Es muy tarde (KOOKMIN)

PARTE X

Los siguientes días pasaron de forma lenta y tranquila. Taehyung estaba siempre al tanto de todo y se encargaba de perseguirlo a donde sea que fuera junto al tal Hoseok. Ambos sirvientes se mantenían siempre a una distancia prudente y se dirigían a él de forma educada. Sumado a acompañarlo a todas partes, no dejaban que entrara a la cocina o que siquiera alzara algo del piso. Al principio, Jimin se sintió muy incómodo. Él nunca había recibido un trato tan respetuoso por parte de alguien. Pero con el paso de los días, se dio cuenta que ellos no cambiarían su actitud para con él, por lo que decidió que en vez de quejarse aprovecharía ello y pasaría los días con sus bebés tratando de hacerlos divertirse y olvidarse de cualquier pasada preocupación. Así, empezaron a salir por las tardes al lago a disfrutar del buen clima de Busan y de los gansos que Jihwa amaba espantar correteándolos mientras reía a todo pulmón. Jungmin, por su parte, seguía siendo desconfiado de todo y pese a que se dejaba cambiar y alimentar por los sirvientes, siempre estaba alerta a cualquier cosa y no se despegaba de su madre ni de su hermanita menor en lo absoluto.

Jihwa estaba más que encantado con toda la atención que tenía encima. Era el favorito del tal Hoseok, al cual había logrado manipular a su antojo. Jihwa era un bebé precioso que sabía muy bien cómo usar sus encantos para lograr su cometido: que le dieran dulces después de sus comidas. De todos los bebés, era el más delicado y tenía una belleza innata que a simple vista se distinguía que había heredado de su madre.

Algo que Jimin agradecía era que Taehyung lo ayudara cambiando a los bebés y alimentándolos. Jimin aprovechaba esas horas para descansar y recuperar fuerzas. Había pasado por muchas cosas como la mudanza, el encuentro con los padres del alfa y el gran cambio de vida de un momento a otro. De hecho, aún estaba procesando todo; pero al menos se sentía, por primera vez en su vida, seguro.

Una semana después de la partida del alfa, Taehyung lo despertó más temprano de lo normal. Traía su desayuno en una bandeja y parloteaba sin parar acerca de que necesitaban ir con urgencia de compras.

-Será mejor que desayune rápido y se aliste porque hoy tendremos que caminar mucho...No se preocupe, Seokjin hyung y Hoseokie se quedarán con los bebés... aunque no creo que nos libremos de Jihwanie...-el omega había soltado una risita cómplice.-No pude evitar prometerle que lo llevaría por una Cajita Feliz hoy.

-Lo están encaprichando demasiado...

-¡Ah, claro que no! ¡Es que es una belleza!-Exclamó el omega mayor.-Cuando sea grande y se presente como omega va a tener una fila inmensa de pretendientes por detrás...

-Tú... ¿Crees que sea un omega...?-Preguntó Jimin sintiéndose preocupado.

-Bueno... si no es un omega, puede ser un beta... pero le apuesto mi jubilación que es un omega.

Jimin siguió escuchando el parloteo de Taehyung mientras se perdía nuevamente en sus pensamientos. En la ciudad, parecía que ser un omega macho no era la gran cosa. Pero pese a ello, Jimin no podía quitarse de la cabeza todos los insultos y las maldiciones que había recibido por parte de su padre tan solo por haber nacido omega y macho.

-Voy a ir a atender a los cachorros, los he dejado con Hoseok en el comedor... Apenas termine de desayunar puede utilizar la campana de su mesa de noche para llamarme. Vendré de inmediato a ayudarlo a alistarse.

Jimin asintió y el otro omega de melena oscura se retiró entonces dejándolo junto a Jinah y el desayuno que consistía en una taza de café con leche, tostadas y huevos revueltos con tocino. El pequeño omega empezó a comer a gusto. Debía admitir que Seokjin preparaba los mejores desayunos y que desde que había llegado a la nueva casa no había parado de comer. El omega mayor era un poco más reservado que los demás, quizá por ser el mayor, pero siempre estaba de buen humor y lo trataba con cariño. Cada día horneaba galletas y pasteles para los cachorros, los cuales saltaban de aquí para allá entre risas.