Tú me cambiaste (Mono/Seven x tú) Little Nightmares 1, 2, DLC y cómics Fanfic

15. Episodio (Seven)

Los dos salimos a paso rápido de esa habitación secreta.

-¡¿Y ahora qué?! -pregunté con la respiración entrecortada pero sin bajar el ritmo.

-Habrá que avisar a Mono de estas fotos.

-¡Ya se! -me paré frente a la puerta donde se encontraba Mono. -¿Y si reunes a todos en el punto más peligroso del barco? Es decir, el lugar más concurrido por los monstruos. Así los atraemos a un mismo punto y yo podré idear un plan junto a Mono para buscar una salida rápida y mientras saco a los demás niños vosotros...

Seven hizo una sonrisa falsa y puso su mano en señal de que parase de hablar.

-¿Qué? -le pregunté esperando alguna respuesta o acción.

-T/N, ¿cuánto hace que no comes ni descansas?

Negué con la cabeza.

-No entiendo a qué viene eso ahora. Estamos en el punto crítico de la misión. Si no vamos al grano desde ya nunca saldremos de aquí.

-Estás totalmente pálida. Se te notan las venas y tienes más ojeras que de costumbre. ¿Qué pretendes hacer en este estado tu sola? Necesitas descansar. Tomarte un respiro.

Me aparté de él.

-Seven, estoy bien. Necesito sacaros de aquí a todos. ¿Crees que me puedo tomar el capricho de comer y dormir? ¡No voy a poder descansar sabiendo que hay niños encerrados y probablemente siendo los siguientes en terminar devorados!

-Te entiendo perfectamente, pero somos humanos y necesitamos coger fuerzas. Si a la primera de cambio nos atrapan se acabó. Y tú mejor que nadie sabes que sin estar todos estamos acabados.

Algo decepcionada miré al suelo sin saber qué decir. Noté la mano de Seven ponerse en mi frente para tomarme la temperatura.

-Tienes que calmarte. Llevo años encerrado en este mundo de locos, que ni si quiera me acuerdo de si tenía una vida, padres o si he nacido aquí. No nos va a pasar nada por quedarnos un día más.

-Está bien, quizás tengas razón.-agarré su camisa entre mis manos algo agotada.

Seven apartó su mano para posicionar el dedo índice bajo mi barbilla y elevar mi rostro lentamente. Su flequillo quedaba colgando llegando hasta su nariz.

Estábamos tan cerca que pude ver sus ojos azules. Sentía mi cuerpo tan en llamas que se derretía cada segundo que pasaba. Bajó la mano para agarrarme la cintura, seguramente porque él también sentía que todo mi cuerpo caía poco a poco dejando mi peso sobre su torso.

Seven giró levemente el rostro hacia un lado para besarme, pero 1 milímetro antes de que lo consiguiese dejé de sentir mi cuerpo.

...

Todo era negro. Solo oía gotas de rocío caer sobre un río calmado. Notaba mis pies descalzos caminando sobre el agua.

-¿Hola? -pregunté. -¿Seven?

Seguí caminando con los brazos extendidos esperando poder encontrar una salida.

De la nada una luz inmensa se hizo presente haciendo que me cayese de espaldas de la impresión. Sin poder ver algo comenzó a hablarme.

-Nos volvemos a ver, niña.-era una voz masculina.

-¿Q-qué... Quién eres? -intenté taparme con la palma de la mano.

-Bueno... Tampoco es que sea la primera vez que me ves. O quizás sí. -se reía.

-¿Pero qué...? -intenté adaptarme a la luz para poder ver a quién tenía en frente.

-No seas mensa. Claro que sabes quién soy.

Fruncí el ceño.

-Emm... No. No me suena tu voz, la verdad.

Al fin pude abrir los ojos lo suficiente para ver lo que tenía en frente. Mi corazón dejó de sonar por unos instantes asustada e impresionada a la vez.

-Eres... Eres...

-Oh, tranquila, soy todopoderodo pero no voy a hacer ningún mal. De hecho, todo esto se ha vuelto más interesante desde que llegaste. Te estaba esperando, más bien.

-No entiendo nada. -seguía asustada.

-Bueno, estaba harto de ser un mero espectador. Aunque me he tomado la libertad de participar en alguna tontería.

"Me está hablando un ojo gigante. ¡Un ojo gigante! ¿Qué clase de dr0ga es esta? ¿En realidad es un sueño? Seguro que de no comer. O quizás no beber. O dormir. Lo más probable es por no dormir. O incluso por el beso de Seven. ¿Seven me ha besado? ¿Lo ha hecho? ¿Lo ha conseguido? Que va, por culpa de desmayarme. Sí, será eso. Siempre arruino todo lo bueno. Seven me iba a besar, y me he caído redondita a sus pies. "
-¡Oye! ¡Que te estoy hablando! -gritó el ojo.

-¡Perdón! ¡No me mates!-dije tapándome la cara.

Empezó a reírse.

-No seré yo el que lo haga.

Me levanté aún temblorosa.

-¿Qué se supone que eres?

-Puedo ser lo que quieras que sea, cariño.

-¿Perdón? -fruncí el ceño.

-Lo que quiero decir es que puedo ser todo y nada a la vez.-el ojo sacó unas alas angelicales para ocultarse tras estas por completo y de un momento a otro al volver a extenderlas miles de cristales saltaron haciendo presencia un hombre de pelo plateado y piel pálida totalmente desnudo.

Mi cara se quedó paralizada sin saber qué hacer o decir. Estaba contemplando al hombre más bello resplandecer como un ángel.

Él acercó su cara a la mía mientras se agarraba la barbilla pensativo.
Sus ojos eran blancos sin pupila aunque se podía distinguir el Iris del resto del ojo. No había ni un atisbo de imperfección. Ni un lunar, ni un grano, si quiera veía poros.

Cuando por fin pude volver a moverme y centrarme en lo que ocurría él sonrió pícaro.

-Está bien, te ayudaré.

Parpadeé varias veces intentando pensar a qué se refería.

-¿Ayudar? ¿Ayudar con qué? -entonces fue cuando me volví a dar cuenta que se encontraba desnudo.

Me tapé la cara avergonzada. Su rostro me había dejado tan prendada que no me había dado tiempo de reaccionar.

-¿A qué va a ser? -me cogió una de las manos para quitarla de mi cara. Su tacto era entre cálido y frío.-A salir de aquí.

Apretó mi mano suavemente dejando su rostro sonriente muy cerca del mío.

-¿Por qué querrías ayudarme?

-Se que es lo que más deseas.

Negué con la cabeza.

-Primero dime quién eres.

Poco a poco se apartó de mí volviendo a transformar su cuerpo. Comenzó a taparlo con una armadura negra y roja reluciente, además de acompañar su bello vuelo con doce alas de plumas negras.

-Pocos saben mi nombre. Soy Óραμα, Órama para ti. Soy Dios de la visión. Se todo sobre ti, T/N.

Órama se sentó en una especie de trono de cristal con uno de los brazos apoyado en su pierna y aire retador.

-¿Por qué quieres ayudarme? ¿Qué pretendes sacar con eso?

-Es simple...

...

-Tu alma.