CAP 3

513 36 0
                                    

     El vuelo 326 de Australia con destino a Pensilvania   está listo, por favor abordar puerta 6B.

Suho tomó una de mis manos y con la otra libre sostuvo mis maletas. Estaba triste puesto que esta sería la última vez que lo vería, estaba muy mal a decir verdad y para agregar el había sido el único en venir.

- Listo pequeño - Nos detuvimos cerca del lugar de abordaje, miré su rostro y tenía una de esas sonrisas que todo va a estar bien.

Te voy a extrañar mucho - Lo abracé - Demasiado, no se que voy hacer sin tus regaños y consejos - Lo escucho reír por lo bajo.

- Te llamaré todos los días, te voy a extrañar - Besa mi frente y me mira con ternura mientras deja mis maletas en el piso.

- Lo siento, por todo - Murmuré contra su pecho.

No te disculpes cariño, todo va a estar bien — Me calma y sonríe - En las maletas están mis camisetas y buzos, los que más te gustan Recalcó esto último con una sonrisa.

- Eres el mejor hermano del mundo - Sonreí separandome finalmente de el

Ultima llamada al vuelo 326......


Creo que ya es hora de irme.

Me temo que si, cuida al pequeño sandía - Lo miro una última vez Te quiero mocoso. .

Yo más - Dejé un casto beso en su mejilla y caminé hacía el lugar de abordaje.

No miré hacia atrás, sabiendo que me desmoronaria al instante. Pero si el precio a pagar sería separarme de los que quería para no arruinar a mi familia estaba dispuesto hacerlo.























Horas después

Salí del taxi colocando bien mi polo. Observé la construcción delante mío con mucha impresión, La casa no era exageradamente grande si no más bien simple, con un toque hogareño y acogedor. Estaba en medio de lo que parecía ser el comienzo de un bosque y de ahí se escuchaba el sonido de pajaros y el del viento. La tía yijo según mi padre me contaba siempre había optado por lo simple, lejos de lo extremo y lo lujoso.

El taxista luego de bajar mis maletas se retiró dejándome en frente de la casa. Tomé mis cosas mientras empezaba a caminar hacía dentro de la residencia que hasta ahora nadie daba señales de salir.

- No puedo creerlo ¡estás aquí! - Una señora de estatura media, tes pálida, ojos azules con espesas pestañas y un cabello castaño salió de la casa envolviendome en un calido abrazo.

- Tía yijo - Saludé con una sonrisa.

- Pero ve que grande estás pequeño flor-Me regaló un beso en la frente_ No puedo creer que seas tu, la última vez que te vi tenías cinco años. Ven pasa, acomodate - Sostuvo una de mis maletas dirigiéndome hacía dentro con una sonrisa.

La casa por dentro era mucho más cómoda, estaba decorada simple todo con tonos cálidos y primaverales. A pesar de ser algo pequeña tenía un segundo piso el cual supuse eran las habitaciones.

- Tenía algo preparado para cuando llegaras, ven conmigo — Me encaminó hacía lo que parecía ser la cocina. Dejé mis maletas a un lado de la sala de estar y caminé junto a ella sentándome en uno de los buros de la mesilla · Cuentame ¿cómo fue tu vuelo? Perdón por no ir a buscarte al aeropuerto pero se me presento un problemilla - Habló sacando unas lozas del armario de la cocina.

- Oh no te preocupes. En cuanto a mi vuelo fue algo tedioso pero ya estoy aquí y eso es lo que cuenta _ Sonrío débilmente acomodándome más a la silla fijando mi vista a algo que servía.

- Ya tu madre me ha contado del porqué estás aquí - dice después de un largo silencio entre los dos dejándome un plato frente mío.

Estaré aquí solo hasta que de a luz - Aclaré.

- Eso no es problema, puedes quedarte conmigo el tiempo que quieras, así no estaría sola. No ocultare mi emoción por la noticia pero a la vez estoy asombrada _ Menciona señalandome para luego pasarme un plato con lasagna.

-¿Porque te emociona? — Veo el plato con algo de duda.

Será como cuidarte a ti otra vez — dijo con una cálida sonrisa.

Fue un error lo sé. Pero, este bebé no tiene la culpa de nada y la verdad es que ya lo quiero — coloco una mano en mi plano vientre me mira con cariño mientras se acerca a mi.

- ¿De cuánto estás? — Pregunta enternecida.

- Tres meses recién cumplidos.

- Se nota el amor en tu voz cariño y aunque eres pequeño aún el bebé no tiene la culpa de nada, merece todo el amor que se que va a tener de tu parte - Pasa una de sus manos por mi pelo.

– Así será tía.

Come cariño, ahora debes comer por dos - Río levemente.












Que lindo la tía.

  A SMALL MISTAKE _VKOOKWhere stories live. Discover now