguile y dándome esta estúpida sonrisita malvada-. La Oruga es la única adivina del Rey de Corazones. Sabía que encontraría al asesino de Tréboles en esa fiesta... y predijo que me seguirías de regreso a Underland después de que lo matara.

-¿Predijo? -pregunto mientras la boca de Lar se alarga en una casi inquietante sonrisa de auto satisfacción.

-Toma -dice, tomando la manguera del narguile de Conejo y entregándomela. Mueve sus alas un poco, enviando una brisa en mi dirección-. Dale una calada y veremos qué tiene que decir de ti la magia salvaje de Underland.

-No estoy interesada en tomar drogas a dieciocho metros de altura, así que... gracias, pero no, gracias. -Enseño una sonrisa ganadora y miro alrededor del dosel. Hay pájaros aquí arriba, muchos, con colores brillantes que son fáciles de distinguir de las sombras. No solamente está el brillo de los hongos para iluminarlos, sino que la Oruga tiene una linterna encendida con vidrio azul, el parpadeo de color que vi desde la ventana del comedor de Conejo.

1. Las aventuras de Allison en UnderlandWhere stories live. Discover now